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Emily no pudo más y corrió hasta un local cerca de ahí.
-¡Emily!-gritó Dóminik corriendo tras ella-¡Espera, no corras!
Para cuando Dóminik llegó Emily ya había entrado a un baño del local. Escuchó unos pequeños sollozos desde dentro del baño. Dóminik sintió una gran tristeza dentro de sí mismo, había decepcionado y deprimido a la persona más importante (por no decir la única que importa) en su vida, quería morir, no quería ver a su Emily triste, no soportaría verla así otra vez. Las lágrimas comenzaron a correr por su rostro acompañadas de pequeños sollozos casi inaudibles, pero poco a poco se volvieron más fuertes, no mucho pero sí lo suficiente para que Emily los escuchara. Aún seguía triste pero escuchar a Dóminik llorar entre pequeñas frases intangibles la hizo perdonar a su mejor amigo.
Después de unos momentos de escucharlo así quitó el seguro de la puerta dejando entrar así a Dóminik. Una vez que entró encontró a Emily en el suelo abrazando sus piernas entre algunos sollozos.
-¿Emily?-dijo Dóminik-¿Estás bien?... Lamento haber dicho eso, no fue mi intención herirte, tuve un ataque de ira y no pude controlar mis palabras...-se sentó junto a Emily después de cerrar y asegurar la puerta para luego abrazarla-Pues, ahora que lo mencionas, sí pasa algo.
-¿Qué sucede?-respondió al fin Emily.
Al escuchar las palabras de Emily por muy pocas qué fueran alegraron a Dóminik, pero esa alegría se esfumó cuando recordó a su padre.
-Es mi papá, no ha sido muy ven padre nunca.
-¿En qué sentido?-Hubo un pequeño silencio-¿Dóminik?
-Casi todas las noches llega ebrio a casa y empieza a golpearme a mí, a mi mamá y a Carlota. Lo qué me enfurece es que no puedo hacer nada, sólo entrometerme entre mi madre y Carlota.
Se quedan en silencio (o al menos Emily) mientras que Dóminik intentaba ahogar sus sollozos, el tiempo pasó y se dieron cuenta de que ya casi serían las 6: 30pm y que el local no tardaría en cerrar sus puertas.
-Dóminik, se hace tarde, debemos volver a casa.
-Sí, papá no debe tardar en llegar y no quiero que lastime a Carlota.
Emily se quedo sentada pensando mientas que Dóminik ya se había puesto de pie.
-¿Qué sucede,-dijo Dóminik- estás bien?
-Tengo una idea.
-¿Cuál?
-Quédate un tiempo en mi casa y trae a Carlota.
-¡¿Estás loca, qué dirán tus padres?!
-Siempre están de viaje, prácticamente vivo sola, no les importará.
-¿Qué le diré a mi madre?
-Invéntale algo, o sólo escapa.
-¿Estás loca?
-Sí, soy una desquiciada.
"Házlo-decía Hellen dentro de su cabeza-si te quedas ahí sólo lograrás que te golpeen más y aún más a tu pequeña hermana de 7 años, ¿Es eso lo que quieres, ver sufrir a Carlota?"
"Cállate,-respondía Dóminik en su cabeza-nunca te apareces y cuando lo haces sólo dices cosas tontas"
"¿Es tonto lo que dije? Estoy tratando de ayudarte, pequeño bastardo. Salva a Carlota y huye, Emily te está ofreciendo una solución, si no la aceptas Carlota morirá"
-Bien, iré, pero ¿Cómo sacamos a Carlota?
-Tranquilo, esta desquiciada tiene un plan.
Salieron del local y se dirigieron a la casa de Dóminik.
Una vez ahí Emily le ordenó a Dóminik que entrara, tomara sus cosas y las de Carlota y saliera al pórtico con Carlota. Todo iba perfecto hasta que divisaron al padre de Dóminik hacercarse caminando.

Bloody HandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora