Amor eterno

Capítulo XII

Milo... 

Estaba preocupado por que Mystoria no me ha buscado, podía sentir todo a través de nuestro lazo, podía sentir su miedo y casi podría palpar sus pensamientos pero también sentía su felicidad, me daba envidia de saber que a lo mejor ese Alfa con el que se acostó, lo estaba haciendo feliz.

Estaba paranoico buscando la forma de volverlo a ver, quiero pedirle perdón por todo lo malo que hice pero solo así me liberaría de mi hermano, necesitaba renunciar a todo para entregarle por completo mi corazón a Mystoria.

Estaba en la oficina arreglando unos papeles cuando Kardia entró.

—¿Tienes el informe?
—Si ya está listo

Se lo di y eso fue todo, no hubo un abrazo o un estoy orgulloso de ti, todo lo que necesitaba de vez en cuando era sentirme querido y eso solo lo había logrado Mystoria, a pesar de no tener nada es feliz, en cambio yo que lo tengo todo me siento tan vacío.

Solté un suspiro, quería hacer las cosas bien, quería vivir una vida sencilla junto a Mystoria junto a mi pequeño bebé, sonreí al imaginar cómo sería una vida sencilla con mi Omega, sería una vida perfecta, todo iba bien hasta que escuché unos gritos afuera.

—¡Déjame entrar!
—Señorita, el señor Kardia me pidió expresamente que nadie moleste al señor Milo
—Pero soy su prometida...
—Déjela pasar...

Shoko entró, cerrando la puerta con seguro, observando si no la habían seguido.

—Mili
—Shoko...
—Te amo

Se acercó a mi escritorio y se sentó sobre mis piernas poniendo su espalda en el escritorio.

—Hazme el amor...

Dijo seductora de pronto la vi jalar un cable debajo del escritorio y lo piso con su tacón, al instante se quitó de encima

—Al fin ya nadie nos escucha
—¿Qué era eso?
—Milo, tu hermano nos tiene vigilados a ambos, tienes micrófonos por todos lados
—¿Cómo lo sabes?
—Tu hermano está detrás de mi todo el tiempo ¿ya arreglaste tu situación con Mystoria?
—No aún no
—Milo tendré que hacer algo que no quiero para que seamos libres
—¿Qué tienes en mente?

Shoko sonrió malvadamente para luego tomar una navaja.
.
.
.

Mystoria

Tenía un sentimiento de preocupación como si tuviera un mal presentimiento ¿Tendría algo que ver con los sentimientos de Milo? Me toqué el pecho mientras mi otra mano se dirigió a mi vientre.

—¿Qué le estará pasando a tu papá bebé?

Sonreí al imaginarme a Milo cargando a nuestro hijo pero al mismo tiempo aún no podía perdonar lo que me hizo, una violación, era una violación a pesar de amarlo tanto.

Suspiré por milésima vez en el día con cuidado me levanté de la cama para ir directo a la cocina, tenía mucha hambre, al llegar Ecarlate estaba cocinando algo.

—Hola Mystoria
—Hey Ecarlate
—¿Quieres comer algo?
—Si morimos de hambre...
—Te prepararé algo...
—Vamos a comer afuera
—Mystoria, ya no podemos seguir así
—¿Así?
—Peleados...
—Ecarlate, fuiste tu quien se alejó...
—Por que siento que te enamoraste de mi...

Me quedé callado por un momento por qué Ecarlate tenía razón, me había enamorado de él, lo amaba pero al mismo tiempo mi corazón pedía a gritos volver con Milo.

—No me enamoré de ti, no eres mi tipo

Ecarlate sonrió mirándome a los ojos como si me estuviera retando, le sonreí de vuelta y de pronto se acercó para abrazarme

—Lo siento es que Oddy está inseguro pero ya le expliqué la situación y le dije que te extraño demasiado
—Yo también te extraño bobo
—Entonces ya perdóname
—Perdonado...
—Ahora dime qué quieres comer
—Carne asada

Ecarlate asintió sonriendo y puso la parrilla para complacerme, llevábamos poco de conocernos pero parece como si nos conociéramos de toda la vida.

—Tal vez en otra vida tu y yo nos amamos
—Tal vez en otra dimensión

Sonreí mientras Ecarlate cocinaba la carne de pronto escuchamos un golpe en la puerta y al abrir casi me desmayo.
.
.
.

Escritora...

Milo llegaba al departamento donde vivía el amor de su vida, sentía que su vida se iba en cada paso pero no sé rendiría, aún no, avanzó un poco más pero ya no podía más y golpeó la puerta, escuchó a alguien salir.

—¡Milo!
—M-Mys
—¿Qué te pasó?
—Ahora no hay tiempo de explicaciones Mystoria, Milo se desangra
—Es cierto...

Sintió como Ecarlate lo alzó con cuidado para luego recostarlo en la cama mientras Mystoria le sacaba la camisa para revisar la herida rápido limpió la herida.

—Dios Milo ¿Quién te hizo esto?
—T-Te a-amo
—Shh no hables...

Mystoria estaba llorando acariciando el rostro de Milo, Ecarlate entró con el botiquín para atender a Milo.

Después de unos minutos todo estaba controlado con Milo durmiendo, Mystoria quería saber lo que había pasado.

—¿Qué harás?
—No lo sé, por cierto eres un buen doctor
—Estuve en la carrera de medicina hasta el cuarto semestre y luego ya no pude seguir por el dinero
—Lo siento...
—Milo despertará en unas dos horas por suerte el corte no era tan profundo, vamos tienes que comer
—Se me quitó el hambre...
—A Milo no le va a gustar que no comas

Mystoria no quería dejar solo a Milo pero aceptó con mucho pesar y fue tras de Ecarlate no sin antes darle un beso al Alfa.

Horas después Milo despertó desorientado con dolor de cabeza e intentó levantarse pero no pudo un dolor punzante en su abdomen le hizo gritar.

—Milo...
—¿Dónde estoy?

Mystoria tocó su rostro mientras trataba de sonreír pero no pudo y terminó llorando.

—Tengo sed...

Mystoria lo ayudó a sentarse mientras le daba un poco de agua, Milo bebió el agua como si estuviera desesperado.

—Despacio Milo

Se acabó todo el vaso de agua, Mystoria quiso servirle más pero Milo lo detuvo, quería abrazarlo y darle todo su amor.

—¿Qué pasó?
—Shoko y yo decidimos ser libres
—¿A qué te refieres?
—Renunciamos a nuestras herencias
—Sigo sin entender...
—Prometes que si te cuento todo te vas a quedar a mi lado
—Está bien Milo

Mystoria no sé daría el lujo de perder otra vez al amor de su vida, no después de verlo casi morir entre sus brazos.

Continuara...

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Holaaa galletitas de mi corazón espero se encuentren bien y les guste este capítulo de Amor eterno, déjenme sus comentarios a ver qué les pareció