A Veces Es Mejor Así - Serirei

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'Uh... ¿Santa mierda? ¿Santa mierda? ¿SANTA MIERDA?' Reigen está mirando a Serizawa como si le acabara de salir un brócoli gigante del culo. Sinceramente, no podía creer lo que estaba pasando ahora mismo. Era algo fuera de su imaginación.

¿Significaba esto que sus tontas divagaciones habían servido para algo?

"A mí... también me gustas". Serizawa dice, la lluvia cae sobre los dos. Está un poco sin aliento y sus labios tiemblan ligeramente por los nervios, pero sus ojos son claros y decididos, llenos de sentimiento.

"¡¿Dónde has aprendido a besar así?!" exclama Reigen, tocándose los labios con la punta de los dedos. Mira a Serizawa con el mismo nivel de asombro que un niño en Disneylandia por primera vez. A pesar del frío soporífero de la lluvia, la cara de Reigen se había calentado en una gama de matices rosados. No había esperado eso de Serizawa... el tipo había estado encerrado la mayor parte de su vida... Entonces, ¿por qué era... tan bueno...? Qué coño... ¿Había practicado?

No es que Reigen se quejara. Dios no, era exactamente lo contrario.

ESTO. ERA. FANTÁSTICO.

No es que a Reigen le hubiera importado que Serizawa besara mal. Es sólo una maldita ventaja que no lo fuera.

Serizawa no contesta, sólo sonríe a Reigen. Lo mira como si fuera extraordinario, algo que Reigen siempre había encontrado desconcertante. Después de todo, sólo era Reigen. Lo único extraordinario en él era lo lejos que llegaría por una oferta. Y sin embargo... Serizawa todavía lo miraba como si fuera algo precioso. Eso hizo que el corazón de Reigen diera una jodida voltereta en su pecho.

Serizawa juguetea con sus manos, rascándose la nuca. A pesar de su ansiedad, no se distancia del otro. Reigen no pudo evitar sentir orgullo por lo lejos que había llegado el hombre. "Entonces... ¿Qué hacemos ahora?".

Reigen se encoge de hombros, mirando su ropa empapada. Volver al trabajo le parecía un fracaso. No sería capaz de concentrarse ahora, de todos modos.

Mira a Serizawa y siente una entusiasmada confianza burbujear en su pecho. Joder, la sinceridad brutal había funcionado la última vez... ¿Por qué no esta vez también?

"...¿Quieres volver a mi casa y manosearnos?".

A Serizawa se le iluminan los ojos. "Dios, sí".

"Espera, ¿en serio?"

"¿Sí?"

Reigen hace un ruido de vértigo, frotándose las manos. "Oh, esto es jodidamente INCREÍBLE".

Esta vez, mientras Reigen y Serizawa caminan juntos bajo la lluvia, la tensión ha desaparecido por completo de sus auras. El peso proverbial que ambos habían estado llevando sobre sus hombros se había levantado- y parecía que un nuevo comienzo estaba ansioso por ponerse en marcha.

Citando el puto musical del instituto, este sería el comienzo de algo nuevo.

Y Reigen estaba empeñado en que funcionara.

Hacía mucho tiempo que quería esto, probablemente más de lo que podía recordar conscientemente. Y no quería cagarla.

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Reigen rió nerviosamente mientras subía las escaleras hacia su lugar, Serizawa lo seguía como una segunda sombra. Ahora había un aire extraño entre los dos, pero no era el mismo de antes. Reigen sospecha que surgió de la pura impaciencia por el futuro cercano. Era bueno. Tenso. Pero bueno.

"Ahora, ¿qué tal si me pongo algo más cómodo...? Oh, espera, joder... así no. No te estoy seduciendo- jaja, ¿a menos que...? No, bromeando, bromeando. Te traeré algo de ropa seca también." Reigen está tanteando con sus llaves en su afán. No podía recordar la última vez que había estado tan emocionado de entrar en su apartamento.

Esto definitivamente no era como había esperado que fuera el día, pero era mejor que cualquier cosa que pudiera haber imaginado. En realidad, Reigen había anticipado que él y Serizawa iban a "romper" muy pronto, no a iniciar una relación real.

Dios mío, ¿Reigen tenía una relación? ¿Reigen Arataka? ¿Con Serizawa? ¿De verdad, Dios?

¡Él y Serizawa se acaban de besar! ¡De verdad! ¡Ambos se confesaron y todo!

¡Jodidamente bueno! JODER SÍ.

¡No podía ser mejor!

... Lo que significaba que algo iba a venir a joderlo en cualquier momento.

Reigen no consigue abrir la puerta antes de que se abra sola. Ahora, normalmente Reigen no pensaría nada de esta acción - su apartamento era una mierda, después de todo - la cerradura apenas funcionaba en el mejor de los casos.

Pero esta vez fue el trabajo de alguien del otro lado.

¿Y ese alguien...?

Bueno, sólo había otra persona que tenía la llave. Y no había sido entregada voluntariamente, eso era seguro.

Los ojos de Reigen se abren de par en par.

Probablemente hubiera preferido un ladrón. Al menos se llevarían toda la mierda de Reigen y se irían.

Un cóctel de sorpresa y horror estalla en sus facciones. Serizawa se pone rígido a su lado. 

Hablando literalmente del diablo. 

"¿Mamá?"