Crossed destinies - Minsung

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Hair grow long like Chia.

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Jisung abrió su closet y saco un vestido negro con un corte hasta casi el inicio de su muslo. Era demasiado corto, pero no lo demasiado como para mostrar el culo en la calle. A Jisung le encantaba ese vestido en particular. Le gustaba como moldeaba a su cuerpo, podía sentirse como Afrodita cuando se lo ponía y está noche quería sentirse de esa manera.

Después de ducharse, exfoliarse y usar todas sus cremas diarias. Jisung regreso a la habitación y se puso su ropa interior, está noche solo llevaría bragas, el vestido no necesitaba sostén, por lo que saco una tanga del mismo color de su closet y luego se la puso. Su rutina consistía en maquillarse primero, luego cambiarse y por último peinarse.

Jisung se maquillo no demasiado cargado, pero si quería brillar, por lo que se hizo los ojos con violeta oscuro y brillos en el lagrimal y parte del parpado. Acompaño su maquillaje con un delineado, rubor, rimel, labial rojo, y por encima gloss. Después fijo su maquillaje. Cuando por fin termino se cambio de ropa y se peino. Justo a tiempo, el auto de su amigo Seungmin estaba abajo, había tocado la bocina un par de veces.

El doncel se puso sus accesorios, perfume y salió de la habitación con las cosas en su bolso. Bajo las escaleras con cuidado y cuando iba a la mitad de la sala su madre apareció en su campo de visión. La mujer estaba de brazos cruzados, con su ceño fruncido y mirándolo de mala manera.

—¿A dónde crees que vas vestido así?—Cuestionó la mujer golpeando el piso con su pie repetidas veces. Jisung puso sus ojos en blanco y siguió su camino hasta la puerta.—Han Jisung, estoy hablando contigo, te dije que mi prometido llega mañana y necesito que estés sobrio. ¿Por qué no puedes hacer nada de lo que te pido nunca?

—Voy a coger mamá, déjame en paz, ¿quieres?—Jisung paso por su lado y la mujer sintió un el tic de su ojo comenzado.—No me interesa para nada el pobre hombre con el que te vas a casar.—Jisung tomo las llaves de donde estaban colgadas.—Deja de joderme con los mismo todos los días, no soy un niño para que me digas que hacer.

La mujer suspiro levantando sus manos a manera de demostrar que se rendía. Siempre era lo mismo con su hijo. Ella estaba harta de su comportamiento, deseaba con todo su ser que Jisung ya se mudará, pero solo se quedaba ahí para joderla, si, era algo que había heredado de ella, tal vez era su karma, pero de verdad ese doncel la sacaba de quicio. Cuando su hijo nació, ella pensó que se llevarían muy bien, que serían muy unidos, pero la realidad cuando Jisung se convirtió en adolescente fue otra.

La relación de Jisung con su madre no siempre había sido de esa manera. Llegó un momento en el que Jisung comenzó a comportarse de esa manera con ella, al principio la mujer no lo entendía, seguía siendo la misma persona con su hijo, amándolo y tratandolo bien, pero para su mala suerte, Jisung se había enterado de la peor forma que la mujer engañaba a su esposo.

En aquel entonces Jisung ni siquiera le dirigía la palabra y después de divorciarse de su esposo las cosas fueron peor. Dejo de escucharla. Tiró a la basura cada cosa que habían comprado, la borro de todas las fotos familiares y demás. Se había ganado el odio de su hijo, y realmente ya estaba harta de su comportamiento rebelde, cualquiera en el mundo con inteligencia entiende los motivos de un engaño.

—Cámbiate, no saldrás así, además no tomes demasiado, Jisung, ya te lo he dicho.—La mujer demandó tratando de sonar estricta, pero su hijo solo se rió en su cara y luego saco un gloss de su bolso para retocar sus labios en el espejo de la entrada.—Hablo muy en serio.

—Yo hago lo que me da la gana, justo como tú.—Jisung volvió a guardar el gloss en su bolso y luego la miro.— Espero que está vez no engañes a tu nuevo esposo, conociéndote y a tus piernas automáticas, de seguro se las abres a cualquier vagabundo que se te pase por enfrente.—La mujer no soporto más y me dió una fuerte bofetada a hijo.