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My baby, my baby
You're my baby, say it to me.



El paso de los meses me había sentado muy bien a la relación de Jisung y MinHo , su convivencia era la mejor y nunca tenían problemas que no fueran solucionados hablando de ello y como se sentían. Jisung estaba completamente enamorado de ese hombre con el que compartía cada mañana, tarde y noche y no podía pedir más, estaba satisfecho con todo y realmente muy feliz.

Por otro lado Minho era exactamente lo mismo. Jisung era su mundo entero, no podía imaginar un futuro sin el o un mañana sin despertar a su lado, abrazándolo y diciéndole al oído lo mucho que lo ama. Jisung sabía de sobra eso, pero a él le gustaba recordárselo. Esa mañana Minho despertó y comenzó a besar el rostro de su novio, mientras que este seguía durmiendo.

—Amor, es hora de despertar. —Jisung dejo salir un suspiro, seguido de un pequeño bostezo, no quería despertar aún, era temprano y su novio solo quería salir a correr, no quería estar fuera de esa cama en las siguientes dos horas.—Vamos, cielo mío, perderemos la rutina si no vamos ahora.

Jisung bufo parpadeando para dispersar el sueño, no quería ir a correr, si su novio quería hacer ejercicio, había formas más entretenidas para hacerlo, por lo que se incorporo sobre el cuerpo del mayor, estirando sus brazos, para después pasarlos alrededor del cuello contrario.

—Papi, escucha esto, no tenemos que salir a correr para hacer ejercicio, estoy cansado, ayer me hiciste correr por el parque muchas veces, eres muy malo conmigo. —Murmuró abultando un poco sus labios, sabía que su novio no podía resistirse demasiado. Minho por su parte acordó sus manos en la estrecha cintura del doncel y comenzó a dejar caricias suaves y pausadas.

—Entonces, ¿que propones, mi amor? —Murmuró sonriendo ladino a lo que Jisung paso su lengua por sus labios para después acercar su rostro al de su novio. El doncel dejó escapar un jadeo cuando el pelinegro lo apretó de la cintura y junto sus labios en un beso fogoso. Todo su cuerpo se encendió de inmediato con el calor del momento.

Minho no planeaba dejarlo respirar por un largo rato, mientras tanto sus manos quitaron el suéter con el que si chico estaba durmiendo, realmente era suyo, pero amaba que Jisung tomara su ropa y la usará como si fuera suya. A la vista del pelinegro quedaron los jugosos pechos del doncel. Saltando y meneandose al ritmo del menor, no hacían más que tentarlo e invitarlo a probar.

Rogando por ser comidos y estimulados hasta que el más mínimo roce los ponga duros. Minho estana deseoso de eso, así que lo hizo. Libero los pomposos labios del menor y bajo sus desde su cuello hasta los pechos contrarios, comenzando a chupar la punta de uno, mientras que el otros era estimulado por su mano.

Jisung gimió apretando los hombros del pelinegro, le gustaba mucho la estimulación, pero también estaba deseando hacerlo sentir bien y escucharlo jadear desesperado, por lo que tomo el rostro contrario y lo detuvo, dio un último beso húmedo y bajo hasta el inicio de los pantalones de pijama que su novio estaba llevando en ese momento. Jisung le sonrió de manera coqueta, esa manera que lo ponía como un salvaje y que solo era de esa manera cuando se trataba de Jisung .

—¿quieres hacerme sentir bien, dulzura?—Jisung asintió sacando el miembro contrario de los pantalones. Minho dejo salir un suspiro y por inercia llevo sus manos hasta los cabellos del doncel, los cuales acaricio y acomodo, para que no le estorbaran más tarde.

Jisung abrió su boca y tomó la extensión del pelinegro de un solo bocado, llevándolo hasta lo más profundo de su garganta y amando la presión que eso le generaba. El doncel comenzó a mover su cabeza rápidamente, sacandole gélidos graves a su novio, quien sólo apretaba sus cabellos y tiraba si cabeza hacia atrás.

Crossed destinies - MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora