007. Rebekah

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— Rebekah —

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— Rebekah —

Estaba tumbada encima de la tumba de Kol, cuándo veo un movimiento borroso desde el otro lado de la habitación que llamó mi atención y me bajo de la tumba del Mikaelson. Me acerco lentamente, con precaución para lo que sea que vaya a encontrarme.

Camino directa hacia la tumba de Rebekah, notó el cuerpo disecado del guardia de antes muerto en el suelo.

— ¿Vivienne? — me giro al oír la voz de Rebekah llamarme.

— Rebekah... — la miro con lágrimas en los ojos y me lanzo a abrazarla.

Cuando me alejo la miro a los ojos, ella también soltaba unas pequeñas lágrimas.

— Hay que hacer venganza contra tu hermano por esto — la miro con un ápice de maldad — Tengo una idea... — ella me sonríe con maldad.

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Llevaba un par de horas hablando con Rebekah, poniéndole al día de mi vida.

La vampira me hace un gesto de silencio, parece que Klaus ya estaba cerca. Me señala con la cabeza el sitio donde habíamos quedado que me iba a esconder, asiento y me voy a esconder ahí a velocidad vampírica.

— Rebekah... es tu hermano mayor. Sal, sal de donde quiera que estés — llama Klaus burlonamente — Vivienne ya... — antes de que pudiera terminar la frase es arrojado al suelo por Rebekah.

Klaus gime de dolor al sentir como era apuñalado en el corazón con una daga de plata.

— ¡Vete al infierno, Nick! — le escupe Rebekah con rabia.

Después le quita la daga y la deja caer en el suelo.

— No hagas pucheros. Sabías que no me mataría — sonrió el hibrido mirando a su hermana.

— No, pero, esperaba que te doliera más — suelto una carcajada, revelando mi escondite.

— Con que os unís para ir contra mi — sonríe burlón.

— Sabías que lo haríamos — salgo de mi escondite, encogiéndome de hombros.

— Entiendo que estés enfadada conmigo — dice el original mirando a Rebekah — Pero, voy a dejarlo ir. Solo por esta vez. Te he traído un pequeño regalo — mira expectante a Rebekah — Puedes entrar — llama el híbrido.

— Stefan — la vampira rubia respira, incrédula, viendo cómo el Salvatore entraba en el almacén.

Klaus se acerca a Stefan, mirándole a los ojos.

𝐄𝐍𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄 | 𝐊𝐨𝐥 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐞𝐥𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora