Capitulo 3

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Estaba en mi casa acostada en el sofá con un dolor de cabeza horrible, no podía dejar de repasar todo en mi cabeza, tenía que visitar mañana a los Donfort, después tenía que dar mi versión de los hechos a Alan y después al FBI.

Tenía que inventar una historia creíble, tengo que prepararme bien, para dar una historia sin involucrar a Jake..

Aunque se que me ha mentido todo este tiempo, no quiero entregarlo por qué se que también me hundiría con él, pero con Hannah es diferente no voy a dejar que siga su vida como si nada después de matar Jennifer Hanson, ya me había decidido incluso si sus amigos me odiaban, incluso si Jake me odiaba, tenía que decirlo, por mi amiga Jenni.

Vivía en una gran casa, me gustaba jugar con mi casa de muñecas, era de un color rosado casi todo en mi habitación era rosa.

Mis padres tenía una gran preferencia por mi hermana, la consentía en todo, cuando ella nació fue como si me quitará la poco estima que mi padre tenía sobre mi.

Johan quería un niño, sin embargo solo consiguió dos niñas, cuando nací se sintió decepcionado, él quería un hijo para enseñarle sobre su trabajo.

Un día escuché a mis padres hablar, estaban en un mal momento después de que su segundo hijo fuera una niña.

Johan: ¡Ya calla a esa cosa! 

Sara:Si sigues gritando, no se va a calmar, ya ya tranquila mi niña 

Johan: ¡Tu único trabajo es cuidar bien de esas mocosas por qué no lo haces! 

Sara: Te Cres que es fácil cuidarlas, Gia cada día es más inquieta y Sia solo tiene un mes de nacida, necesita más atención y cuidados, ¿Te crees que yo no duermo o que? 

Johan: ¡Eres una inútil!, que tan difícil es solo cuidarlas, ni siquiera te encargas de otras tareas solo de ellas.

Sara: No sabes nada, si tan fácil crees que es entonces hazlo tú.

Johan: Yo tengo un trabajo a diferencia de ti, por qué cuidaría a esa dos, ni siquiera quería tener hijas , eres tan inútil que ni siquiera pudiste darme un niño!

Sara:¡Cómo puedes decir eso! ¡Son tus hijas!! 

Nos odiaba, pero su odio a Sia después de eso no duró mucho, un día la vio estirando su pequeña mano hacia él, en cuanto la sostuvo en sus brazos Sia no paraba de sonreír, se veía que disfrutaba ser cargada por Johan fue ahí cuando ese hombre serio y frío que en 5 años de mi vida nunca me había sonreído, lo vi hacerlo por primera vez con ella.

Me sentí mal, no era mi culpa nacer como mujer, tire a la basura mi casa de muñecas que tanto amaba, junto con mis vestidos y ropa de color rosa, todo lo que fuera rosa en mi habitación fue a la basura, mi padre me regaño por eso dijo que tenía que cuidar mis cosas y valorar lo que tengo, para el solo fue un berrinche de una niña caprichosa. 

Cuando tenía diez había reemplazado los vestidos por pantalones y camisas, usaba gorras, tenía el pelo corto sobre los hombros, fingí que me interesaba el trabajo de Johan en el FBI, fingí que me gustaba el béisbol, fingí que me gustaba sus películas aburridas de blanco y negro.

Hacía todo lo posible para agradarle pero nunca funcionó, siempre era Sia, siempre ella y solo ella.

Johan, me consideraba molesta, mi madre solo tenía ojos para Sia que solía enfermarse con regularidad, creían que cualquier cosa la rompería.

A los 15 me esforzaba en la escuela sacaba las mejores notas, jugaba béisbol pero nunca iban a verme jugar, así que lo deje, tomaba clases de violín, nunca iban a mis recitales. 

DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora