Crossed destinies - Minsung

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Dog, player, ah get it.

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La tensión entre Jisung y Minho era palpable, cualquiera con sentido común e intuición podían sentirla, pero su madre siendo incapaz de eso, simplemente estaba ahí comiendo y hablando con Minho mientras fingía tener una relación perfecta con su hijo. Quería mostrarle que ella era buena y Jisung el malo. El rubio no había mirado ni una sola vez al tatuado, pero podía sentir su penetrante mirada sobre el.

No tenía intenciones de verle en ese momento. Le importaba un carajo que este comprometido y que su prometida sea su propia madre, pero lo que le molestaba era el hecho de que le había mentido diciendo que habia Sido su primera vez en meses. El realmente odiaba las mentiras, eran la primera cosa que se presentaba ante los engaños y la traición y el simplemente detestaba eso.

Solo tenía 13 años cuando vio a su madre teniendo relaciones sexuales con otro hombre en la cama que compartía con su padre. El doncel había salido temprano de la escuela y regreso a su casa, pero lo que vió fue ropa tirada por toda la sala, así que se preocupo de que a su madre pudiera pasarle algo. El rubio comenzó a seguir el rastro de ropa hasta la habitación de sus padres, donde se escuchaban ruidos extraños.

Jisung dejo su mochila en el suelo de la sala y subió las escaleras siguiendo el ruido. Le parecía extraño que su madre no estuviera ahí y no fuera a buscarlo después de ser notificada que salía temprano hoy. Minho estaba molesto por haberlo hecho esperar, pero lo que vio fue totalmente diferente.

Su madre estaba encima de un hombre que no era su papá, desnuda y gimiendo. Jisung estaba horrorizado. Sin decir una palabra se dió la vuelta y bajo las escaleras para salir de su casa. No sabía cómo sentirse, tampoco sabía cómo decirle a su padre. Tenía miedo de que no le creyera ni una palabra.

Fue cuestión de tiempo para que su padre se enterará de lo sucedido y se fue a Busán, Jisung quiso irse con el, pero al ser menor y la madre del doncel tener la custodia no podía. Jisung lloró días, no comió y protesto para irse con su papá, pero su mamá no se lo permitió, así que llego a la conclusión de que si ella no quería que se fuera, entonces iba a hacer que lo deseara.

Fue cuando se tomó la tarea de hacerle la vida imposible a su madre. Cada pretendiente que llegaba a esa casa era acosado hasta el cansancio por Jisung, molestando y desesperado. Todo para que desistieran y no volvieran y con todos había funcionado, pero la muy hija de puta fue inteligente y no trajo a más nadie, siempre los conocía y salía sin llevarlos a casa.

—¿Te gustó la comida? La hice con mucho amor.—Sonrió tomando la mano de Minho, quien dejó de mirar al doncel y asintio con una sonrisa leve.—Me esforcé mucho, incluso casi me quemó friendo la chuleta.—Jisung estaba mordiéndose la lengua.—Y también—.Jisung la interrumpio.

—Lo pediste a domicilio, deja de ser tan hipócrita y exagerada.—Minho ya mujer mirando al doncel, quien se levantó de la silla llevándose un pedazo de carne a la boca.—Como odio que hagas esto, deja de mentirle a la gente.

La mujer soltó la mano del tatuado, mientras sonreía con incomodidad. Jisung estaba sacándola de quicio. ¿No podía comportarse ni una sola vez? Ese chico iba a matarla de rabia algún día. La rubia se disculpo un segundo y se levantó del comedor para ir detrás de su hijo, quien se encontraba en la cocina.

—¿Que rayos crees que haces? ¿Por qué te empeñas en hacerme quedar mal delante de Minho?—La mujer lo miro con enojó, pero Jisung ni siquiera se inmuto, estaba demasiado ocupado lavando su plato.—Responde, mierda, no te hagas el inocente ahora.

—¿Que puta mierda te pasa a ti? ¿Te crees que todavía tienes 20? Eres una maldita señora de 42 años, el podría ser tu hijo y sabes que aborrezco tus mentiras, así que por eso lo dije, eres solo una maldita perra con cara de poker que a todo el mundo engaña, pero no a mi, te conozco demasiado bien y se que no estas haciendo esto por amor.—La mujer suspiro tratando de calmarse para no golpearlo.