MISMO LUNAR [MilkLove & LingOrm]

28. ¿Ciudad del amor?

La zona de Myeong-dong, había querido conocerla desde que John nos mencionó que tendríamos un evento en Corea.
Según lo que leí en una página de turismo, Myeong-dong es considerada una de las zonas comerciales más grandes de Seúl. Habían lugares en los cuáles podía reconocer tiendas de marcas reconocidas, así como también elegantes puestos de comida y más adelante, el lugar que me interesaba eran los puestos callejeros de comida tradicional coreana.

Había toda una calle llena de esos puestos. Era sorprendente que cuadras antes el aroma combinado de todas las comidas, habían logrado atraparme inmediatamente.
Estaba emocionada, por fin degustaría los platillos que me hacían salivar cada que veía los KDramas.

Ciize caminaba con uno de sus brazos sujetando el mío. Ella iba concentrada en su teléfono y yo concentrada en ver en cuál de todos los puestos podría encontrar los famosos pasteles de pescado.

— Ciize, ahí — dije mientras señalaba el puesto en que por fín había logrado localizar los pasteles de pescado.

— ¿Pasteles de pescado? — preguntó. Yo muy sonriente asentí con la cabeza. — Andando.

— Dos pasteles de pescado por favor — Ciize habló en Coreano. El chico del puesto asintió y preparó dos palillos y nos los entregó.

— Por fin — Exclamé emocionada para luego dar una mordida.

— ¿Sabías que algunos fans nos vieron por esta zona? — negué con la cabeza, estaba ocupada degustando mí tan preciado pastel de pescado — Mira — Me mostró una foto en la que ella y yo estábamos de espaldas caminando. Me fijé en la hora del post. Había sido hace casi una hora. El pie de foto decía #DateMilkCiize —

— ¿Crees que nos persigan? — Pregunté para después dar el bocado final y pedir dos más, obviamente con señales ya que no sabía el idioma.

— No lo creo, de lo contrario ya nos habrían abordado.

Una vez cancelado lo que comimos, que por cierto me devoré cinco pasteles de pescado y Ciize únicamente tres.

Nos dirigimos a seguir degustando diversos platillos que a través de una pantalla alguna vez llamaron mi atención, no podía creer que ahora los estaba probando.

El clima era perfecto. El mes de julio era un mes adecuado para realizar turismo. No hacía frío ni calor, todo estaba perfectamente equilibrado.

Ciize y yo íbamos tomadas de las manos, las personas nos miraban de forma curiosa, de cierta forma me hacían sentir un poco incómoda, pero eso no importaba, en Corea las amigas también lo hacían, sin embargo ella y yo no lo éramos. El tacto de sus manos era diferente al de Pattranite. Mierda. Había dejado de pensar en ella por horas y ahora nuevamente aquella pequeña gato naranja había invadido mis pensamientos y peor aún, las estaba comparando.
Las horas que caminamos juntas en aquella zona se pasaron rápido, tan rápido que me sorprendió ver que ya casi eran las 8pm.

Me sorprendió sentir mí teléfono vibrando. No tenía ningún conocido en Corea que pueda llamarme, al tarjeta SIM que tenía en el celular era únicamente para Tailandia. Cómo era posible que…
Me fijé en la pantalla y era un número desconocido. Miré a mí costado para mostrarle a Ciize, pero ella se había marchado hacia uno de los puestos de helado de yogurt.

Estaba dividida entre contestar y no hacerlo.
Sería posible que… decidí responder, la curiosidad y la posibilidad pudo más que le miedo.

— ¿Diga? — hablé con una pizca de miedo. No obtuve respuesta. — ¿Digaaaaa? — repetí, pero ahora más segura — Si es una llamada de broma juro que te encontraré y…

[No puedo creer que aparte de querer golpearme ahora serás capaz de buscarme para ¿Qué? ¿Podrías completar tus amenazas por favor?]

— ¿Love? — No podría equivocarme. Esa era su voz, jamás podría olvidarla.