Capitulo III

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El champiñón nos cuenta
Que le día que el príncipe Aemond perdió el ojo fue una noche trágica.
Pero ese mismo día sellaron el compromiso entre los hijos del rey Viserys y la hija del príncipe Daemon.
Muchos cuestionaron el echo de que la princesa pidió casarse con ambos niños pero esto siendo parte de sus costumbres lo pasaron por alto.
Pero en todo el reino había una sola persona que estaba rotundamente negaba a aceptar ese compromiso...
El príncipe Daemon.
El consejo murmuraba que era el precio que debía pagar el príncipe por todas las cosas que hizo en su juventud, otros murmuraban que era la venganza del rey por pedir años atrás la mano de su hija.








Luego de la escena que tuvo Alyssa en brazos de su padre fue llevada a sus aposentos por su hermano, la interrogó y ella entre lágrimas le explicó todo  luego de eso su hermano prometió no dejarla sola nunca más

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Luego de la escena que tuvo Alyssa en brazos de su padre fue llevada a sus aposentos por su hermano, la interrogó y ella entre lágrimas le explicó todo  luego de eso su hermano prometió no dejarla sola nunca más.

Luego de eso antes de ir a dormir decidió pasar por los aposentos de Helaena para disculparse por haberla dejado sola, Helaena no le tomo importancia y decidieron quedarse a hablar un rato mientras comían unas frutas.

Luego de algunos bostezos ambas decidieron irse a dormir, Alyssa se despidió con un abrazo y salió por los oscuros pasillos.

En camino a sus aposentos vio como una figura iba rumbo a la salida del castillo, pensó en un momento en avisarle a algún guardia ya que Caspian no había llegado a Driftmark pero luego oyó el gorgoteo de Vhagar, el dragón de Laena y decidió seguirlo.

Se acercó con cuidado hasta donde la sombra se había quedado parada observando al imponente dragón, decidió acercarse aún más y al ver el cabello platinado de Aemond sonrió.

- ¿Que haces? - cuestiono la princesa haciendo que Aemond brincara del susto

La observo con el ceño fruncido - Véte.

Fijo su vista nuevamente en Vhagar pensado en que posiblemente ella lo dentrendia y no lo dejaría tomar el dragón de su difunta madrastra.

Alyssa observaba como Aemond veía a Vhagar y supo lo que deseaba hacer, deseaba reclamarlo.

- ¿Que tanto esperas? - cuestiono con una sonrisa - Hazlo. - le dijo mientras le daba un leve empujón

Aemond confundido la observó nuevamente - No es tan sencillo.

Alyssa sonrió observando la oscuridad de la noche recordando el miedo que sintió al momento de reclamar a Vermithor

- No, no lo es. - asintió - Pero si te quedas ahí parado no lo lograrás jamás. - fijo su vista en los ojos púrpuras de su primo - Además, Rhaena piensa reclamarla también. Hazlo tú primero, demuestra que eres digno del dragón más grande de todo Westeros.

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