Yin Yang | Lukas Urkijo

I

Nueva...¿hermanastra?

Lukas|

--Hoy necesito que te pongas lindo.

--¿Más de lo que ya soy?

--Me entendiste. Ya sabes para qué.

--Hoy tengo una fiesta, en la casa de Karla. ¿No puede ser otro día?

--No. Lukas, ya lo conversamos, ya lo coordinamos, será hoy.

Estamos desayunando en el comedor del departamento, son las nueve y quince de la mañana y ya me puse de mal humor.

Como siempre, empezando mal el día.

--¿Pasará algo super importante hoy?, ya yo conozco a Leonardo.

--Pues, hoy conocerás a su hija.

Leonardo Davies, un inglés que no tengo idea de como terminó siendo novio de mi queridisima y hermosa madre, ¿Tiene una hija y yo apenas me entero?, me doy cuenta que apenas estoy empezando a enterarme de lo más ¿importante?

--Voy a poder conocerla después,--Tomé agua--¿no se quedarán unos días acá?

--Si. Pero igual. Si quieres ir, solo espera a conocerla y después te vas. No me hagas quedar mal con Leo. Él la trae especialmente para que conviva contigo.

--¿Conmigo?

--Ajá. Me contó que le cuesta socializar con las personas acá, no tiene muchos amigos.

--Ya.

--Roz ya la conoce, no estará acá cuando vengan. Solo faltas tú. ¿No te emociona tener una nueva hermana?

--Con Roz me parece más que suficiente, ¿para qué otra?

--Solo te pido que --Se levanta con su plato en la mano--... Te comportes bien con ella.

☯︎

Y acá me tienen. Llevo esperando como no sé, ¿hora y media? y no ha llegado Leonardo con su supuesta hija.

--¿Crees que se tardarán más?--Pregunté mirando cada dos segundos el reloj de mi celular.

--Seguramente no.

Y hasta que por fin, escuché el sonido que tanto llevo esperando, el timbre.

No es que estoy emocionado o algo por el estilo, lo que quiero es irme ya a la fiesta donde se supone que ya debería estar.

Me levanté del sillón, pero no caminé. Mi madre se acercó a la puerta y abrió. Se saludaron y, primero entró Leonardo, siempre con su buena facha de empresario forrado en dinero, detrás de él, apareció una chica más o menos alta, con el cabello castaño y de ojos grises.

Okay.

Caminaron y se acercaron a mí, la chica con cara de pocos amigos--Literalmente, por lo que dijo mi madre-- lo que hace que yo quiera salir más rápido de acá.

--Lukas, ¿Cómo estás?--Me saludó Leo.

--Bien, ¿Y usted?