La Mujer de los Moretti

capitulo 6

Mamá se levantó de la silla cuando me vio. Yo hice como que no lo había visto y me dirigí a la mesa donde estaban ellos. ¡Qué sorpresa! No me había dicho que Alex estaría allí.

— Hola mamá — murmuré, sentándome entre Alex y un chico que no conocía.

No había más sillas, así que me acomodé en medio de ellos.

— Hola cariño. — respondió mi madre.

— Lo siento por llegar tarde — dije, sintiendo un poco de incomodidad.

— No te preocupes Sofía, ¿cómo has estado? — preguntó la señora Lucia, la madre de Alex, con una sonrisa amable.

— Bien, gracias por preguntar.

— Hola, eres Sofía, ¿verdad? Alex me ha hablado mucho de ti —  mencionó el señor, que creo que es el papá o no sé.

— Ah, en serio, qué bien — respondí un poco incómoda.

— Te presento a mis tres esposas, aunque ya conoces a Lucía, ¿no? — preguntó el señor. Escuché mal o dijo tres esposas... Yo pensaba que en una relación es de dos, no de cuatro, pero bueno, en esta vida todo es posible.

— Sí, hace mucho tiempo que no la veo, y tres esposas... — murmuré, mostrando tres dedos.

— Sí, y ellos son mis hijos — declaró el señor un poco nervioso.  El hombre creo que es el papá de Alex...  Ay, no sé por qué Alex nunca me habló de su padre.  Los cuatro chicos que estaban ahí me estaban mirando fijo.

— Él es el más menor, su nombre es Samuel — anunció Lucía y luego señaló al chico pelinegro.  Wow, está guapísimo. Ya deja de decir estupideces.

— Hola preciosa, como ya sabes mi nombre es Samuel — saludó.  Bueno, tengo que ser sincera, está guapísimo, al igual que sus otros hermanos. Ya deja de hablar estupideces, mente estúpida.

— Como ya sabes, él es Alex — dijo Lucía con una sonrisa, y juro que ella estaba un poco nerviosa e incómoda.

— Sí — asentí, yo estaba nerviosa e incómoda, sus miradas eran intensas. Ellos estaban fijos en mí, Alex solo asintió y seguía mirándome.

— Él es Adrián.

— Hola hermosa, mucho gusto — respondió en ese tonto de voz, lo reconozco, era el rubio que estaba en la cafetería y en la fiesta, pero tengo que admitir que también está guapo.  Ay, no, todos están guapos, no sé ni cuántas veces dije que están guapos.

— Él es Matt.

— Hola hermosa, mucho gusto — bromeó.  Si las miradas mataran, él ya estaría a tres metros bajo tierra.  Las tres mujeres lo miraban fijamente con una mirada asesina.

— Y él es Ethan — exclamó la señora Lucía.

Naw, están guapos los cuatro.

«En qué estás pensando»

— Qué grosero de mi parte, mi nombre es Leonardo, mucho gusto.

— Mucho gusto a todos — anuncié.

— Ay qué grosera por parte de nosotras, Yo me llamo Verónica soy la mayor de las tres — declaró Verónica, la mayor de las esposas, con una sonrisa pícara.

— Yo soy Stephanie la del medio — habló Stephanie, la mujer que estaba en medio de Verónica y Lucía, con una sonrisa cálida. Ahora sé que ella es la del medio de las esposas.