Capítulo IX

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El champiñón nos narra en susurro casi inaudibles que los sueños de la princesa Alyssa eran algo que muchos en la fortaleza roja temían. Nos cuenta que a la hora del búho se podían oír los gritos de la princesa siendo presa de sus propios sueños, era un secreto que Dragonstone guardaba pero al llegar a la fortaleza roja muchos murmuraban que la maldición de la misma Valyria la había tocado pero era protegida por su padre y hermano. incluso - soltó en susurros - que no había persona más recelosa con su esposa que el príncipe Aemond, el mismo se encargó de cortar lenguas para desmentir que su esposa estaba maldita.








 incluso - soltó en susurros - que no había persona más recelosa con su esposa que el príncipe Aemond, el mismo se encargó de cortar lenguas para desmentir que su esposa estaba maldita

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King's Landing



Alyssa respiraba con dificultad mientras caminaba por el oscuro pasillo.

Sus pies estaban descalzos, su vestido estaba hecho jirones y tenía manchas negras por todos lados.

Recorría un pasillo totalmente oscuro, tan negro como la noche misma donde no podría ni observar su propia mano si la tuviese justo frente a sus ojos.

Siguió sus pasos con dificultad hasta que vio el pequeño rayo de luz al final, el sentimiento de felicidad y alivio borraron el miedo que estaba sintiendo.

Al llegar al final del pasillo se encontró en un bosque frondoso.

Frunció el ceño al no reconocer el sitio, su respiración se volvió errática sin entender que estaba sucediendo, su último recuerdo había sido ella en sus aposentos...

- ¡Vermithor! - gritó en auxilio - ¡Rhaegar! - su voz salió desesperada - ¡Papá!

Alyssa observaba el bosque de un lado a otro buscando ayuda pero estaba completamente sola.

Un conjunto de murmullos llegaron a sus oídos haciendo que su corazón latiera rápido sin entender que sucedía.

Observó a todos lados asustada, tapó sus oídos evitando oir los lamentos y los gritos que provenían de alguna parte.

En ese momento sintió por primera y no sería la última, lo que era estar totalmente aterrada.

Cerró los ojos mientras respiraba rápidamente.

Sintió un jalón en la falda de su vestido y abrió los ojos asustada.

Se encontró con un pequeño niño de cabello platinado y ojos violetas.

Su cabello estaba recogido en una coleta en su nuca, dejando varios mechones en su pequeño rostro, estaba vestido de negro; su rostro le pareció familiar pero no supo de donde.

Sus mejillas tenían un rubor natural así como las de ella, sus ojos tenían un brillo que conocía y su sonrisa extrañamente era igual a la de Aegon.

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