El Príncipe y el Zorro • Yeongyu [Omegaverse]

🥀 Capítulo 10

┌──❀̥˚──◌─────❀̥˚─┐
🥀
└────❀̥˚───◌───❀̥˚┘

Otra semana había pasado, y nada que llegan los guardias a rescatarme... Estupidos guardias.

—Recuerdame... ¿Por qué estoy aquí contigo? —pregunto mientras sostengo la canasta donde el alfa lanza los pescados que atrapa, y él ríe—. En serio, dije que no te haría favores y...

—Te dije que vendría al río, y tú me seguiste, no sé porque lo haces, la verdad.

El alfa contesta sin verme y yo ruedo los ojos.

Estoy metido en el río con el agua hasta las rodillas, yo sé que solito seguí al alfa, pero bueno... Ya qué.

Otro día más, donde aprendo muchas cosas básicas y nuevas.

No es malo, me gusta, debo de sacarle provecho a todo esto de "perderme en el reino".

Y mierda, ya esto me preocupa, es más de un mes que llevo aquí... Cumpliré dos meses en realidad.

—¿Es muy difícil llegar al pueblo? —pregunto al alfa y él me mira—. Tal vez yo debería irme.

Comento y escucho su risa.

—¿Por qué quieres irte? ¿Ya estás cansado de estar aquí conmigo? —pregunta y yo niego.

—No, pero solo te estoy molestando, no quiero ser una carga y...

—Se supone que eres un príncipe, estás acostumbrado a que te hagan todo, y yo no me estoy quejando de que estés conmigo —me dice y yo hago un puchero.

—Soy un príncipe, pero aquí simplemente no puedo quedarme sin hacer nada, igual siento que molesto y...

—Tú me ayudas Beomgyu, en realidad, desde que llegaste he descansado mucho, te estoy agradecido por eso.

El alfa habla, para meter con rapidez sus manos en el agua y al sacarlas, tiene un enorme pescado.

Él usa sus garras para sujetarlo y después lo lanza a la canasta que tengo en brazos.

Yeonjun es capaz de atrapar peces solo con la mano, es increíble... Yo lo intente y fue una perdida de tiempo.

Aunque el alfa jamás se desespero por eso, fue muy lindo.

Yeonjun es un lindo alfa... Sí, con todo el tiempo que he estado a su lado, he llegado a esa conclusión.

—Beomgyu, si quieres irte, puedo llevarte el pueblo un día de estos, pero no te estoy corriendo, y no pienses en viajar solo, es peligroso. Tampoco sé si sea bueno que vayas con los representante del reino de este pueblo... No son de confiables.

El peli-naranja me advierte y yo asiento.

Irme de nuevo al castillo... Quiero hacerlo, pero una aventura más por mi cuenta es arriesgado.

Es loco que este aquí con un alfa, con el agua hasta las rodillas y que sostenga en mis manos una canasta llena de pescado.

Pero a pesar de eso, me divierto y soy feliz.

Todos estos días, he sido muy feliz.

—¡¡MIERDA!! —grito del susto cuando algo mojado golpea mi pecho, y veo que es un pescado—. ¡¡LO HICISTE A PROPÓSITO!!

Le grito fuerte al alfa, y él me mira riendo.

—¿En qué piensas? —pregunta llegando a mi lado y yo ruedo los ojos.

—En nada, ahora voy a oler a pescado... —gruño molesto, pero el alfa toma mi rostro con sus manos—. ¡SUELTAME! ¡Tus manos huelen a pescado!

Me muevo con fuerza y el alfa me suelta.