¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
“ Where are you? ” __________________________________________________
El corazón de James desaceleró, con su cabeza recargada en la pared y una sensación de tranquilidad que no había podido experimentar desde que Michael irrumpió en su hogar. Debía admitir que estaba más cómodo con su presencia de lo que estaba antes, solo esperaba que al hombre no le den ganas de matarlo de un día para el otro.
De todas formas, había perdido la noción del tiempo, quizás llevaban en esa posición unos 5 minutos, tal vez llevaban más, no lo sabía. Sintió que el más alto se alejaba y abrió los ojos, Michael estaba a no más de 30 centímetros de James, con la cabeza inclinada para poder observarle.
Por algún motivo James tenía una sensación de seguridad en ese momento, claramente diferente a lo que solía sentir cuando estaba con el asesino. Como si algo en la mirada de este hubiese cambiado y así una sensación de calma lograba dominar el lugar. Extraño momento, pensaba James, pero en realidad deseaba tener la mente en blanco en ese preciso instante, quería olvidar cómo se estaba sintiendo antes, quería un momento de paz, así fueran cinco minutos.
Quizá así fué, de un momento a otro el asesino tomó distancia y lo observó por unos segundos, como lo hacía normalmente. Salió de la habitación con rapidez, no sin antes voltear a ver a James una vez más antes de cruzar por la puerta, sin cerrarla una vez que se fuera.
El chico soltó una risa sarcástica, a Michael parecía no importarle mucho lo que era mantener un orden común en la casa. Era bastante higiénico, pero no era usual que cierre puertas o ventanas, James siempre tenía que hacerlo por él.
El jóven se estiró, levantando sus brazos y respirando con profundidad el aire levemente cálido de la mañana de otoño. Una suave brisa de viento entró por la ventana que el mismo asesino dejó abierta por inercia, como solía hacer. James realmente no sabía en qué momento fue que el asesino comenzó a tenerle ese tipo de confianza, ¿es que no temía que se escape? Incluso planteando una pregunta así, él mismo sabía que no escaparía de ese lugar por cuenta propia, estaba seguro de que Michael lo encontraría, era muy persistente.
Acomodó su cabello, algo desganado, y salió de la habitación para dirigirse al baño. Lavó su rostro con agua tibia para despertarse por completo y se miró al espejo. La marca del cuchillo en su mejilla persistía, quizá lo haga por unas semanas más, sus heridas no sanaban muy rápido normalmente.
Salió del baño y bajó las escaleras, sin notar la presencia de Michael por ningún lado. Probablemente haya ido a dar algunas vueltas, James realmente no quería saber qué hacía el asesino cuando salía del hogar.
Tendría que decirle a Michael que sea cauteloso cuando vuelva, ¿qué haría si lo ven entrando a su casa? Solo lo perjudicaría a él. Debería decirle que entre por la puerta trasera, un lugar menos visible. Afortunadamente no estaba en una calle en el centro del pueblo, estaba más en las afueras, así que no estaba tan preocupado.
Por el momento, James decidió preparar su desayuno y quizás mirar alguna película. Emplató unas tostadas con aguacate y un huevo, también preparó un café. Sí, James era un adicto a la cafeína, siempre que tiene la oportunidad prepara un café, aunque trataba de evitar beberlo por la noche o no podría dormir del todo bien.
Encendió el televisor y buscó algún programa para entretenerse, estuvo unos minutos buscando hasta que finalmente encontró algo que llamó su atención. Era un programa llamado "The 8 Show", ya había visto el primer episodio y parecía realmente interesante. Sorbo tras sorbo, termino su café y aún no le parecía suficiente, así que solo se preparó otro café y lo bebió en el sofá.
Los minutos pasaban y los episodios del programa eran bastante largos, aunque no percibía demasiado el paso del tiempo cuando estaba entretenido. Si hablamos del show, James odiaba a piso 6. Juraba aborrecerlo, era el tipo más injusto del programa, algunas veces le daban ganas de abandonar la serie gracias a ese personaje.
El tiempo pasaba y también habían pasado cuatro episodios más, James estaba verdaderamente entretenido y su entorno no le llamaba para nada la atención. Al menos hasta el momento en que las sirenas comenzaron a sonar desde afuera.
Rápidamente, James asomó a una de las ventanas que daban a la calle, abriendo un poco la cortina para no ser visto y así no parecer un entrometido. Había una chica gritando afuera, parecía sostener su brazo, estaba herida y sangrando notablemente.
Repentinamente James pensó, ¿esto tendría algo que ver con su asesino? Realmente esperaba que no fuese así, no quería que Michael se metiera en problemas más grandes, incluso si sabía que eso era mayormente imposible de evitar.
El chico se puso nervioso, su corazón se agitó, e incluso si no quería que fuese así, se preocupó. Se maldijo a sí mismo al preocuparse por Michael, era un asesino que no le tenía piedad a sus víctimas, pero aún así, por alguna razón, la tuvo con él.
Inevitablemente James se deprimió, y se encontró a sí mismo alejándose de la ventana.
¿Cuántos muertos habrán en esa casa? Esa chica de seguro era una sobreviviente afortunada de haber encontrado ayuda. Michael sabía que no era inmortal, seguro había decidido huir, ¿pero a dónde? No había vuelto a su hogar.
Internamente, James solo esperaba que se encuentre bien, a pesar del daño que haya hecho, a pesar de lo cruel que suene y lo egoísta que sea en ese momento, al preocuparse fervientemente por un asesino como lo era Michael.
