𝑬𝒍 𝒆𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐.

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𝑻𝒂𝒆𝒉𝒚𝒖𝒏𝒈.

-Debo ser un idiota al siempre hacerle caso a mi imbécil hermano.

Taehyung estacionó el auto frente a un bar de mala muerte, lo miro por última vez y salió del auto, asegurando llevar todo lo necesario, se dispuso a caminar hacia la entrada del lugar, apretando el botón de alarma de su carro.

Al estar dentro de aquel bar, Taehyung miro a su alrededor haciendo una mueca de desagrado por el aspecto de aquel lugar, habían muchos borrachos y gente de mal ver, miraba con total precaución a su alrededor buscado a la persona con quién se tenía que encontrar.

-Cabello negro, medio largo, alto, formido, brazos tatuados... ¿Cómo mierdas lo voy a encontrar si este lugar está lleno de hombres así?- Pensó en voz baja mirando a un grupo en especial frente suyo.

Camino hacia ese grupo mirando especialmente a un chico con las descripciones que tenía en mente, aquel chico sintió la mirada y alzó la vista...

-ˋˏ ༻❁༺ ˎˊ-

𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌

Sentí una mirada y alcé la vista, encontrándome con unos ojos intensos y bonitos, con el rostro de un niño bonito, sonreí pues sabía perfectamente que aquel chico me buscaba a mí. ¿Y por qué lo sé?, porque ya lo esperaba.

Aquel niño bonito me lo había topado en una app de citas, habíamos charlando un poco hasta que le pedí que nos viéramos, pero se negaba ya que "no nos conocíamos bien", pero lo convencí diciéndole que lo trataría bien... Y claro, seré muy bueno con él.

-Me voy chicos, mi compañía llegó.- dije despidiendome de mi grupo de amigos.

-¡Hombre no te vayas aún, la noche es joven!-dijo mi amigo Taenin.

-Lo siento hermano, nos vemos luego.

Saludé a todos en despedida y caminé hacia mi niño bonito sin dejar de mirarlo en todo el camino.

-Hola.-Salude con una sonrisa coqueta.

-Hola.-respondió tímidamente.

-¿Nos vamos?.- Pregunté aún mirando sus bonitos ojos.

-S-si, si, vamos.

Se dió la vuelta y empezó a caminar hacia la salida mientras yo lo seguía por detrás mirando su atractiva espalda y bajando hasta su redondo culo que se me hacía agua la boca por probarlo.

Salimos del bar y lo seguí hasta un auto color blanco, desactivó la alarma y él entró primero al asiento de piloto, dí la vuelta y entré al de copiloto.

-¿Y a dónde quieres ir?.-ladee la cabeza en forma de pregunta.

-No lo sé, tienes alguna idea tú?

Lo miré de arriba hacia abajo mordiendo mi labio y asintiendo lentamente.

-Mmmju, claro que tengo una idea fantástica.- Dije con voz ronca y seductora.

-Ni lo pienses, no soy de esos.- Dijo con indignación.

-¿Por qué?, ¿Tienes miedo, bonito?.-Sonreí coqueto.

-No es eso, no te conozco y, y no soy tan fácil...

-Nunca dije que lo fueras, pero vamos, me dirás que no sientes la tensión entre ambos?

-¿Tensión?, ¿De que estás hablando?

-Espera, ¿por qué accediste a salir conmigo si no era para tener sexo?

El niño bonito abrió la boca junto a sus preciosos ojos en completa sorpresa.

-¡Accedí salir contigo para conocernos, CO.NO.CER.NOS!, ¿te acuestas con cualquiera?.-dijo con una mueca de desagrado.

-¡NO!, ¡Claro que no!.-ahora yo respondí ofendido.

-¿Entonces?, ¿por qué apenas y me ves me ofreces sexo?.-cruzo los brazos de manera arrogante.

-Por que me gustaste, desde que te encontré en aquella app y hablé contigo, no paraba de imaginarme tenerte encima de mí.

-Asqueroso.

- ¿Cómo que asqueroso?.-mi semblante cambio a uno serio, me estaba empezando a molestar su actitud caprichosa.

-No voy a tener sexo contigo.-dijo renuente.

-Muy bien, este encuentro fue en vano.-Me dispuse a salir del auto hasta que su mano tomo mi antebrazo.

-¡No!, espera...

Mire su mano y luego su rostro frunciendo el ceño.

-¿Qué?

Quitó su mano y su mirada era nerviosa, lamió sus labios y enfocó su vista en mí.

-E-es, es, esta bien, estaré contigo.- Dijo tartamudeando.

-¿En serio?.- Alcé las cejas.

-S-si.

-¿Por qué?

-¿Por qué, qué?.- Respondió nervioso.

-¿Por qué quieres estar conmigo?

-También me gustas, pero no quiero que pienses que soy un fácil.- Agachó la mirada en vergüenza.

Me acerque a él y alcé su mirada con mi mano en su barbilla, acaricié su mejilla y con mi pulgar roce su labio inferior en forma de mohin, acerque mi rostro y lo bese.
El beso era lento, tímido a mi agusto, pero debía ser paciente, quería que mi niño bonito confiará en mí. Lentamente me separé y le sonreí.

-Yo nunca pensaré o diré que eres un fácil.- Le dí un pequeño beso de nuevo.

-¿De verdad?

Asentí mientras seguía acariciando su lindo rostro, él sonrió y dejó caer su cabeza en mi mano disfrutando mis caricias.

- Entonces, ¿Vamos a mi casa?.

-Okay.-respondio en tono suave.

Bajamos del auto e intercambiamos asiento, ya que él no sabía dónde vivo y me es difícil explicar.



𝐶𝑜𝑛𝑡𝑖𝑛𝑢𝑎𝑟𝑎...

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