Brasil

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(Aviso que este arco de Brasil incluirá voleibol porque hace poco me vi todo haikyuu para ir a ver la pelicula al cine y lo amé, además de que habrá un ligero cambio en la apariencia de Izuku debido a un personaje que amé del manga)








Izuku ahora mismo se encontraba en el departamento de ryukyu, había avisado que se quedaría allí a dormir y su madre ajena a lo ocurrido ese día mas que su falta repentina al festival deportivo lo permitió sin problema.

El chico ya consciente estaba sentado en el sillón viendo a la nada cubierto con una manta mientras que la mayor dejaba frente a el una taza de te caliente.

Ryuko: Bebelo, te ayudará -dijo ella-

De camino a la ciudad izuku como Mirko fueron atendidos en todo momento por médicos especialistas contratados por Nezu y con la intervención de recovery la recuperación fue casi inmediata.

Izuku: Fallé...

Ryuko: Izuku, hoy fue un día difícil, es mejor que te olvides de eso y descanses, fue un día lleno de emociones y ahora lo que mas necesitas es tiempo para ti.

Izuku: No quiero ir a Brasil... todos están en peligro aquí, no puedo irme justo ahora -dijo el-

Ryuko: Izuku -ella lo tomó de las manos- durante todos estos años te has esforzado mas que nadie, te he visto superarte cada día y has hecho tanto por la agencia, por mi, siempre hiciste lo que te pedí al pie de la letra, tu también mereces un descanso de todo esto y si algo ocurriera, yo estoy aquí.

Izuku: Y si te ocurre algo?

Ryuko: Has podido vencerme?

Izuku:...

Ryuko: Entonces ellos no lo harán -esta lo acercó a ella y le dio un suave abrazo- jamás podrán vencerme porque tu me enseñaste a ser fuerte, yo estaré aquí cuidando a todos en tu ausencia.

Izuku: Pero...

Ryuko: Sin peros, ya pasaste mucho aquí, quiero que vayas, que te relajes, que te diviertas y que conozcas gente.

Izuku: -el suspiró- eso ya no va a mas...

Ryuko: Van a terminar?

Izuku: creo que es lo mejor, solo... no creo tener la fuerza...

Ryuko: Tranquilo, tu dale tiempo, confío en que encontrarás la manera y el valor para hacerlo.

Izuku: Gracias por todo Ryuko... -dijo el devolviendo el abrazo-

Ryuko: Gracias a ti -dijo ella con una sonrisa- ahora vayamos a dormir un poco, que en unas horas sale tu vuelo.

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Podemos ver a izuku junto a Ryuko y su madre, una mujer bajita de figura curvilinea de cabello negro con ojos verdes.

Ya era hora de que izuku se fuera, los acababan de llamar para subir a su vuelo, izuku llevaba consigo solo una mochila ligera y su equipaje ya había sido subido al avión.

Izuku: Bien, es hora -dijo el dándose la vuelta abrazando a su madre- volveré en una semana.

Inko: No te apures, si quieres quédate dos.

Izuku: Jaja -rió falsamente y luego miró a ryuko abrazándola también- cuida a todos por mi.

Ryuko: -ella sonrió- ten por seguro que así será.

Luego de ello se separó de la pelirubia.

Inko: Cuidate hijo -dijo con una sonrisa-

Luego de eso ultimo ambas vieron a izuku subir y ryuko escuchó como la pelinegra suspiró.

Ryuko: Ocurre algo señora Midoriya?

Inko: No es nada querida... solo es el amargo sentimiento de ver a tus hijos crecer... un día es tan solo un pequeño dando sus primeros pasos y al siguiente está conociendo el mundo... simplemente me alegra poder presenciar estos momentos tan importantes para el, estas primeras experiencias en su camino a la madurez.

Ryuko: -ella miraba a la señora, siempre aparentaba ser mas una amiga que madre, comentarios burlones, chistes y una actitud energica y sonriente, pero en el fondo se preocupaba mas que nadie por su hijo- es una gran persona.

Inko: Estoy segura de ello, aunque como madre no puedo evitar preocuparme por muchas cosas, su elección amorosa principalmente.

Ryuko: A que se refiere?

Inko: Conocí a la chica, Yaoyorozu-san, lo quiere, pero nada mas que eso -ella miró a la pelirubia- quieres que te deje en tu casa querida? Se que vinieron en Taxi.

Ryuko: No es problema, puedo regresar sola.

Inko: -ella sonrió- insisto.

Por su parte Izuku ya se encontraba en el avión donde  aun estaba recibiendo montones de mensajes de sus amigos, especialmente de Lida que se aseguraba de que el chico tuviera todo lo necesario para un viaje como ese.

Excepto mensajes de ella.

Izuku: -el suspiró- en serio que no doy para mas... -el terminó de contestar a los mensajes y se puso los audífonos para terminar durmiendo.

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El sol brillaba intensamente sobre el aeropuerto donde el avión acababa de arribar y de las escaleras cierto pelivioleta bajaba cubriendo sus ojos del sol con su mano.

Izuku al entrar al aeropuerto recibió sus maletas y salió de allí observando todo con una sonrisa, acababa de llegar, pero el ambiente, todo, era sencillamente diferente al de japón, de alguna forma el ambiente aquí era vivaz.

El chico pidió un taxi que lo llevara a su hotel y en el camino observó de todo, gente paseando por la ciudad, la playa y montones de personas corriendo, jugando, nadando, tiendas y restaurantes, personas tocando instrumentos.

El lugar estaba lleno de vida, de sonrisas, era increíble y aunque lo dijo de juego, venir tal vez no fue tan mala idea.

Pasado un rato el chico ya había llegado al hotel donde el taxi lo dejó y este al entrar fue con la dependienta, ella escaneó el código de la reservación de Izuku y luego de algunos datos le fue entregada la llave de su habitación.

El chico al recibirla fue inmediatamente al elevador mas cercano para subir al piso 10 donde estaba su habitación siendo en el piso mas alto del hotel.

El chico al llegar a su habitación entró viéndola, era bastante grande a decir verdad, el decorado era increíble, destacaban los tonos calidos, una mezcla de blancos con beige y crema.

El dejó sus maletas en la habitación y salió al balcón del hotel donde había un jacuzzi y apoyándose en la barandilla vio la gran playa donde había gente en carreras de motos acuáticas, otros lanzándose en paracaídas y lo mas destacable, a lo lejos estaba el cristo redentor.

Izuku no pudo evitarlo y tomó una foto para subirla a sus historias de Instagram, por fin estaba en Brasil.

El rey de los monstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora