17

203 32 3
                                    

"A-Arataka..." Serizawa observa la espalda de Reigen mientras sus hombros comienzan a temblar. La acción le devuelve la cordura. Por un momento, todo a su alrededor se había nublado por la ira. No podía soportar oír a esa mujer hablar de él de esa manera. Se había equivocado tanto con Reigen que resultaba exasperante oírla.

"Esa... esa era mi madre". Reigen dice, su voz todavía amortiguada en la chaqueta del traje de Serizawa. No hace nada por disimular el miserable nudo en su garganta. "Siento que hayas tenido que oír eso".

Serizawa traga saliva: ".... ¿Siempre es así?".

Reigen resopla, pero debido a sus lágrimas suena mucho más asqueroso de lo que pretendía. A Serizawa no parece importarle. "Nunca me había pegado antes, pero... Sí".

Serizawa frunce el ceño, esperaba que fuera algo aislado. Un padre hablándote así era algo dañino, incluso para un adulto- pero si había sido así desde que Reigen era joven... Serizawa siente sus brazos rodear a Reigen un poco más fuerte.

Eso era horrible de presenciar, mucho horrible ser la víctima.

"Lo siento." Dice, porque lo sentía. Lamenta no haber conocido a Reigen antes, lamenta no haber podido ayudarlo cuando era más joven.

Incluso si todo lo que podía hacer era esto. Al menos entonces no estaría solo.

"¿Por qué lo sientes?" Reigen dice, su incredulidad brillando a través de la tela. "Congelar a mi madre con tus poderes psíquicos fue jodidamente genial como la mierda- Fue un poco caliente también." Admite, aún en medio del llanto. Típico de Reigen.

"¿Puedo hacer algo para que te sientas mejor?" Serizawa pregunta, perdido. Reigen estaba muy claramente mal- pero esto no era realmente algo que se pudiera arreglar con un tazón de ramen y un abrazo.

"No sé de qué estás hablando, estoy bien". Reigen dice, con la voz quebrada.

"Está bien." Serizawa aplaca, acariciando la cabeza de Reigen. No podía decir que se hubiera acostumbrado a consolar a la gente, pero le gustaba pensar que lo había hecho mejor desde que dejó a Claw.

"No tienes por qué quedarte". Reigen continúa tras una breve pausa de silencio. Sólo se oían sus mocos. "Sé que yo no lo haría... " Muerde una risa amarga, "¿qué te parece eso para una primera cita...? Para empezar te empapas bajo la lluvia y luego ves cómo la madre de tu novio lo repudia delante de ti. Qué raro".

Serizawa sigue abrazando a Reigen. "No me iré."

Reigen finalmente sale de la madriguera que se había hecho, con los ojos enrojecidos y llorosos. "¿Por qué no?"

Serizawa se esfuerza por sonreír de forma reconfortante, sosteniendo la cara de Reigen entre sus manos y limpiando una lágrima perdida del ojo del otro. "Lo creas o no, Arataka, me gustas mucho".

Reigen sigue resoplando, "¿incluso después de todo eso? Eso es jodido".

"Te enfrentaste a tu madre por mí, ¿no ves lo impresionante que es eso?".

"Sí, y todo lo que recibí por ello fue una bofetada en la cara..." Reigen se ríe, suena hueco. Finalmente se separa completamente de Serizawa. Se aclara la garganta e intenta parecer que no acaba de llorar. "Pero ha merecido la pena".

Serizawa enarca una ceja, inseguro de adónde quiere llegar el otro.

"Porque por un momento creo que me miró como si me considerara... ya sabes, una persona... en lugar de un insecto molesto".

Serizawa siente un abrumador torrente de tristeza acumularse en su pecho. "Ojalá hubiera conseguido que se disculpara contigo".

"No habría importado". responde Reigen, haciéndole un gesto con la mano, "ella no lo habría dicho en serio". Ahora parece haberse serenado un poco más. Aún tiene los ojos enrojecidos, pero ya no le salen lágrimas. "Tú... tú realmente no... te irás." Dice, como si apenas pudiera creérselo.

A Veces Es Mejor Así - SerireiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora