Podríamos ser eternos {martin&juanjo}

001. primeras veces

-¡Juanjo!-Su jefa le llamaba entre la multitud de gente expectante. Se acercó a ella temerario, le temblaba todo el cuerpo y se abanicaba con las manos para intentar calmar el intenso calor que sentía, a lo mejor causado por los nervios.-Ha habido un cambio de planes, Lucía no ha podido venir así que te toca estar en primera línea.

Esta noticia le chocó, no se sentía preparado para cubrir las entrevistas a primera línea, sabía que al final terminaba siendo lo mismo, pero le parecía el doble, le serio, cosa que seguramente era verdad. Él solo venía a hacer las prácticas de la carrera, todavía no era periodista oficial. Esto solo hizo incrementar sus nervios y ahora sentía que se iba a desmayar de la calor y los temblores que habían aumentado, si eso era posible.

-Clara, no... debe haber alguien más que pueda hacerlo, alguien profesional. Yo no soy capaz de hacer esto...-Intentó convencer a la mujer que tenía enfrente, y por la expresión que cogió su cara vio que no había ninguna forma de que se escaqueara de esa.

-Mira Juanjo, he intentado solucionarlo, pero de verdad que eres la única opción que tenemos, y esta premier es muy importante para nuestro medio, así que deja los miedos atrás y hazlo como sabes, te escogimos por algo, confié en ti desde el primer día, demuestra a los demás que no me equivoque contigo.-Le sujetaba de los hombros porque temía que el chico se desmayara enfrente suya.-Ahora ve, que me vais a matar a disgustos hoy... Pero mira, te dejo aquí las preguntas y la lista de personas a las que entrevistarás.-Dicho esto soltó un suspiro de resignación y se fue dejándole allí solo, sin saber qué hacer ni a donde ir a continuación.

-¿No tendrías que estar allí delante?-Un hombre esbelto con cara de pocos amigos le sacó del trance en el que se encontraba.

-¿Eh?-El segurata, supuso el maño, le señalo con la barbilla el pin que llevaba enganchado a la camiseta, el cual llevaba la palabra PRESS escrita en mayúsculas.-Ah, sí. Lo siento.

De reojo vio como el segurata soltaba una risa negando con la cabeza, eso le enfureció, pero el enfado le duro poco porque al llegar a su puesto se acojonó aún más, literalmente estaba en primera línea.

La respiración se le aceleró y notaba que sus pulmones no le proporcionaban aire suficiente como para poder respirar bien; a causa de los nervios se le creó un nudo enorme en la garganta que impedía que las palabras pudieran salir a la luz.

Se giró de cara al cámara en busca de algo de apoyo ni que fuera una mirada cómplice, pero, en cambio, solo se encontró un chico un par de años mayor que él jugando al móvil. Bajo sus pies encontró una botella media bacía, de lo que supuso y esperaba que era agua, por si acaso olió el contenido de la botella y al no notar nada raro se tragó todo el líquido de un solo trago, intentando deshacerse de la sequedad de su garganta.

-¿Eres nuevo?-Preguntó una voz desconocida a sus espaldas. Al girarse se encontró con el cámara que jugaba en el móvil mirándole encuriosidamente.

-Esto... no del todo, estoy de prácticas, para la uni.-Dijo algo tímido.

-Guay, soy Marco.-Le tendió la mano a modo de saludo.

-Un placer, soy Juanjo.-Al darle la mano le sorprendió la calidez de estas y la calma que le transmitió. El otro chico también pareció notarlo, ya que al levantar la mirada, el maño se encontró con los ojos del cámara conectados con los suyos. Esta repentina conexión le asustó y como en un acto de reflejo, retiró la mano rápidamente y se giró otra vez para mirar al frente.

No tuvo mucho tiempo para poder pensar en lo que acababa de ocurrir porque al cabo de pocos minutos escuchó los gritos y aplausos de los fans, al ver salir a sus actores favoritos. Esto hizo saltar las alertas en su mente. Instintivamente, su cuerpo se echó adelante para ver quién causaba tanto descontrol entre las chicas jóvenes que había en la multitud.