Capítulo 2.

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El auxiliar.

Aún no entendía porque nos despertaron tan temprano. La sala estaba silenciosa como una tumba y la única que paseaba por acá era Bella, parecía impaciente. Estire mi espalda hacía atrás bostezando, mientras echaba una mirada a través de la venta: el sol ya estaba comenzando a salir. Un ruido que venía de las escaleras me despertó del todo y sin querer le di un codazo a mi hermana. Ella que se había quedado dormida, dio un saltito y abrió los ojos, asustada.

__ Lo siento_ le dije.

Estaba por levantarme del sillón cuando se escuchó un ruido horrible que termino con el silencio.

__ ¿Qué fue ese ruido?_ preguntó, mirando por doquier.

__ No sé._ murmure, bostezando.

__ ¡¡AAAYYY!!_ se quejó alguien en el piso de la sala.

Esa vez, las tres al mismo tiempo, nos levantamos de un salto del sillón. Bella fue corriendo a las escaleras y nosotras solo nos quedamos con la boca abierta observando.

__ Oh, ¡Señora Victoria! ¿Está bien?_ Bella la tomo del brazo para ayudarla a levantarse.

__ Sí, ayúdame con las maletas, por favor.

__ Claro_ agarro las maletas y se dirigió a la salida de casa.

Mi mamá se acercó a nosotras, acomodando su cabello y cambiando un poco su expresión. Nos dio un beso a cada una en la frente. Luego nos observó un momento y sonrió.

__ Iré de viaje por unos días debo visitar a una vieja amiga, y espero la colaboración de todas ustedes ¿sí? Necesito que le obedezcan a la señora Isabella en todo lo que ella les indique y no pongan a su padre de los nervios, debido a que no tiene paciencia, además saben que sale a trabajar todos los días muy temprano.

Carolina, mi hermana, levanta la mano, casi insegura.__ Yo siempre obedezco todo, mamá. Ahora Kalu y Aury no.

Kalea le dio un codazo, con una ceja enarcada.__ ¿Qué dices? Yo también soy obediente.

__ ¡No es cierto! Sabes que no podemos salir de noche y vos, sin embargo, pusiste una escalera sobre la ventana de tu habitación para escapar de noche las veces que quieras.

__ ¿Qué?_ a mi mamá se abrieron los ojos enormemente.__ Aurora, vos que sos la más cuerda, ¿esto es verdad?

Abrí la boca para responder, pero fui interrumpida.

__ ¡Eso no es cierto! Me está difamando, mamá._ Se apresuró a decir Kalea, cruzando sus brazos y mirando mal a Carolina.__ Jamás sería capaz de hacer terrible cosa.

__ Mamá te juro que es cierto, no sé cómo le hace pero después de llegar a casa por la madrugada, la escalera desaparece mágicamente._ Insistió Caro, con los nervios de punta.

__ ¡Eres una mentirosa_ le señalo Kalea con el índice.

__ ¡La mentirosa sos vos!_ le respondió, Caro.

Mamá, con calma de siempre, les miro a ambas.

__ Niñas._ las llamo__ Dejaremos esta charla para después. Ahora hagan lo que les ordené y no olviden desayunar antes de ir al instituto.__ abrió sus manos para tomar las nuestras, su mano derecha toco la mía y pude sentir su cicatriz, aquella que se hizo en un pequeño accidente al intentar cocinar.__ Recuerden que la sinceridad es una virtud. Se adquiere practicando con la paciencia.

Las tres asentimos y luego nos miramos cada una al mismo tiempo.

Mamá nos dio un corto abrazo a cada una y se despidió. Bella entro a la sala luego de que mi mamá dejara la casa. Las chicas se fueron directo a las escaleras.

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