The Covenant ☆

«ACTO - 011»

.

YunHo se mantenía en silencio, solo el sonido de las ruedas del carruaje avanzando por las calles nevadas de Wonderland le llegaban a los sentidos. Y aunque Riot intentaba realizar algún comentario sarcástico, el alfa se mantenía enfocado, no tenía ganas de gastar sus energías en ese hombre cuando llegaron a la Sede del concejo, el aroma a sándalo de MinGi le hizo entrar en alerta, odiaba que estuviese allí y las el hecho que el Monarca los juntara a los dos bajo alguna razón egoísta. Cuando entro al salón su mirada se encontró con la del príncipe que pareció desconcertado por verle allí. Riot se quedó afuera, al parecer no había sido invitado a la reunión.

—¿Qué haces aquí YunHo? —MinGi le dijo. Pero su voz no sonaba a reclamó, más bien era de preocupación.

—El Monarca me mandó a llamar. —Contestó mientras se le acercaba.

—No te separes de mí, volveremos juntos.

—No me gusta que vengas sin mi a este lugar.

—No tengo miedo. El hecho que haya aceptado cumplir mi rol de la profecía no significa que me voy a doblegar.

—Hmm como yo lo hago, ¿No es así?

—¡No lo dije por esa razón! —Le dijo alterado y con la cara roja de vergüenza—; tus razones son distintas y yo las entiendo, no es mi intención juzgarte.

—Sé que no, solo estoy molestándote. —YunHo le regaló una sonrisa—; admiro tu valentía, me haces sentir tan orgulloso. Algún día tendré un poco de ese espíritu para vengarme.

—Estaré allí para ayudarte.

YunHo asintió, se sintió feliz de repente por alguna razón, no importaba lo que sucediera iba a estar al lado de MinGi sin importar qué. Nada es para siempre y estaba seguro que el fin de Seungri llegaría, y esas tierras encontrarían la paz. Cuando unas puertas secundarias se abrieron y la figura del Monarca apareció cambiando la atmósfera en su totalidad.

—Permítame felicitarlo por el despertar del rey omega. —Sonrió al decirlo—; Un evento que no creí ver nunca. El obelisco no se equivoca, cumplió tal como predijo.

—Guárdatelos para ti sólo. Yo no necesito nada que provenga de tu persona. —MinGi arremetió.

—Bien, entonces vayamos directo al punto. —Seungri se mantuvo tranquilo—; en tres semanas habrá un eclipse total de sol. ¿Sabes lo que significa para Wonderland?

—Sí, el eclipse anuncia el término del tiempo estipulado para el cumplimiento de la profecía.

YunHo miró de reojo a MinGi cuando esté procedió a decir eso con la mayor calma posible, cuando el corazón en su pecho se desbordaba en ansiedad. El príncipe se veía tan seguro allí de pie, aceptando el destino que ahora cruelmente se le era impuesto.

—¿Qué ha decidido? Príncipe de Halazia.

—Seré el príncipe de la profecía. Cumpliré mi parte y me uniré al príncipe Kris de Outlaw.

—Bien. Entonces está decidido. Haré los preparativos para la boda.

—¿Eso es todo? Ya me tengo que ir tengo cosas que hacer.

—Una cosa más. —Hizo un ademán y la puerta fue abierta.

El príncipe Kris ingresó al salón, iba acompañado muy de cerca del capitán Woobin. Se detuvo frente al platinado y le sonrió, a lo que también recibió una de vuelta. Entre tanto, YunHo y el segundo invitando se miraron brevemente; pero no intercambiaron ningún comentario.

—Príncipe MinGi, que bueno verlo otra vez. La paz sea en su reino, Halazia.

—La paz en el reino de Outlaw. Y en todo Wonderland.