🥀Capítulo 2

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Me remuevo con fastidio sobre la superficie blanda y me acomodo mejor en cuanto a la posición.

Descanso mi cabeza sobre una almohada muy acolchada y no abro mis ojos, quiero seguir durmiendo.

Pero esperen... Yo no estaba en el castillo la noche anterior, estaba herido, en mi forma animal y muriendo desangrado y de tristeza en una madriguera.

Mierda...

Abro mis ojos apurado y entro en pánico al no reconocer el lugar.

¿Lo peor? Estoy en mi forma humana, tengo puesto un pantalón que no sé de quién es, y estoy desnudo del torso.

—Dios mío, esto no... —veo mis brazos que están amarrados a la cabecera de la cama y no me puedo mover—. Dios, yo sé que a los 17 años deseé que llegara un sexy alfa y me cogiera como todo un animal, pero esa fantasía ya me asusta...

Sollozo por ese deseo estúpido que pedí hace tiempo, pero ahora en la posible situación de que se aprovechen de mi cuerpo, ya tengo miedo.

Respiro con fuerza y busco calmarme, todo tiene solución.

Solo debo de cambiar a mi forma animal, así me liberaré de los brazos, después vuelvo a mi forma humana y...

—Oh, ya despertaste —escucho el ruido de la puerta de la habitación abriéndose, y después las palabras de un hombre me hacen voltear en esa dirección—. Por favor, no te asustes, no te quiero hacer daño.

Un chico de cabello anaranjado me habla y yo lo veo con mucha duda.

Porque muy aparte de que me tiene amarrado contra la cama, él es... Un híbrido primitivo.

Con sus orejas y cola de zorro presentes aún siendo humano... Primitivo, los de la realeza no hacemos eso, somos humanos y nos transformamos en animales completamente.

Este chico es  primitivo, los aldeanos la gran mayoría se la pasan así.

—¿Quién eres? ¿Por qué me tienes así? —pregunto con molestia, pero el zorro ríe—. Mi grado de paciencia tiene un límite, zorro...

Advierto, pero el chico ríe más fuerte y se sienta del otro lado de la cama.

—Yo debería de preguntarte eso, ¿quién eres? Te encontré en una de mis madrigueras está mañana, estabas en un charco de sangre, te saque estando en forma de zorro, pero una vez te traje a la casa, te transformaste en un humano, me tocó curarte así.

El chico extraño me explica y él señala mi pierna.

Está cubierta por el pantalón y no veo si de verdad me curo, pero a juzgar de que no hay sangre en la cama... Okey, tal vez él dice la verdad.

—¿Por qué me tienes amarrado? —cambio mi pregunta y jalo con fuerza las sogas que aprisionan mis manos—. Esto no es muy cordial de tu parte.

Veo con odio al chico de ojos amarillos y él me regala una sonrisa divertida.

—Eres un zorrito, a juzgar por esa herida enorme que tienes en la pierna, y que estabas casi muriendo... Algo me dice que te metiste en problemas, o que eres peligroso.

El zorro habla con precaución y yo ruedo los ojos.

—Soy muy peligroso, así que si quieres vivir, suéltame y olvida que esto sucedió —le advierto, pero el zorro no me hace caso y se acerca a mí—. Imbécil, si llegas a hacerme algo yo...

El Príncipe y el Zorro • Yeongyu [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora