CAPITULO 1

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— Por favor Jay envía los documentos a mi casa- dijo Gisella caminando a su oficina — y ¿mi hijo?

— Ya debería estar en su oficina jefa - mencionó Jay abriendo la puerta dejando pasar a Gisela para después retirarse.

— ¡Lex! - dijo acercándose para tomarlo en sus brazos — mi hermoso niño, ¿tienes hambre?

— Si — dijo aquel niño de tan solo 3 años de edad.

— Mami te dará un caldo de pollo con verdura- dijo Gisel mientras le hacía cosquillas al niño.

Entre risas Gisela y su hijo se dirigían a la salida bajo la mirada de los empleados que con solo verlos morían de ternura al ver como Gisela sentía un gran amor por su pequeño, y es que todos adoraban al niño que en un futuro sería su jefe.

Gisel conducía directo a su casa mientras miraba de vez en cuando a Lex quien solo tomaba jugo de su vaso entrenador. Llegando a su hogar Gisela tomó a Lex en su brazos, cuando entró a su casa dejó a Lex en el sofá mientras ella se dirigía a la cocina para hacer el almuerzo.

— ¡Ma! — grito el pequeño mientras entraba a la cocina.

— Si, mi lobezno — contestó

— Te quiero — dijo abrazando la piernas de Gisella.

— Y yo a ti mi bebé - abrazo a Lex y le alzó - te amo muchisimo — le dio un beso en la mejilla.

Mientras el pequeño niño jugaba en el cuarto de juegos, Gisella estaba en la cocina preparando un aperitivo para su hijo. Con un plato lleno de galletas y dos vasos de leche con chocolate se dirigía a la sala de juegos en donde después de consumir el alimento se dedicaría a compartir tiempo con el pequeño infante.

Gisella se encontraba en su habitación con el pequeño Lex, quien después de decirle aquellas palabras dulces a su progenitora le dio un ducha para después consentirlo con una película infantil y una pequeña merienda

Lex era un niño que a pesar de su corta edad le gustaba estar rodeado de la naturaleza, corría de un lado a otro, y siempre que tenía la oportunidad tomaba un siesta en la habitación de Gisella  creando un pequeño nido de almohadas.

Lex se encontraba en el armario de Gisela escondido entre su ropa; su lugar favorito, mientras que Gisela buscaba entre toda su habitación tratando de encontrarlo el pequeño niño la miraba por una pequeña rendija que había dejado. Cuando la vio de espaldas frente al armario sacó su manita logrando tocarla.

— ¡Boo! - grito el pequeño.

Gisella volteo para encontrar a su pequeño entre aun encerrado en su armario.

— ¿Qué haces allí Lex? — dijo tomando a su pequeño para después ponerlo de pie en el suelo.

Así en todo el día se concentraron en jugar a la escondidas por petición del pequeño que sólo quería estar con su progenitora. Era un fin de semana divertido para Lex pero en su interior seguía queriendo algo más , sentía que faltaba algo y a veces imaginaba estar como todos los niños qué veía en el parque.

Llegando la noche Gisella se encontraba en su habitación viendo a él pequeño Lex quien la esperaba acostado en su cama con una frazada, le dio un beso en la frente, caminó lentamente del otro lado y se recostó, atrajo el pequeño cuerpo de su cachorro al suyo y se dispuso a dormir.

Reino AGWANT

Pisadas resonaban por el enorme pasillo, la poca luz que entraba por los ventanales qué brindaba la luna y la luz que emana a las velas hacían ver el enorme pasillo como algo idílico. Las enormes cortinas que colgaban  de lo alto se movían por las ráfagas de viento y hacían un movimiento elegante.

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