III ♡

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Poco después sentí como me sacudía así que me senté en la cama para verlo sonriendo cálidamente— Torao ya tengo que irme —me dio un beso en la mejilla— te veo la siguiente semana

— Te estaré esperando

Así pasaron dos años donde yo había cumplido quince pero seguía en este maldito hospital lo único bueno era que Luffy y Cora-san venían a verme pero odiaba cuando me ponía mal porque Luffy se asustaba, una vez lo encontré llorando por mi culpa…, a veces sentía que era un estorbo en su vida pero el siempre alejaba esos pensamientos con su sonrisa cada que estaba conmigo pero cuando se iba me volvía a quedar solo

Luffy había venido a verme como cada fin de semana pero por el libro de poemas que había leído el día anterior estaba teniendo pensamientos donde yo solo era un estorbo otra vez, odio cuando me siento así…

— Luffy, me gustaría ir contigo para acompañarte a donde tú quieras pero ya no sé si pueda seguir —dije sin mirarlo

— Torao, te vas a recuperar…

— Tienes que ser consciente que puede que muera, ya pasaron cinco años y yo..

— ¡Te vas a recuperar! —grito interrumpiendome

Al escucharlo apreté mis sábanas con mis manos— ¡puede que muera en cualquier momento!, ¿¡acaso no lo entiendes?! —grite pero al voltear a verlo el estaba llorando así que me quedé callado

— ¿Qué tiene de malo ser optimista?!, ¡¿qué tiene de malo pensar que no vas a morir?!, Yo solo quiero estar a tu lado…

— ¡¿De verdad crees tener un futuro con alguien como yo?, cada día se me hace más difícil estar contigo!

El me veía sorprendido mientras sus lágrimas seguían saliendo de sus ojos, casi al instante salió corriendo de la habitación quise gritar que se quedara, quería disculparme por idiota pero las palabras no salían de mi boca

Pasaron seis meses en los cuales no lo había vuelto a ver, acababa de salir de mi última operación donde salí vivo de milagro porque era una posibilidad de cinco por ciento de salvarme…, lograron eliminar todo el plomo de ámbar de mi cuerpo pero él no estaba ahí, mire por la ventana de mi habitación por el cual pasaba la luz pero por alguna razón el sol no se veía igual

La puerta se abrió— Cora-san, no llores —dije cuando vi su expresión llorosa

— Mi pequeño… —murmuro con alegría mientras aguantaba sus lágrimas— ya estás curado de esa horrible enfermedad —se limpió las lágrimas para luego sonreirme— cuando te sientas listo puedo inscribirte a una secundaria para que sigas estudiando

— Gracias Cora-san —dije tranquilamente pero en el interior estaba emocionado— creo que primero voy a recuperarme de la operación

Cora-san se sentó en el borde de mi cama— pensé que tú amigo estaría aquí aunque aún no lo he visto en un tiempo, ¿pasó algo?

— Papá, no es nada —dije en voz baja mirando a la nada mientras recordaba como me pelee con él por mi culpa

Cuando sentí que Cora-san me sujeto de las manos mi atención volvió hacia el que ahora me estaba viendo con brillos en los ojos, ahí mis orejas se pusieron rojas porque me di cuenta de cómo lo había llamado inconscientemente

— Law, quería saber si te gustaría que te adopte, aparecerás como mi hijo y vivirás conmigo —dijo seriamente pero se veía feliz

Me dieron ganas de llorar pero mantuve mi apariencia como siempre, después de pasar por tanto por fin tendría algo de paz, después de perder a mis padres, mi hermana, luchar contra la enfermedad, es casi irreal ver a Cora-san frente a mi ofreciéndome ser mi padre

— Puedes hacer lo que quieras…, papá —lo último lo dije en voz baja sintiéndome algo avergonzado pero no era incómodo llamarlo así, Cora-san me abrazó con fuerza

Forgetful Love | Lawlu |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora