Aprendiendo de los mejores

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Ya eran las 5 de la mañana y Uraraka iba llegando a la parte de debajo de la agencia, ella ya estaba vestida con ropa deportiva lista para comenzar con su entrenamiento con ayuda de Ryukyu.

La chica al entrar a la sala que era del gimnasio se confundió de no ver a Ryukyu allí o al menos ella sola, la chica solo tragó saliva al ver quien estaba allí.

Mirko: Ella es la mocosa a la que entrenaremos?

Ryukyu: Así es, veo que llegaste temprano Uraraka.

Mirko: Al menos es mas puntual que el mocoso.

Uraraka: B-buenos días!

Ryukyu: Bueno Uraraka, te explicaré el procedimiento de nuestro entrenamiento durante las próximas 2 semanas, lo primero que haremos será acondicionamiento físico para entrenarte de esa manera, serán 2 horas por la mañana con ayuda de Mirko que es experta en eso.

Mirko: -ella asintió mientras estaba estirándose en el suelo-

Ryukyu: Luego de eso ella se irá a hacer sus actividades de heroína y nosotras nos quedaremos por unas horas enseñándote algo de combate cuerpo a cuerpo.

Uraraka: Cuerpo a cuerpo?

Mirko: Quien crees que le enseñó al mocoso a pelear? Ella creó un completo monstruo.

Uraraka tragó saliva.

Ryukyu: Luego de eso tendrás un descanso y acompañarás a izuku a pelear -ella suspiró- yo me opuse al inicio porque puede ser peligroso, pero Izuku insistió en llevarte a algunos encargos con el.

Uraraka: Que hizo que?! -a ella le asustaba eso y mirko al escuchar eso se echó a reir-

Ryukyu: El insiste en que son experiencias necesarias para fortelecerte verdaderamente, por eso nos vamos a preparar para lo que se viene.

Uraraka: Y eso es...?

Ryukyu: Iremos a buscar a Stain, el asesino de héroes -dictó ella bastante seria haciendo tragar saliva a Uraraka-

Fue un comienzo difícil, a diario harían un entrenamiento de cuerpo completo, tenían solo 2 semanas y debían mejorar el estado físico de uraraka por completo, lo que sería muy complicado, por lo que al menos esperaban despertar todos los musculos de la chica para que de esa manera ella fuera consciente de ello y supiera como funcionaban y que aportaba cada uno.

Aunque el entrenamiento verdaderamente fue algo brutal para su pequeño y frágil cuerpo poco entrenado, Mirko se quejaba a cada rato y ryukyu la regañaba, era curioso de ver, Uraraka se habría deprimido por las quejas de mirko... en serio? Claro que no! Aquella mujer podía ser medallista olímpica cargando peso, claro que no estaban al mismo nivel y ella lo sabía, pero lo que le impidió verdaderamente el sentirse mal, fue ver las interacciones de ambas, eran tan pero tan diferentes que resultaba gracioso verlas reprenderse la una a la otra.

Lo primero que hizo Uraraka fueron algunas series de calentamiento, con un peso moderado y pocas repeticiones o al menos hasta que ya no pudiera mas.

Fue así durante la primera hora, cuando llegó la segunda hora por fin, era la hora de la verdad, eran pesos para nada moderados, eran altos, aunque mirko fue considerada y estuvo al pendiente de darle los pesos correctos a la chica inexperta en ello, eran pesos retadores ajustados perfectamente a ella.

Uraraka sentía que se quemaba, todas sus fibras musculares quemaban, glúteos, femorales, cuádriceps, bicep, tricep, sus antebrazos, dorsales, espalda alta, abdomen, pecho, sentía que se quemaba y ardía.

Mirko: Listo, terminamos -dijo ella al ver como Uraraka pudo dejar la barra en su sitio al terminar un press de banca- vuelve mañana a la misma hora o comenzaré sin ti.

El rey de los monstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora