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Entró al local en el cual resonó la campanilla que anunciaba la entrada o salida de los clientes. Su juvenil atractivo se veía opacado por su aspecto desaliñado y despreocupado. MinSu, de a penas 23 años, era descuidada con su figura. Vestía un short de mezclilla junto a una blusa de tirantes y una camisa de cuadros rojos y negros de manga larga, su cabello iba en dos rosquitas pero habían muchos flecos rebeldes sueltos y por último, sus pies calzaba los viejos converse que le había regalado su madre hacia ya tres años.
Se sentó de mala gana sobre un asiento frente a la barra mientras se sacaba el celular del bolsillo trasero de su short. Su amiga MinJi, había notado a leguas la cara de culo que tenía MinSu desde que entró.
—¿Lo mismo de siempre? —Habló primero MinJi ya que su amiga no se veía de ánimos para nada.
MinSu asintió mirando fijamente un punto en su celular. No pasó mucho tiempo para cuando MinJi regresó con un pequeño bote transparente preparado con helado de chocolate, Nutella, galletas oreo y chantilly. MinSu sacó una tarjeta de su pequeña cartera de correa cruzada sobre su pecho y se la dió a su amiga.
—Ay... que raro, normalmente dices “pinli i mi cuinti” —Trató de imitar la voz de su amiga para hacerla reír, en vano—. Pero siempre lo termino pagando yo. —Le devolvió la tarjeta y se cruzó de brazos para apoyar estos sobre el mostrador, viendo como su amiga jugaba con el helado—. La tú normal ya se hubiera devorado hasta el bote. —Trató de bromear nuevamente—. Ay ya, dime de una vez qué te pasa Jang MinSu.
—Nadie está interesado en ir a comprar a mi pastelería, los contratistas están cerrando negocio conmigo, nadie quiere aprender a hacer pasteles y mi cuenta en YouTube está perdiendo followers. Tengo deudas y me estoy volviendo loca a causa de que no tengo jodida Nutella en mi nevera.
—Eso último si es un problema grave. Ay amiga, —Colocó su mano sobre la de ella y la acarició. Se alejó un segundo de la barra para ir a su cartera y buscar dinero en efectivo para darle a su amiga—. Toma, compra esa maldita Nutella y conserva la calma, todo saldrá bien.
—No puedo aceptarlo MinJi, sé que tú y MinGyu están ahorrando.
—Oye, esto no afecta nada. Tómalo por favor. —Le puso ojos de gatito mojado—. Anda, una sonrisita para tu amiga.
Sus ojos se cristalizaron levemente cuando forzó una sonrisa, pero MinJi le apretó las mejillas y le dió un beso en la mejilla izquierda.
—¡Kim MinJi! —Se escuchó la voz del jefe.
—Bueno, ahora me voy antes de que me saquen del trabajo. Te amo pequeña Jang Min.
—Yo también te amo gran JiJi.
Dicho aquello MinJi se fue a ver a su jefe mientras que MinSu se retiraba del local a paso lento mientras comía su helado, pero lo que ella no se imaginaba era lo que pasaría después de que “alguien” escuchara su conversación.
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•Lenguaje explícito y/o obsceno. • Escena para mayores de 18. • Historia corta. • Heterosexual. • Sin final.
