Hinata Hyuga es una kunoichi de la aldea de la Hoja, tras la masacre de su clan ella viviría muchas injusticias es así como conocería a un misterioso hombre de personalidad fría y a la vez tranquilo con el cual se relacionaria por las noches.
*・゜・*:...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hinata logra despertarse, la luz del sol que entra por la ventana pegando su rostro pálido haciendo que se siente en la cama, al hacerlo se da cuenta de su desnudez cosa que la avergüenza totalmente, ¿acaso él habrá visto algo? sus mejillas se tornaron carmesí pensando en las posibilidades.
Dejando de pensar en ello esta se levantó para colocarse su vestimenta, se lavo el rostro y se cepillo los dientes.
. .
Después de un buen desayuno, Hinata se dedico a limpiar la casa, sus finas y suaves manos tocaron el agua fría para fregar el suelo de madera con un trapo, esforzándose por dejarlos más relucientes, también limpio los elegantes muebles de madera oscura, las mesas e incluso saco las cortinas de las ventanas para lavarlas y luego reponerlas, no estando conforme comenzó a lavar los vidrios de la ventana recordando que también podría hacer una limpieza profunda en el sanitario y su habitación, no estaba muy sucio como había imaginado, pero de todas formas ya estaba hecho, sus piernas tambalearon al pararse y admirar su trabajo, después de ello la misma se dio una ducha y cuando vio la hora no pudo evitar sorprenderse.
Eran mucho más de las doce, ¿en que momento se esfumó el tiempo? Hoy al parecer no podría ir a visitar a la anciana de los lindos tejidos.
Sintiendo nuevamente el hambre ella se preparo solo un poco de arroz, fue lo único qué comió para llenar un poco su estómago, al hacerlo se sento rendida en el sillón, la casa era tan silenciosa, estaba tan sola qué podía acostarse en ese mismo cómodo asiento descalsa, podía correr e incluso hacer una pirueta en la sala, (cosa qué tenía prohibido hacer cuando vivía en el distrito), es así, ella era libre, libre de hacer lo quiera apesar qué en un momento se sintió triste al recordar a su madre, Oh madre, mi quería madre, la única que la entendía desde el fondo del corazón.
Entonses, si ella era libre, podía salir donde quisiese ¿qué estaba esperando?, Oh cierto, ese sujeto... Él era el único que le prohibía cosas, aún no entendía por qué le hacia caso, más haya de las amenazas ya no le importaba morir, total, su vida era suya y debería vivirla como le plazca ¿verdad? ¿Por qué hacerle caso a ese sujeto? Apesar de los buenos momentos que le brindaba, donde ponía sus mejillas carmesí ante su terrible toque sobre sus caderas, ese deseo que sentía y a la vez temor al dormir en la misma cama que él.
Ya era consciente que ese sujeto era un Uchiha, ella había visto esos ojos tiñidos de rojo vivo, y por lo qué sabía él era un criminal.
Sacando conclusiones Hinata tendida en ese sillón mirando el techo llegó a pensar que él era un enemigo de Konoha, a ver, a ver, era más que obvio, él mismo mencionó que era compañero del asesino de su clan.
Entonses... ¿por qué lo aceptaba? ¿Por qué se dejaba tocar por él? ¿Por qué se sentía tan indefensa y vulnerable lado de él? Ese sujeto provocaba muchas cosas en ella, sin embargo no podía olvidar el hecho que él era un enemigo de Konoha, esas manos cálidas con las que la tocaba estaban manchadas de sangre de gente inocente, esos ojos tan fríos y distantes mostraban la realidad de él, un hombre inundado en una fría oscuridad y soledad, pero en medio de todo eso encontró su refugio, apesar del temor ese sujeto la hacia sentir de alguna manera bien, la hacía olvidar su triste realidad provocando emociones en su cuerpo y mente.
