Capítulo 4: Corazón.

93 18 11
                                    

[Escuchar: From The Start - Laufey para ambiente]

Con la tenue luz que traspasaba la ventana le hizo arrugar su nariz, soltar un pequeño gruñido, con cero intenciones de levantarse o abrir si quiera sus ojos. Sintió unos ligeros toques en su rostro, obligándolo a despertar de su sueño.

— ¡Despertaste! Casi llamo a la ambulancia, pensé que habías muerto. — Genya suspiró aliviado. Su dedo índice yacía todavía en su mejilla derecha.

Se levantó de su cama colocándose las pantuflas negras que robó de su hermano mayor Kaigaku, antes de eso, se quedo mirando de arriba hacía abajo a Genya, quién lo veía un poco tímido.

— Suelo tener el sueño pesado.. — murmuró mientras se tallaba el ojo — ¿Cuándo despertaste?

— Hace.. un par de.. horas.

Zenitsu rió suave, aún adormilado. El Shinazugawa pudo sentir sus pómulos calientes.

— Vamos a comer algo.

——————— Sábado, 12:30 AM.

— ¿Nunca habías estado en casa de alguien más? — Preguntó Zenitsu, un poco sorprendido.

Después de tomar un desayuno que preparó con amabilidad el abuelo del Agatsuma al encontrarlos hurgar entre los dulces, Genya debía irse a su casa, dándoles las gracias a su abuelo por la deliciosa comida antes de partir solo. Pero esto no le pareció bien a Zenitsu que el peli negro fuera solo, por lo qué lo acompañó hasta su hogar, sin quiera dejar que se opusiera, terminando con solo dejar que el rubio hiciera lo que tenía planeado.

— Muchas veces no me dejan. Es raro que hubiera pasado. — se cruzó de brazos, mirando el cielo despejado — Pero me alegra que fuera contigo.

— ¿Uh?

"Siento mis mejillas rojas. ¡maldita sea!" Pensó un rubio exaltado y, para qué decir, un tanto avergonzado.

— Di-digo.. Que me hayan dejado quedarme en tu casa... Ya sabes.. Uhm. — Genya estaba peor, o en las mismas que Agatsuma. Desviaron la mirada, concentrándose en cualquier cosa menos en lo dicho.

Durante la mitad del largo camino un silencio perduró por la reciente conversación, que al principio se sintió incómodo y hasta vergonzoso, no obstante, después de que se miraran por unos segundos cortos, ambos sacaron sus más sinceras risas, resonando mientras que agregaban un par de comentarios que los hacían reír. Un par de personas los observaron extrañados, hasta una señora les pidió que no hicieran mucho ruido. Ambos pidieron perdón avergonzados, alejándose con pasos rápidos, haciendo que el rubio se tropezara con sus propios pies.

Genya no pudo resistir mas la risa que deseaba con todas sus fuerzas dejar salir, Zenitsu con la cara roja de vergüenza, le agrado escuchar otra vez una de las carcajadas sinceras de Shinazugawa. El sonido que antes era suave resonaba en sus tímpanos y deseo poder guardarla en un disco o hacerla canción para disfrutarla todo el tiempo.

Por un momento, la estancia que tuvo con Genya en ningún momento se dio la mención de Kanao, ni nada de su enamoramiento y menos los rumores que provocaron.

En ese momento, eran solo ellos dos.

Shinazugawa Genya y Agatsuma Zenitsu.

Riendo y dándose miradas cómplices.

Y, sin darse cuenta, ambos corazones también lo estaban haciendo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 14 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un Pequeño Beso  |   Genzen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora