Connor le había dado un puesto en el área de finanzas a Alec, y aunque al principio los trabajadores de ahí no les pareció una buena idea, sus indiferencias cesaron gracias al buen desempeño de Alec, quien era alguien responsable, puntual, capaz de realizar las órdenes que le daban, e incluso darlas, aportaba buenas ideas y puntos de vista diferentes a los demás, trabaja en equipo y aportaba soluciones ante diferentes problemáticas, todo lo que una empresa busca.
La vida de Alec era buena, tenía un buen empleo con una muy generosa paga, salía con Connor en ocasiones, e iba a ver a Fiore al internado en el que se encontraba, esto lo hacía 3 veces por semana, cuando no tenía tanto trabajo. Aveces metía de contrabando dulces y comida deliciosa debido a que Fiore le había contado que la comida es horrible y los dulces están prohibidos. Era de las pocas cosas que lo hacían feliz, ver a Fiore comer lo que le traía con cara de felicidad extrema, y los escasos abrazos que esta misma le daba cuando Alec estaba a punto de irse.
Así era su vida hace algunos meses.
Connor quien estaba paseando por su empresa para ver que todo estuviera bien, fue llamado por algunos socios y compañeros de trabajo.-¡Oye Connor!
Grito uno de sus compañeros, quienes estaban en un cuarto con paredes de cristal y una mesa redonda. Por un momento pensó que algo malo ocurría por las caras serias que tenían. Camino tranquilamente hacia donde estaban y se sentó en una de las sillas desocupadas que se encontraban.
-Hola chicos, ¿qué pasa?
Aquellos se miraron unos a otros, parecían tener algo importante que decir.
-El chico que trajiste, es un excelente trabajador, es muy puntual y aporta grandes ideas, incluso nuestros ingresos aumentaron un 15%.
-Sabía que no me iba a decepcionar.
Connor sonrió orgulloso, por un momento pensó que había pasado algo malo pero al parecer no fue así, ¿cierto?
-Sin embargo, hace unos días lo notamos muy raro, pareciera tener una mirada perdida, ya no habla con nosotros.
-¿A que te refieres?
-Digo que últimamente está muy distraído, solo llega, hace su trabajo y se va, no es queja, cumple todo lo que le dejamos, pero parece tener algo.
-No es por ser grosero pero, mi lugar de trabajo esta al lado del suyo, y hay veces que huele mucho a alcohol.
-Connor te pedimos que hables con él, porfavor.
"Parece que otra vez te dieron tus bajones de ánimo, o no amigo" pensaba Connor mientras escuchaba las quejas de sus compañeros.
-No sé preocupen amigos, hablaré con él hoy mismo, les aseguro que para el lunes estará como nuevo.
Dijo mientras se levantaba de aquella silla y se dirigía a la salida, tal vez vaya ahorita mismo.
Recibio despedidas por parte de los demás, haciendo él lo mismo.
Apurado, fue hacia el apartamento donde Alec vivía, ubicado en uno de los edificios más altos y lujosos de la ciudad. Estaba algo cerca de ahí, así como optó por irse caminando, unos 10 minutos bastaba para llegar. Su apartamento se encontraba hasta arriba, así que tenía que usar el elevador. Aún recuerda cuando Alec vio por primera vez donde iba a vivir, al principio se negó asi que Connor invento que eso era lo único disponible que tenía. El apartamento contaba con 2 habitaciones, 3 baños, 1 cocina, 1 comedor, 1 sala, una pequeña cantina, 1 mini biblioteca y una piscina, si era bastante grande.
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¿Te enamorarías otra vez?
Random-"¿Qué pasaría si te dijera que me gustas, Alec?" Después del show, Connor decidió ayudar a Alec a mejorar su vida, dándole un trabajo en su empresa de perfumes y prestándole un apartamento para que viva. Un día, Alec descubre gracias a las redes s...