El Dilema de Dannielle. |+18|

Capítulo 17.

Dannielle:

No se que estaba pasando, pero estaba dejándome llevar por el beso de Nigel, aquel beso se estaba volviendo mas y mas intenso. Sus manos se metieron en mi ropa y mi piel se erizo ante su tacto.

Yo queria que me siguiera tocando así, que me besara así.

Nigel dejó de besarme para girarme, me encontré con la mirada intensa de Gian, el estaba sentado en mi sofá mirándome a mi.

Sentí como me daba besos en el hombro, mi piel se erizó ante el tacto de Nigel sobre mi piel. Sus enormes manos acariciaron mi vientre, luego sus dedos apretaron mi cintura. Sabía lo que estaba por suceder, iba a tener sexo con ambos.

No es que me molestaba la idea, más bien me emocionaba la idea de poder tenerlos a los dos al mismo tiempo.

—Ve con el.

Escuche decir a Nigel, camine hacia donde estaba Gian, no dude un segundo en subirme a su regazo, al hacerlo nuestras miradas conectaron el acaricio mi espalda y mi pierna. Había olvidado por completo que el había sido mi primera vez, desde entonces otro hombre jamás me tocó, hasta ahora.

No quería que fuera como mi primera vez, quería que fuese más intenso, quería algo distinto.

Bese a Gian de manera apasionada e intensa. El me correspondió sin dudarlo, nuestro beso se volvió realmente mas intenso, la manera en que Gian me apretaba a su cuerpo era tan posesiva que me encantaba, el soltó mis labios para besar mi cuello justo a nuestro lado estaba Nigel, quien no dudó en besarme mientras que Gian se encargaba de darle atención a mis pechos.

No se como hacer esto, pero planeo dejarme llevar.

La parte de arriba de mi pijama fue quitada de mi torso, escuche a Gian gruñir y meter su cara entre mis pechos. Nigel dejo mis labios y se puso de pie, luego Gian lo hizo dejándome a mi parada en medio de ambos.

Ambos comenzaron a quitarse los sacos y sus camisas. Sus torsos estaban bien mucho mas que bien para mi, ambos eran sexis a su manera y esto era algo que a mi me encantaba ver.

Nigel fue quien se acercó a mi primero, me tomó del montón para volver a besarme con intensidad, su lengua se metió dentro de mi boca con una felicidad que hacían que mis piernas temblaran, ya nos hemos besado Pero esto, esto era mucho más intenso.

Sentí a Gian a mis espaldas, el estaba terminando de desvestirme, mi piel se erizo por completo ante ello. Nigel soltó mis labios, el seguía sin soltar mi mentón.

—¿Quieres esto, linda?

—Si, lo quiero —respondí segura.

Nigel sonrió de lado, claro que lo quería, estaba decidida y nada me hará cambiar de opinión. Gian volvió a besar mi hombro y susurró:

—¿Quien de los dos va a probarte?

—Ambos, no quiero excluir a nadie, los quiero a los dos.

Ambos se arrodillaron ante mi. No sé si ellos ya estaban coordinando esto, pero no iba a poner peros. Mi vista no se apartó de Nigel quien estaba frente a mi, con cuidado alzo mi pierna y la dejó en su hombro. Dejó un par de besos en mi muslo y comenzó a meterse entre mis piernas.

Gemí cuando su lengua se metió de lleno a mi intimidad. Dejándome sin aliento, aquello envió corrientes de placer por todo mi cuerpo. No basta con eso, Gian también estaba metido entre mis piernas, ambas lenguas estaban metidas en mi intimidad, era tanto el placer qué me estaban dando que me sostuve de los hombros de Nigel para no caerme.