Christopher tuvo una sonrisa en todo el viaje, se imagina la sorpresa que se llevaría su familia cuando le contara sobre el bebé.
Gema observó a su esposo y sonrió. La emoción en él era algo que se podía ver a kilómetros, esperaba que esa familia no desilusionara a Christopher y no rechazaran al bebé en su vientre.
-Estamos por llegar a Londres.
Ella posó su mano encima de la rodilla de Christopher.
-Tranquilo, querido, estoy segura que ellos estaran felices cuando se enteren que alguien se integrará a la familia Morgan.
Christopher asintio contento.
Ese bebé sería una estrella brillante para su familia.
...
Christopher no aguantó el querer dar la noticia y apenas aterrizaron en el aeropuerto se subieron a un auto y condujeron directo a la mansión.
Gema entrelazó sus dedos con los de Christopher y sonrió nerviosa.
Llegaron a la mansión y se encaminaron a la puerta principal.
A penas llegaron y escucharon el ladrido de Zeus.
Christopher se agachó y acarició a su perro.
Gema ni intento acercarse.
-Nunca se agradaran.
-Prefiero a los gatos que a los perros.
-Eso es traición, ¿cómo que gatos?
Le rodeó la cintura y se hacercaron a la sala.
-Ellos son tranquilos y no crean problemas, pero los perros...
-Zeus es tranquilo.
-Contigo...
Ella se quedó en silencio al ver a las personas en la sala.
Los Morgan estaban sentados en la sala y la que más resaltaba era la mujer de vestido floreado con escote y una gran barriga.
Gema abrió los ojos enormes y luego sonrió.
Se giró hacia Christopher con intensiones chismosas y vió el ceño fruncido de su marido.
-Christopher.
Alex se levantó del sofá. Se acercó a la pareja de casados.
-¿Qué significa esto?
-Rachel está embarazada. Al final la amante se te adelantó, bastarda.
Gema no dejo de observar a su esposo y vio como cada una de esas emociones desaparecían.
La ilusión. Esperanza. Alegría. La dicha.
Todo eso desapareció de los ojos de su esposo y se llenó de una mirada decepcionada.
Gema sintió tanta lástima por su esposo.
Todas sus ilusiones se hicieron añicos.
-Christopher.
Rachel se levantó del sofá y se acercó a él.
-Sé que ya te casaste con Gema pero estos niños no pueden nacer fuera del matrimonio.
Alex miró a su hijo y le dijo indirectamente que los niños eran suyos.
-No quiero arruinar tu matrimonio pero quiero un padre presente para mis hijos.
Christopher miró a la hermosa mujer que era la dueña de sus sentimientos amorosos. La decepción lo inundó aún más al verla con esa cara inocente decir algo tan falso.