A LA FUERZA

Greg

Su corazón late con tanta fuerza que siente que escapará de su pecho en cualquier momento, sus piernas tiemblan mientras corre por la playa lo más rápido que puede.

Sabe que Steven probablemente ya se dió cuenta de su ausencia, sabe que hay cientos de gemas por toda la playa que podrían verlo y detenerlo por órdenes de Steven, sabe que hay muchos portales por los que Steven podría aparecer y tomarlo del cuello de regreso a la casa en cualquier momento.

Por eso corre, corre como nunca antes había corrido en su vida, incluso más de lo que corrió cuando fue a buscar a Rose el día que se conocieron. Corre porque sabe que debe actuar rápido antes de que su depredador lo encuentre, antes de que alguien lo vea y quiera detener su plan.

Le tomó demasiado reunir el valor suficiente, tantas incógnitas y miedos que tuvo que reprimir para atreverse a hacer esto, ya no quiere seguir así, sufriendo todos los días por un hijo que lo toma y lo reclama como hombre, que lo usa como esclavo. Ya no puede soportar seguir viviendo en una prisión, porque en eso es en lo que se ha convertido esa casa, una cárcel en dónde es torturado todos los días.

Sigue corriendo, el viento hace volar el poco cabello que aún conserva, el sol cálido del atardecer acaricia su piel mientras él corre y corre, su destino está cerca.

Mientras corre piensa en todo lo que está dejando atrás, Pero no piensa en Steven. Piensa en su camioneta, sus amigos, sus fotos de Rose, sus cintas vhs, su guitarra, sus hermosos recuerdos en esa ciudad. Todo eso se quedará ahí y él se irá.

No quisiera tener que irse, desea con toda su alma poder seguir viviendo en la ciudad que ama, en la playa que ama, tocar en su silla frente al mar cada mañana y envejecer rodeado de personas felices que cuentan historias divertidas. Pero no puede quedarse mientras Steven también sea parte de esa ciudad.

Llega a su destino, una enorme colina inclinada llena de rocas, con cuidado comienza a caminar por ahí con la intención de llegar a la cima. Mientras la escala no deja de pensar en Steven, pero no en el Steven que odia, sino en el Steven que ama.

Piensa en el niño al que crió con tanto amor, incluso después de perder al amor de su vida y quedar solo con un bebé recién nacido, nunca dudó en darle todo su amor a su bebé. Siempre intentó dar lo mejor de si y ser un papá divertido, un padre en el cual confíar, un ejemplo a seguir.

No sabe en qué momento su dulce niño se torció, tal vez no fue un buen padre, tal vez todo esto es su culpa. Tal vez si no hubiera dejado que Steven se involucrara con las gemas, tal vez si lo hubiera dejado tener una infancia normal...

Lágrimas salen mientras sube la colina, ahora entiende que su niño desapareció por culpa suya, debió haber evitado que las gemas lo presionarán tanto, debió haber estado con él y no dejarlo vivir solo con las gemas en un montón de situaciones peligrosas. Debió ser un mejor padre.

Se merece esto y más, Steven lo está castigando por haber Sido tan mal padre, esto no es nada más que su triste y justo merecido.

Por un momento siente que va a ver de rodillas y romperse a llorar, Pero saca fuerzas y continúa subiendo. Ya ha arriesgado mucho para venir hasta aquí, no puede solo colapsar ahora.

Logra llegar hasta la cima, el hermoso atardecer pinta el cielo de colores morado y rosa, el viento suave le pega en la cara y con ello se lleva sus lágrimas, de repente Greg siente mucha paz, algo que ya llevaba demasiado tiempo sin sentir.

No entiende por qué, ni quiere tratar de entenderlo, Pero estar ahí lo hace sentir seguro, alejado de todo y de todos, porque no solo teme a Steven, le teme a todos. Su hijo se encargó de moldear su mente para que tenga miedo de ser descubierto, si alguien supiera lo que Steven le hace, sería la peor humillación de su vida.

Así que es mejor así, solo.

Nadie sabe ni sabrá nada, todos se preguntarán qué pudo haber sucedido para que Greg hiciera lo que va a hacer, todos querrán saber si hubo algo que atormentara tanto al pobre Greg como para horillarlo a tomar ésta decisión, Pero nadie nunca sabrá la verdad.

Se acerca a la orilla, tiene miedo, no quiere hacer esto realmente, pero tiene más miedo de arrepentirse. Porque sabe que Steven estará furioso cuando regrese, sabe que va a castigarlo de la manera más cruel y sanguinaria que se le ocurra, ya lo ha mutilado antes y nunca se cansa de hacerlo.

Así que temiendo por vivir es vida, elige la muerte.

Y salta.

Salta y mientras cae siente que vuela, siente que por fin es libre y que el viento que despeina su cabello lo va a proteger, cae y escucha los pájaros que vuelan y graznan libertad, ahora se siente libre también, siente de nuevo esa paz infinita que no se había dado cuenta que extrañaba.

Cae y cierra los ojos mientras sonríe, sabiendo que ya no habrá quién lo lastime, sabiendo que él único dolor que sentirá será el golpe al tocar las rocas del suelo, que después de eso ya no habrá más dolor ni humillación.

Una última lágrima vuela de su mejilla y se pierde en el aire, antes de finalmente impactar el suelo y no poder sentir nada más después de eso.

Siente suavidad, algo suave roza y protege su piel, calidez, algo le brinda calor. Se mueve y estira sus piernas, siente algo pesado a su lado, como si alguien estuviera ahí.

– Dormiste mucho, papi –

Sus ojos se abren con terror al oír esa voz, su mirada busca con terror al dueño y quiere gritar al ver a Steven acostado a su lado, están en la cama de Steven, están en la casa.

– No... –

– Eres muy predecible ¿Sabes? –

Steven ríe, Greg no puede ni siquiera llorar, no puede ser que haya fallado, no puede ser que tenga que seguir con esto... No puede ser.

– Te estuve esperando abajo de la colina, Vi como caíste, casi te hiciste pedazos con el golpe, tuve que recoger partes de tu cerebro en las rocas, pero logré juntarlos y nada que yo no pueda reparar –

Steven comienza a acariciar su cabeza, a besarla, a morderla.

Greg siente asco al imaginar que seguramente Steven lo folló cuando estaba inconsciente, seguro lo hizo cuando su cráneo estaba hecho mierda.

Steven baja sus besos a su cara y sigue con su cuello, Greg está quieto como una estatua, Pero ya no siente tristeza. Siente rabia, siento odio.

No puede huir, no puede morir....

Pero aún queda algo que puede intentar.

Dos meses enteros sin actualizar jajajaja

Pero aquí está y ya el siguiente capítulo es el final.

Nos vemooooous