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En el cuarto día de los cupones navideños de Jennie, Lisa y Jennie se volvían a encontrar apretujadas en su diminuto sofá con un ambiente claramente más encendido que la pacífica sesión de lectura de ayer. Jennie no podía dejar de observar el rostro de Lisa mientras la más joven permanecía sentada en su regazo, con las mejillas sonrojadas, la respiración entrecortada, y pequeños jadeos de apreciación que se escapaban de los labios de Lisa en los momentos adecuados. Estaban casi en el clímax, y Lisa estaba tan tensa por la anticipación que Jennie podía sentir cómo la emoción de Lisa crecía hasta niveles insoportables.
Y entonces por fin llegó: el golpe del puño de Hulk contra el Leviatán que se precipitaba hacia los Vengadores, una explosión del misil de Iron Man que hizo que cayeran al suelo trozos de carne quemada del Leviatán, y el aumento cinematográfico de la música que acompañó al panorama completo de los Vengadores reunidos, la escena favorita de Lisa de su película favorita de Marvel.
[Alquilar una película juntas]
Como era de esperar, Lisa había elegido ver Los Vengadores por enésima vez tras leer el cupón de Jennie esta mañana. Jennie no comprendía por qué aún no tenían una copia de la película del 2012 que habían visto más veces de las que podían contar, pero este año, bajo el árbol de Navidad, había una copia en Blu-ray para Lisa, y Jennie se alegró de ver que Lisa seguía tan entusiasmada con la película de Los Vengadores como la primera vez que la vieron cuando eran adolescentes.
Jennie aún recordaba con cariño aquella cita de hacía más de seis años, en la que Lisa había prestado más atención a la pantalla que a los afectos de Jennie y en la que Jennie había prestado más atención a la emoción de Lisa que a la película en sí. Esa dinámica seguía existiendo hasta el día de hoy cada vez que volvían a ver Los Vengadores. Jennie no podía entender la fascinación que todo el mundo sentía por los superhéroes, los monstruos y los poderes exagerados, pero a Jennie le encantaba el amor de Lisa por el género.
─ ¡Wow, eso fue muy cool! ¿Lo has visto? ─ preguntó Lisa, girándose hacia Jennie con los ojos brillantes y la clase de entusiasmo que hacía que el corazón de Jennie se sintiera ligero y lleno de felicidad.
Los ojos de Jennie se arrugaron con el mayor afecto hacia Lisa, sonriéndole con una ternura que no podía describirse con palabras. ─Sí, lo vi, ─ respondió Jennie con cariño.
Lisa soltó una risita. ─No, no lo viste. Sólo me estás mirando a mí. ─ Presionó con los dedos la mejilla de Jennie y giró el rostro de la mayor hacia la televisión. ─Mira la película. ¡Te estás perdiendo las mejores partes!
─ Bien, bien, ─ cedió Jennie, dirigiendo su atención a la televisión para apaciguar a Lisa. No obstante, continuó observando a Lisa de reojo, sintiendo que ya estaba captando todas las mejores partes de la película.
