Sin poder expresarlo

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SEXTO ACTO

"Sin poder expresarlo"

Hablar no era algo que se le hiciera fácil a Yul, jamás lo había sido.

Desde niño, fue disciplinado de manera cruel y fría, una educación careciente de empatía y libre expresión.

Se le enseñó a que sus sentimientos no eran escuchados, y que sus lágrimas serían inútiles, dejándolo en el fondo de la incomprensión y silencio.

Básicamente... Yul había aprendido a ignorar y callar sus sentimientos.

No tenía inteligencia emocional, y carecía de introspección de sí mismo.

Por más que quisiera ocultar lo que sentía, un destello de estos siempre resalía de su persona. Por medio de arranques de ira, gritos, comentarios ofensivos y quejas, demostraba su ser en agonía.

Sus pensamientos lo asfixiaban, aquellas acciones eran un respiro entre el encierro y bloqueo de su respiración.

Por lo que, en ese momento, Yul no tenía ni idea por donde comenzar.

-... Yo... no se que decir...- Murmuró el coreano, algo cohibido y ansioso, mirando al suelo.

Un suspiro tembloroso salió de sus labios, calmando su respiración entrecortada. Kai lo miró con preocupación, cruzando los brazos.

Yul tomaba la fuerza que necesitaba para hablar, a la vez que veía el suelo.

-Eh... yo... no recuerdo bien cuando comencé a odiar el contacto físico... realmente... nunca me había puesto a pensar en ello...

Su visión se estaba volviendo a ponerse borrosa, miró sus palmas, y estas temblaban.

Soltó otro suspiro tembloroso, el cual amenazaba con doblar sus cuerdas vocales.

-No sé si podría hablar de ello...- murmuró Yul, a la vez que sus ojos se cristalizaban una vez más.

Kai soltó un pequeño suspiro, al parecer, Yul estaba a punto de romper, una vez más.

Sea cual sea la cosa que el coreano quería decir, parecía ser algo que le lastimaba.

Y demonios, aquello era más que obvio, especialmente para Kai, quien no dejaría que Yul se forzase a sí mismo a hablar. Antes de que el coreano continuara hablando, tomó la palabra.

-Yul...— Dijo en un tono de voz suave, algo preocupado. —... Si quieres hablar en otro momento, yo estaré ahí para ti...

Dijo Kai con una pequeña sonrisa, llamando la atención del coreano. Este alzó las cejas, abriendo levemente sus ojos con sorpresa. No devolvió el gesto con amabilidad, pero al menos tampoco fue grosero.

—... Esta bien... — Murmuró , volviendo a estar cabizbajo, con una pequeña mueca.

Mantenía sus manos en los bolsillos de su pantalón de manera "desinterasada", a la vez que intentaba calmarse a sí mismo de volver a llorar. Kai no le dio mucha importancia, solamente sacó un ticket (que, por cierto, consiguió de una barra de chocolate avellana) y una pluma que había usado en el estudio de grabación y olvidó devolver.

Detrás de cámaras [Kai X Yul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora