Capitulo 4

654 36 7
                                    

Abrí los ojos lentamente y me estiré. Mire el reloj y suspiré aliviado de no haber vuelto a dormir. Y mucho menos que en realidad me desperté bastante temprano.

El sol comenzaba a salir y una mezcla de Rosa anaranjado cubría el cielo de la mañana. Era octubre, así que empezaba a ser un poco de frío afuera.

Me tumbé en la cama unos minutos más, absorto en el calor de mis sábanas hasta que decidí levantarme y ducharme.

Me levanté de la cama, sintiendo el frío en los pies, agarré una bata limpia, ropa interior, calcetines y me apresuré al baño.

Hoy parecía que iba a ser un buen día. Pero no podía quitarme de encima la sensación de que me estaba olvidando de algo.

Abrí la ducha, me quité los calzoncillos y me metí en ella. El agua tibia empapando mi cuerpo.

Era tan.... Relajante. Hasta que recordé que era exactamente lo que había olvidado. La poción de lujuria. Y casi me resbalo y caí.

Gemí de agonía Y probablemente sonó como si me estuviera masturbando, pero no me importó. Todavía no puedo creer que snape nos haya dado una poción de lujuria sangrienta para hacer y probar.

Me lavé el pelo y el cuerpo mientras pensaba en lo que me iba a deparar el día. Cambié de opinión sobre la idea de que iba a ser bueno. En el fondo sabía que esto iba a ser una mierda.

Si al menos no me emparejaban con una chica, incluso elegiría a neville en lugar de malfoy, está bien, tal vez no. ¡Pero vamos! ¿Malfoy? Tienes que estar bromeando. Esto iba a ser vergonzoso.

Debí estar en la ducha más tiempo del que pensaba, ya que escuché un golpe en la puerta que me gritaba que me diera prisa.

–Un segundo, ya voy– le grité

Abre la ducha y salí de un salto. Agarré mi toalla y me sequé el cuerpo.

Rápidamente me puse mi ropa, dejando que mi cabello se secara al natural. Ni siquiera se molestó en tratar de domesticarlo.

Por último, me puse las gafas y salí.

Ron me saludó con una sonrisa– Buenos días, Harry.

–Buenos Dias–le volví La sonrisa mientras me ponía un par de zapatos–voy a bajar a desayunar, nos vemos allí– agregué y agarré mi varita, metiéndola debajo de mi bata.

–Adios amigo– Respondió Ron

Bajé las escaleras para cambiar de ropa y luego por los pasillos. Finalmente llegué allí y entré. Mis ojos escudriñando la habitación en busca de malfoy. Suspirando cuando no lo veía.

Solo vi unas pocas personas aquí, ya que todavía era muy temprano y me senté solo en la mesa de Gryffindor. La verdad es que fue bastante agradable.

Agarró un poco de tocino, papas fritas y huevos. Sirviéndome un vaso de leche en el proceso.

Estaba terminando cuando esa rubia sarcástica entró, sus ojos escudriñaron la habitación hasta que se posaron en mí. Se acercó su mesa y se sentó, rompiendo el contacto visual. Ni siquiera me di cuenta de que ron y Hermione se unían a mí hasta que Hermione habló.

–Hola Harry– Repiquete.

–Hola Mione–me giré para mirarla y comí el último bocado de comida en mi plato.

–te levantaste temprano–señaló, miré el reloj y me di cuenta de que todavía era muy temprano.

–Supongo que sí– me reí levantando un poco las gafas.

El resto del desayuno transcurrió en un borrón. Desde la conversación común hasta el contacto visual ocasional con malfoy. Nada nuevo.

Me dirigí a clase, hermione y ron a mi lado. Solo hicimos una pequeña charla, pero todo en lo que mi cerebro podía centrarse era en la poción. La estúpida poción.

Llegamos a clase unos minutos antes de que sonara el timbre y nos sentamos en nuestras estaciones. Malfoy llegó un par de minutos después que yo.

Se dirigió muy lentamente hacia el escritorio, podía sentir dagas clavadas en mi espalda.

–Potter–anuncio malfoy mientras se sentaba, lo más lejos posible de mí.

–malfoy–le respondí con frialdad.

Snape entró tan pronto como sonó la campana y todos se callaron.

–Ahora. Sé que algunos de ustedes están preparados para tomar las pociones hoy. Así que les animo a que lo hagan una vez que termine de hablar. Para el resto de ustedes que todavía están trabajando en sus pociones, por favor continúen– snape habla en voz alta, mirándonos tanto a Draco como a mí.

–para aquellos que están listos para beber sus pociones, sepan que los efectos secundarios si se preparan incorrectamente serán malos. Tendremos a alguien en espera en caso de que eso suceda. Ya pueden proceder– terminó y se sentó en su escritorio.

Me volví hacia Draco– supongo que deberíamos cortar un poco de pelo y ponernoslo.

Malfoy gimió y se tocó el cabello–cortaré el tuyo primero. De todos modos, necesitas urgente un ajuste–solo asentí.

Draco agarró un par de tijeras y acercó su silla. Estaba demasiado consciente de todo lo que hacía, por si acaso intentaba tirar de algo. Por suerte no lo hizo.

–hecho–colocó los mechones de pelo en su taza de poción y los mezcló.

–es tu turno–agarré las tijeras y él las retiró rápidamente.

–como si te dejara acercarte a mi cabello con esas cosas. No me hagas reír, Potter–Draco gruñó y cortó un mechón de su propio cabello, colocándolo en mi taza.

–Lo que sea–le respondí, mezcle el cabello con la poción Y agarré la taza

–¿Listo?–le pregunté a Draco y el asintió

Los dos tomamos un trago y casi vomito. Tenía un sabor repugnante. Me di cuenta de que Draco estaba tratando de actuar con calma al respecto, pero también estaba luchando. Terminé y puse la taza sobre la mesa tratando de borrar el sabor de mi lengua.

–Eso sabía feo–dije con disgusto, malfoy terminó el suyo y nos sentamos allí en silencio por unos momentos.

–no creo que esté funcionando–me dijo Draco

Tampoco podía sentir nada inusual–supongo que no.

Nos sentamos allí, sentados y sin mirarnos

Escuché a Malfoy toser y me volví para mirarlo. Fue entonces cuando me golpeó fuerte. Literalmente. Me moví incómodo con la esperanza de que nadie notará mi creciente malestar en la zona de la entrepierna.

Definitivamente estaba funcionando.

 Pocion de lujuria (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora