Capítulo 2: Los Rumores.

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Las regañas de el profesor Iguro Obanai no eran poca cosa, descargaba todo su estrés y dolor de cabeza del día anterior; la mañana, la semana pasada y la de toda su vida solo por un pequeño error o inconveniente que pasara con los estudiantes o con los mismos profesores de la academia.

— ¿Que estaban haciendo ahí escondidos? ¿Acaso no saben que esta estrictamente prohibido hacer cosas indebidas.. y peor en secreto? ¿¡En que estaban pensando!? — Grito apuntando a los dos estudiantes que estaban avergonzados y asustados.

— ¡No es lo que parece, profesor! Lo juramos. — lloriqueo el rubio — Solo fue un mal entendido. Yo y Genya no estábamos haciendo nada.

— ¡Eso! Solo fue un mal entendido.. Discúlpennos.

Obanai lanzó un suspiro con fuerza, sus dedos se fueron al tabique de su nariz, frotándolo para calmar su enojo.

— Estos niños... — dijo en voz baja — Miren, lo dejare pasar por hoy. ¡Pero si los vuelv-

— ¡Gracias profesor Obanai!

Los dos estudiantes escaparon sin dejar terminar la charla y dejando a su profesor con las palabras en la boca.

— Mierda. ¡No corran en los pasillos ¡Oigan!

Zenitsu doblo la esquina que daba al patio de el instituto seguido por el Shinazugawa, agitados tomaron un descanso en la banca que se usaba para los partidos que programaban a veces al aire libre.

El rubio se llevo la mano al rostro, recordando lo que sucedió hace unos momentos. El lugar, en la que ahora sabia que era donde guardaban las cosas para limpiar y algunos balones que pertenecían al profesor Tomioka. Realmente no había pasado a más que solo un silencio incómodo, sus respiraciones se juntaban y el calor corporal hacia peor la situación, sus mejillas sonrojadas los hacían sentir avergonzados.

Definitivamente lo que pasó llegaría a los oídos de todo el instituto, pues aun que no lo crean los estudiantes eran muy chismosos, no eran de esos que creaban disturbios solo para hacer mal a un chico o chica en especifico, solo.. eran escasos los chismes, nunca había algo bueno y nuevo entonces cualquiera que escuchara o presenciara la ocasión entre dos integrantes del Consejo Estudiantil escondidos en un cuarto estrecho de manera comprometedora, lo esparciría sin dudarlo dos veces.

— Zenitsu, esto es malo. — Pronunció con un sonrojo leve Genya.

— Ni me lo digas. Todos nos vieron.. ¡¿Y si piensan que hicimos algo indebido?! ¡Estaríamos perdidos! — lloriqueo desesperado — ¡No quiero tener rumores! ¡Tú menos deberías, acuérdate de Kanao!

Genya suspiró con pesadez, Zenitsu tenía razón. Si los rumores empiezan seria muy difícil que lo olvidarán, perdería toda confianza que obtuvo para declararse y oportunidad alguna con Kanao.

— Entonces.. ¿Que hacemos?

Zenitsu lo miró con lastima. Genya entendió que no había nada que hacer ni tampoco podían intentar parar lo que empezaría.

Sus miradas conectaron, el timbre sonó para dar la hora de salida, interrumpiendo el momento. Bastaron con solo despedirse e ir corriendo a sus respectivos salones para buscar sus cosas y dirigirse a su hogar. Estaban cansados, podría decirse que sus corazones latían a la vez por la frenética escena.

——————— Miércoles. Almuerzo, 4:10 PM.

"¿Ese es el Vicepresidente del Consejo Estudiantil, cierto? Dijeron que lo vieron con el hermano de el profesor de matemáticas."

Un Pequeño Beso  |   Genzen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora