Capítulo 20: Convivir

379 22 12
                                    

Freddy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Freddy.

Una vez más, su habitación está vacía.

Carolina no responde ni mis mensajes, ni mis llamadas. Desde esa noche, simplemente no he sabido más de ella. He venido a buscarla a su casa, subiendo por su balcón, esperando encontrarla aquí, para pedirle una explicación detallada de por qué carajos está actuando como si no hubiera pasado nada entre nosotros.

No encuentro a nadie aquí. Ayer todo se veía igual, la cama se ve impecable, con las sábanas muy bien estiradas, como si no la estuvieran usando.

¿Es eso? ¿Acaso mi mariposa ya no duerme aquí?

Desesperado por la sola idea, voy corriendo hacia el armario más cercana. Hay ropa, pero no la suficiente.

Su laptop tampoco está.

Acabo por convencerme cuando descubro que su pajarito tampoco se encuentra en su jaula.

Carolina no está viviendo aquí. Nadie se ha quedado en esta habitación desde hace días.

Puede que se haya ido de viaje.

O haya regresado a los brazos de su novio.

Toco suavemente las sábanas de la cama que una vez compartí con mi mariposa. Recuerdo con exactitud su mirada tierna, la suavidad de su piel, la facilidad con la que sus sonidos de placer escapaban de su boca.

No me queda de otra que irme, sin tener las respuestas que necesito.

Ya en el trabajo, es necesario que me concentre. De lo contrario, voy a terminar por perder la cabeza.

Es obvio que ha escogido a su noviecito. Tampoco puedo culparla, Carolina siempre me ha dejado en claro que ella me pertenece solo cuando estamos a solas, porque después, es de su novio. El hombre con el que se va a quedar. Pero, carajo, esperaba una despedida digna. ¿Por qué mierdas se largó sin decirme nada?

Ya van como siete clientes que atiendo en el día, y no dejo de pensar ni un solo momento en Carolina. Es un milagro que haya hecho tatuajes decentes, ya que solo ella ocupa mi mente.

—Buenas noches —me quedo estático cuando escucho esa voz—. ¿Es muy tarde para que puedas atenderme?

Solamente he visto un par de veces al cabrón, que ya me desagrada bastante por el simple hecho de salir con quien considero, no solo mi mejor amiga, también mi hermana pequeña. Si siempre le hubiera demostrado respeto, tal vez lo aceptaría, pero sé muy bien que el muy desgraciado la dejó cuando se cansó. Para colmo, Lu lo aceptó de vuelta, teniendo a un hombre a su lado que moría por ella, prefirió al imbécil que la hizo sufrir.

Esperando estar confundido, volteo, solo para confirmar mis sospechas. Es Ethan, el novio de Lucia.

—Está cerrado —acabo por decir.

Un Nuevo Sol (HDP #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora