My Fake Love || Cha Eunwoo

𝑹𝒖𝒍𝒆𝒔 𝒐𝒇 𝒕𝒉𝒆 𝒈𝒂𝒎𝒆

Eunwoo respira hondo antes de hablar en tono firme:

—Escucha, creo que es hora de que hablemos... sobre nosotros.

—¿Nosotros?

—No es ningún secreto que ninguno de nosotros dos quería esto, pero estamos atrapados y vamos a tener que vivir con ello. Así que creo que es hora de que hagamos un trato -él me observa con una expresión tensa y seria.

—¿Un trato?

Él asiente ligeramente con un toque de satisfacción en su mirada ante mi duda, pero aún hay cierta cautela en su tono de voz.

—Vamos a vivir juntos por lo menos dos años y después nos separaremos, pero en estos años habrá reglas.

—Por primera vez estamos de acuerdo —digo cruzando mis piernas. ¿Acaso escuchó mi conversación con Song Kang? Tal como lo imaginé él no quiere sostener esta farsa para siempre, lo cual es perfecto.

—Adelante, escucho tus reglas supongo que ya las tienes en mente —afirmo confiada, saco mi móvil y busco la aplicación de notas para escribir.

—La regla número uno: nada de relacionarse con nadie... no quiero engaños, ni aventuras...

Una sonrisa irónica aparece en mi rostro, ¿Quién lo diría? el mujeriego Cha Eunwoo estaba pidiéndome fidelidad en nuestro matrimonio falso.

—Supongo que aplica para ambos no solamente para mí.

Él asiente firmemente, sin ninguna expresión dándome a entender que no está bromeando.

—Efectivamente. Se aplica para los dos. Nadie más mientras estemos juntos, ni yo con ninguna otra mujer, ni tú con ningún otro hombre.

—Acepto —digo mirándolo sin desviar la mirada de sus ojos, él no tendría por qué enterarse de lo mío con Song Kang, después de todo lo nuestro aún no contaba como relación amorosa ni aventura por más que lo quisiera ¿O sí?

—Bien, regla número dos: nada de afecto físico. Sin besos, sin abrazos, sin contacto íntimo... nada de todo eso excepto frente al público. Nos relacionaremos como compañeros de habitación, no como marido y mujer.

—Creí que eso estaba bastante explícito al ser un matrimonio falso —digo alzando una ceja.

Él suelta una leve risa ante mi comentario, aún manteniendo la mirada firme.

—Sí, pero necesitaba asegurarme de que estuvieras de acuerdo sin ninguna objeción.

Toma un sorbo de su vino y su expresión se vuelve seria otra vez mientras yo sigo escuchando.

—Regla número tres: solo compartiremos habitación durante la noche y estaremos juntos solo cuando haya invitados o fuera de casa. De lo contrario, llevaremos vidas separadas dentro de este hogar.

—Excelente.

—Cuarta regla: cualquier problema que surja entre nosotros, lo trataremos como adultos y no nos pondremos histéricos. Es la única manera de no hacer que este matrimonio sea un infierno para ambos.

—Es una regla razonable ¿Alguna otra regla?

Tras un momento de silencio, Eunwoo añade una última regla:

—Y la regla número cinco... es que si uno de nosotros empieza a desarrollar sentimientos por el otro... se lo comunicaremos al otro y pondremos fin al matrimonio inmediatamente.

—Perdóname pero esa regla es ridícula, jamás sucederá, al menos no de mi parte. —contesto refiriéndome a desarrollar sentimientos por el otro.

—Si estás tan segura de cumplirla, entonces no habrá problemas en aceptarla como regla —dice desafiando.