Capítulo 10: Suna

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Naruto llegó a la conclusión de que el desierto era un entorno desfavorable. La arena era extremadamente difícil de atravesar, incluso con el ejercicio de control de chakra que le habían enseñado para caminar por ella de forma uniforme. Era como caminar sobre la arena, pero las irregularidades en su consistencia y estructura lo hacían mucho más difícil. El calor era intenso, como el de una sauna seca sin nada de relajación, y había numerosos insectos que intentaban atravesar su holgado atuendo del desierto exterior para conseguir siquiera una pizca de sombra. Además, el calor afectaba a sus técnicas de herrería de chakra.

El calor tenía un efecto inesperado en sus materiales, haciéndolos lentos y resistentes a sus manipulaciones. La velocidad y eficacia habituales a las que estaba acostumbrado brillaban por su ausencia. En este momento estaba moviendo pequeñas piezas, apenas de la masa de una pieza de ryo, a través de sus brazos, sobre su pecho y bajando hasta la otra mano. La sensación era de resistencia, como si las piezas lucharan contra él. La situación desafiaba a la lógica.

Está claro que el calor tiene un efecto sobre sus materiales, lo cual es de esperar dada la química metalúrgica básica implicada. El calor también es un factor clave para moldear y dar forma a los materiales cuando se emplea la herrería de chakra. Sin embargo, esto requiere un calor muy intenso y técnicas de control del chakra, que no son comparables al calor del desierto. Ambos son tan diferentes que el desierto está más cerca de helarse que de reforjar el metal de la misma forma que lo hace Naruto.

Era consciente de que estaba pasando algo por alto, de que había una variable crucial en la ecuación que no había identificado. Sin embargo, no estaba seguro de cuál podía ser esa variable. ¿Acaso el ambiente del desierto carecía de algo que el ambiente de Konoha no poseía? ¿Podría el tipo de calor tener alguna propiedad metalúrgica que él desconocía? Incluso era posible que el calor estuviera afectando a su control del chakra, aunque esto parecía improbable dado que estaba acostumbrado a pasar largos periodos en condiciones de calor similares. Sin embargo, una cosa estaba clara: tenía una cantidad considerable de deberes que completar a su regreso. Tal vez deseara considerar la compra de almanaques sobre las condiciones meteorológicas del desierto para compararlos con sus propias notas.

En cuanto se permitió pensar en la carga de trabajo que supondría investigar las propiedades del desierto, un golpecito en la frente le devolvió a la tarea que tenía entre manos. "Estás perdiendo el control, Uzumaki".

Se frotó el punto que su compañera de viaje le había golpeado con el dedo índice, justo debajo del protector de la frente. No se había dado cuenta, pero estaba dejando pequeñas huellas en la arena tras de sí, lo que significaba que su hazaña se hundía ligeramente en la arena. "Tengo nombre de pila, ¿sabes?". Ella tenía razón, pero él no tenía por qué disfrutar de ese hecho, y su respuesta trataba de ocultarlo.

"Efectivamente, tienes nombre de pila. Sin embargo, tras las conversaciones con Sensei sobre la tutoría eficaz, he llegado a reconocer el valor de mantener un equilibrio saludable en las relaciones". Respondió sabiamente, como si su lógica tuviera sentido para él. "También hizo hincapié en la importancia de un vínculo basado en la confianza y el respeto mutuos, que creo que es crucial para establecer una relación adecuada". Aquello sólo sirvió para confundir aún más al joven.

"Creo que mencionaste que hablaste con el Hokage sobre mí para mejorar. ¿Por eso siempre te quedabas en su despacho después de nuestros encuentros?". El velo que cubría su pálido rostro no ocultaba su sonrisa socarrona.

"De hecho, hablé con él sobre ti mucho antes de los Exámenes Chunin". "Aquellas reuniones eran discusiones más profundas sobre nuestra misión actual. No estás al tanto de cierta información, como los elementos políticos internos de la Aldea de la Arena, con quién hablar, nuestras propias fuentes, posibles concesiones e incluso la posibilidad de matar si nos provocan". Dejó que esto último flotara en el aire sobre ellos, pero Naruto se limitó a dejarlo de lado, acostumbrado a que ella intentara constantemente parecer enigmática y grandiosa.

Naruto - El Maestro Herrero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora