Capitulo 4

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- Hija, el es hijo de un viejo amigo de nosotros

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- Hija, el es hijo de un viejo amigo de nosotros. De Joaquín. - Me quede confundía viendo a mi padre-. ¿Recuerdas quien te regalo esa cadenita de oro de La virgencita? Cuando eras niña el te la regalo por tu cumpleaños mi vida.

- No entiendo, ¿Quien es el? - Me dirigí a Iván y el río mientras me abrazaba por mis hombros.

- Es... Luego lo sabrás... Ya conocíamos a Iván hija. Mejor vayan, se les hará tarde para La Primera Cita.

- No es una cit... - Me vi interrumpida por Iván quien habló rápidamente.

- Claro, más tarde se la traigo sana y salva. A ver cuando van a la casa en Culiacán, o venimos a visitarlos.  -Mis padres asienten con una gran sonrisa en sus rostros.

- Eres muy bien recibido en esta casa Ivan, salúdanos a tu padre y a tu madre de nuestra parte. -Iván asiente y yo salgo caminando de la casa.

- ¡Muchas gracias señores! -Dice Iván al ver que salí rápidamente mientras va tras de mi, mis padres solo ríen y cierran la puerta después de despedirse de los dos.

- ¿Acaso eres un acosador? Me das miedo. -Digo en cuando salimos de la casa.

- No lo soy. -Rie- Venga vida, la ayudo a subir. -Dice mientras abre la puerta de la gran camioneta GMC sierra completamente negra.

- ¿Porque hay tantos carros Iván? -Digo al notas los carros de los escoltas de Iván  que seguían el carro donde nos encontrábamos.

- Es seguridad, hermosa. La tengo que tener si quiero salir. -Responde mi pregunta para después mirarme con una pequeña sonrisa, yo solo se la devolví levemente.

Después de unos cuantos minutos llegamos a una heladería que estaba cerca de la playa, me intenté bajar del auto pero Iván me dijo que esperara, se bajo y me ayudo a salir. Le agradecí y le di una pequeña sonrisa.

- ¿Te gusta el helado? -Asiento con mi cabeza y el también asiente.- ¿De cual te gusta?

- Limón. ¿Y a ti?

-De oreo o de limon con Tajín.

- Mmm, suena bien.

- Si...

- Buenos días jóvenes ¿De que querrán la nieve de hoy?  -Dice el señor que nos estaba atendiendo al acercarnos hacia los refrigeradores de las nieves.

- Me puede dar una de oreo con limon a mi porfavor. ¿Y...? -Dice Iván.

- Una de limón. Porfavor.

- Claro que si, en seguida. -El muchacho empieza a preparar las nieves, bajo las miradas de Iván, mía y de otros 4 hombres atrás de nosotros que era la supuesta "seguridad" de Iván.

- Oye Iván, ¿Ellos no van a pedir? -Todos se me quedaron viendo causando atención mis palabras.

- Emmm... -Iván los voltea a ver y ellos solo lo miran sin ninguna emoción en su rostro, neutrales y con el ceño fruncido.- No lo sé.

- ¿Ellos quieren?  -Digo mientras lo veo a los ojos.

- ¿Ustedes quieren plebes? -Ellos niegan y me vuelve a ver de nuevo y alza sus hombros.

- Yo se los pago. -Safo un Billete de 200 pesos que era parte de el pago pago de mi trabajo.

Iván Archivaldo.

La neta no lo había pensado, ellos siempre andan en el caloron y siempre bien encapuchados. Briza sacó un billete de 200 de una pequeña cartera pero la detuve.

- No no, yo se los pago. -Ella ladea su cabeza.

Briza Ortiz

- No, déjame invitarlo. -El niega y saca una tarjeta de crédito. Pero lo detengo en su acto. ¿De cuales gustan?

- Noo, no seas aferrada, déjame pagarlo yo. Yo te invite a la cita, yo pago todo. -A regañadientes asentí y los muchachos escogieron unas nieves casi casi obligados por mi.

-Muchas gracias. -Pronunciaron los cuatro al mismo tiempo.

- ¿Tienen calor? -Dije intentando "socializar" un poco con ellos. Ellos solo negaron.

- ¿Quieres ir a ver el atardecer?

- ¿Tu quieres ir? -Dije esperando a que digiera que si, me encanta la playa y más los atardeceres en ella.

- Como tú gustes bella, vamos a donde tú quieras. - Asentí y empezamos a caminar hacia la arena de la playa, no sin antes pagar en la heladería.

- ¿Porque me invitaste a salir? -Le pregunté a Iván mientras nos sentábamos en la orilla del mar mientras comíamos las nieves.

- Porque... No lo sé, algo me incentivo de ti. Me gustaste. -Fue directo a su punto dejándome sorprendida por su sinceridad.

- ¿Porque?

- Muchas cosas. Tu sonrisa, tu pelo, tus ojos color avellana que con el calor cambian a verde... muchas cosas.

- Espera... ¿Como sabes que mis ojos cambian con el calor? - Parece que le tomo desprevenida mi pregunta por qué dudo en responder.

- Te dije que te mande a investigar, vida.

- Raro. -Los dos reímos y seguimos disfrutando del bello atardecer que nos entregaba el mar y las olas.

- ¿Sabes? Estar Junto A Ti me proporciona tranquilidad.

- Sonrió al escuchar las palabras de Iván, que se escuchaban muy transparentes y sinceras.- Creó que se hacer buena compañía. ¿Quieres caminar? - El asiente y nos paramos mientras seguíamos comiendo nieve.

- Esta muy tranquilo el mar. -Dice Iván
Mientras toma mi mano al caminar y me voltea a ver con una sonrisa que también le devuelvo.

- Casi siempre lo está cuando está a punto de anochecer.

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⏰ Última actualización: Aug 20 ⏰

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