Fate: Eventualmente me convertiré en el héroe de la justicia

Capítulo 79

Shirou observó cómo Diarmuid se desvanecía y luego se giró para mirar a Kayneth.

—¿Me quieres muerto? —preguntó Kayneth con voz cargada de curiosidad.

—Intentaste matarme dos veces usando a Diarmuid —respondió Shirou—. ¿Puedes explicarme por qué? Puede que fuera débil en ese momento, pero no había necesidad de que me señalaras e ignoraras a los otros Maestros, ¿verdad?

Kayneth respondió: "El éxito de mis intentos de eliminarte no tiene importancia. La Guerra del Santo Grial perdió su importancia para mí en el momento en que te vi por primera vez. Tu cuerpo físico, tu capacidad de fusionarte con un Servant, te convierte en un activo extremadamente raro y valioso, un tesoro que la mayoría de los magos, incluido yo mismo, estarían ansiosos por obtener".

"¿Es así?" Los ojos de Shirou ardieron con llamas mientras miraba a Kayneth.

"¡¡Shúa!!"

La espada proyectada se disparó hacia adelante y se hundió en el estómago de Kayneth.

"Pu-"

Kayneth vomitó, con la mano presionada contra la herida mientras la sangre brotaba. La hoja de la espada estaba manchada con la esencia de su vida.

"Goteo, goteo."

"Nunca te perdonaré. Siempre te despreciaré. Así que no vuelvas a aparecer ante mí". Con esas palabras, desplegó sus alas oscuras y emprendió el vuelo, partiendo y dejando atrás a Kayneth.

"Profesor..." Waver se acercó, con la preocupación grabada en su rostro.

"Dos tontos... no... tres tontos... no, no, no... ¡y también estoy yo! ¡Jajaja! ¡Excelente! ¡Cuatro tontos!" Kayneth se rió como un loco, su carcajada se convirtió en tos mientras la sangre brotaba de su boca. Luego usó magia para curarse.

—¿Qué haces todavía aquí? —le gritó Kayneth a Waver—. ¡Sal de aquí, idiota! ¡Usa ese poder y corre!

-¿Qué...? -Waver se quedó desconcertado.

¿Fuerza?

Se dio cuenta de ello y rápidamente montó a Bucéfalo. Se volvió hacia Kayneth y le dijo agradecido: "Gracias, profesor".

Kayneth resopló con desdén.

Waver se alejó, dejando a Kayneth atrás.

Kayneth miró fijamente a Waver partir, su susurro fue llevado por el viento: "¿Qué es exactamente lo que hay al final de tu sueño, mago tonto?"

Se agarró el pecho y se arrastró hasta el lado de la dormida Sola. Las líneas duras de su rostro se suavizaron mientras la miraba.

"Sola, mi querida Sola..." susurró.

Kayneth se reclinó a su lado y contempló el cielo. Le trajo recuerdos de cuando era un niño y miraba el cielo con asombro. En ese entonces, estaba en la cima, demasiado alto para que alguien pudiera alcanzarlo, rodeado de ignorancia. Pero ahora, tenía a alguien a su lado.

En el cielo vio varios aviones de transporte volando y pequeñas figuras saltando con paracaídas.

"Algo va a pasar... ¿serán capaces la Santa Iglesia y la Asociación de Magos de mantenerlo bajo control?" se preguntó.

Incluso Kayneth no estaba seguro, porque ahora los militares estaban involucrados.

...

"¡Caster! ¡Caster! ... ¡Shirou Fujimura...!"

La voz que lo llamaba venía desde detrás de él, y Shirou se detuvo en el aire, girándose para ver a Waver montado a caballo.

—¿Hay algo más, Waver? —preguntó.