IV

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La muerte es aquella que no importa cuantas veces se trate de ignorar, cuando aparece, lo hace de forma ruidosa, fugaz, dejando una marca que es muy difícil de borrar.

Es aquella que se lleva un pedacito de tu alma, que va recolectando poco a poco, hasta que te toque a ti verla de frente, para poder completarla (tu alma) del otro lado.

Pero no es malvada; su existencia es un recordatorio de lo falible que es existir,  el ser humano, de lo efímera que es nuestro pasaje por este planeta, por esta línea temporal.

Y aun así, hay algo que ella jamás puede quitarnos como seres vivos: el amor, porque éste va más allá de lo material, de la carne y hueso, traspasa tiempo, espacio y gravedad.

El amor es lo que nos conecta con ese pedacito de alma que se nos fue de manera temprana, ese hilo que conecta a dos seres aunque no puedan tocarse, aunque no puedan verse.

Y aunque la presencia de la muerte nos aterre, nos deje con el sabor de sal en la boca de tanto llorar, el amor es ese susurro de tu ser querido que te arrulla para poder dormir.

Ella (la muerte) no odia la vida, no odia la existencia de los seres, al contrario, muchas veces es la salvadora del sufrimiento de aquellos que no son escuchados en vida.

Para algunos trae paz, para otros es caos
Para algunos es una iluminación, para otros es el caer en un valle de sombras
Y nosotros como humanos, qué nos queda?

Todo dependerá de tu perspectiva, puedes luchar contra ella, sabiendo que ella siempre va a "ganar"
Puedes gritarle y maldecirle, que ella igual cumplirá con su deber

Yo, prefiero verla como una mensajera, un recordatorio de que esto es solo el camino de por medio, ¿a que? ni idea, pero como humana puedo darme la libertad de saber que no tengo control sobre ella, sobre mi, ni lo que me rodea, y que aunque duela, solo sabré la verdad cuando me toque a mí morir.

Puedo hipotetizar hasta quedarme dormida.
Si los veo al otro lado, no es un "adiós", sino un "hasta pronto", entonces solo me queda vivir, y esperar a que ella venga a por mí también.

Si no los vuelvo a ver, es saber que de mi corazón jamás salió odio hacia ellos, les dí lo mejor de mí, y lo más bonito, es que fue recíproco, entonces es un aprendizaje para mi alma.

De saber que aunque la vida es dura, es cruda, uno puede encontrar el paraíso en unos ojos, en el tacto de dos seres, y que tuve la dicha de poder experimentar el amor incondicional, tanto brotando de mí, como recibiéndolo sin mediar palabras.

Y es justamente ahí, en esos recuerdos, que se haya para mí, la razón de ser humano: tener la esperanza de verlos en otro lado, y si no fuera así, haber tenido la dicha de sentir amor todos los días, en esos pequeños momentos íntimos donde sus ojitos coloridos se conectaron con los míos, donde me sacaron risas con sus locuras, y le dieron paz a mi corazón al dormir a su lado.

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⏰ Última actualización: Aug 18, 2024 ⏰

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