CAPITULO 2

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Y quién eres tú?! — preguntó Gisella.

— Mi nombre es Alexander — camino hacia Gisella — y soy…. — su vista dio hasta el collar que tenía Gisella en su cuello, alterando se enseguida — ¡¿Quien te dio ese collar?!

Al ver su reacción Giselle tomó su collar entre su mano y retrocedió unos pasos.

— Es mío, yo me lo compre.

Enseguida Alexander se dio media vuelta, avanzó hacia el buro y busco entre los cajones un cofre en donde sacó un collar idéntico al que tenía Giselle.

— No robe nada — se apresuró a decir Giselle.

— Lo sé, solo quería asegurarme.

Mientras los dos se encontraban hablando Jackson analizaba la interacción entre ellos, no sabía bien que estaba pasando en ese momento. Sentía una familiaridad con Giselle pero también tensión en aquella habitación.

— Dime tu nombre — pidió Alexander con voz neutra, no quería que se notará su nerviosismo por verla ahí.

— Gisella— dijo un poco desconfiada.

Alexander se dio la vuelta encarando la, miró sorprendido a  Gisella y enseguida observo a su mano derecha.

— ¡Sígueme! — Alexander le dijo a Jackson.

Jackson  le dio una última mirada a Gisella antes de salir de aquella habitación.

Cuando llegaron a la oficina de Alexander, éste le dirigió una mirada tosca.

— ¡No te dije que nadie entrará en esa habitación! — Gruño.

— No sabía que estaba ahí.

— ¿Es posible que sea ella? — relajo su voz.

Sus ojos brillaron, había esperado qué ese momento sucediera.

— Es muy probable — dijo muy pensativo — aunque parece que no recuerda nada, necesitará ayuda para poder recordarte.

— Jackson, te encargo su seguridad — pidió — asegurate de ayudarle en cualquier cosa, dale todo lo que necesite, enseñale bien. — demandó.

Jackson no objeto en ningún momento esta vez haría bien las cosas, se sentía culpable por no haber cuidado bien de ella en el pasado. Estaba decidido velará por su seguridad, incluso si fuese de su líder, no dejaría que sucediera lo mismo dos veces.

— Ahora que volvió no la dejaré ir. — dijo decidido Alexander.

— ¿Lo haces  para salvarnos? o ¿Porque aun la amas? — pregunto.

Alexander  se volteó encarando a Jackson.

— No confío en ella, me engaño. ¡Por eso estamos en esta situación! Es lo menos que debería de hacer, quedarse y solucionar el problema.

— No creo que de verdad te haya engañado Alexander.

— Lo hizo, había demasiadas pruebas contra ella.

— ¡Tú lo decidiste así! no dejaste que investigará el caso, te dejaste llevar por la ira del momento. Es inocente.

— ¡Soy tu líder! — Gruño — como te atreves a hablarme así —  avanzo hasta Jackson y lo miró con ira — ¡Se quedará aquí! ¡Retírate!

Por otra parte Gisella se encontraba confusa no sabía lo que pasaba por su mente, la situación se tornaba cada vez más extraña.

Observaba todo a su alrededor, y no le agradaba mucho su entorno, se veía sin vida como si todo hubiera estado deshabitado desde hace mucho tiempo.

Caminaba por todo el lugar y no encontraba ninguna salida, solo puertas que daban a habitaciones y salas de reuniones.

Con cada paso que daba se estaba desesperando más y más, solo quería salir de ahí y encontrar a su hijo. Avanzó unos metros más hasta que al final de un pasillo encontró unas escaleras, bajó con cuidado no deseaba  que alguien la detuvieran y no pudiera salir de ese lugar.

Cuando estaba por llegar a las escaleras sintió una mano que la detenía, volteo y se encontró con Jackson qué la veía despreocupado.

—Por favor, déjame salir de aquí — pidió suplicando — necesito encontrar a mi hijo.

—Entiendo pero antes tenemos que ha…

Las puertas de la entrada  se abrieron, ambos voltearon y observaban qué entraba una mujer de cabello rojizo con un niño, detrás de ellos muchas criadas.

— Sígueme — dijo Alexander.

Volvieron a subir las escaleras, este iba enfrente dirigiendo a Gisella hasta la biblioteca. Mientras que Gisella seguía desconfiando de Jackson.

— ¿Quién era la mujer que entró hace un momento? — preguntó.

Jackson le dio un vistazo a Gisella, no estaba seguro que responder ya que ni él mismo sabía bien que posición tenía la mujer que entró al palacio hace unos momentos, ni siquiera sabía qué hacía ahí ya que tenía que llegar unos días después.

Cuando llegó a la entrada de la biblioteca sacó una llave del interior de su saco y abrió la puerta mientras se hacía a un lado.

— Adelante — hizo una ademán indicando qué podría pasar.

Gisella echo un vistazo al interior antes de entrar

— ¿Por qué me traes aquí? No se supone que me llevaría con mi hijo.

Gisella entró en aquel lugar mientras observaba todos aquellos estantes repletos de libros a su alrededor.

— Toma asiento — señaló un sillón qué estaba atrás de ella — necesito que te calmes antes de decirte lo que sucede.

Gisella tomó asiento y enseguida lo hizo Jackson al sillón de enfrente.

— Bien, ahora dime ¿En dónde se encuentra mi hijo?

— Primero tengo que hablar del porqué estas aquí — dijo Jackson

— Te escucho — dijo de manera seria Gisella.

— No se si me creas pero necesito que tengas la mente abierta de acuerdo — pauso — tú perteneces aquí.

— ¡¿Disculpa?! — dijo incrédulo. — te equivocas yo no se que es este lugar, ni siquiera se en donde me encuentro.

— Necesito que me creas que tú perteneces aquí, este es tu hogar y eres una persona muy valiosa para el pueblo, por algo volviste a este lugar y eso es porque debes tomar el lugar que siempre te corresponde por derecho. Haz vuelto después de mucho tiempo, y la razón del porqué tu hijo no está aquí es por esa misma razón, creo que él quiso que vinieras.

Gisella estaba incrédula, no podía creer lo que el sujeto que tenía enfrente le decía.

— ¡Estás completamente loco! Acaso estás diciendo ¿Que yo ya estuve aquí antes? Y que mi hijo precisamente quiso que yo viniera a este castillo de locos — respecto indignada — acaso esperas que crea eso.— suspiro — Supongamos que esto que me dices es verdad — rio — ¿Por qué no veo a mi hijo aquí? Porque según tus palabras el nos trajo aquí ¿ cierto?.

— No lo sé, necesito averiguar más detalles sobre eso, haré todo lo posible…

— ¡Suficiente! Ya escuche demasiado de esta tontería — se levantó de golpe — me voy de aquí.


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Hola, aquí esta el segundo capitulo de Nymeria, tal vez sea un poco aburrido al principio pero esto es necesario para el desarrollo de la historia.

Hasta el siguiente capítulo.

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