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Dos semanas, ese era el tiempo que había transcurrido después de aquel beso en el baño, las cosas con Noah iban bien, teníamos una relación extraña cuando estábamos a solas nos decíamos cosas y nos besamos pero alrededor de mis padres nos comportamos como si no tuviéramos una relación muy cercana, habíamos ido varias veces a ver a Charlotte, la niña extrañaba mucho a Noah y su otro amigo pero decía que estaba feliz por ambos, ella había tenido una consulta uno de los días que fuimos por ende no se enteró, dormía algunas noches con Noah y me había dado cuenta de algo, las pesadillas están presentes cuando no duermo con él, me pareció raro y casi imposible por eso llamé a Sofía, mi doctora la cual me explico que podía ser posible pues el contacto con esa persona me hacía sentir bien y tranquila por eso convertía mis pesadillas en sueños, desde entonces trato de colarme cada noche al cuarto de él, con respecto a la investigación sobre lo que pasó con mi hermana no hemos encontrado resultados, ya solo quedan dos meses y unos días, fuimos otra vez a ese lugar pero ese día estaban todos los corredores y nos fue imposible ir hasta las motos, un corredor en especial captó mi atención, un chico musculoso y lleno de tatuajes, tenía un aura capaz de intimidar a cualquiera pero lo que me llamó la atención fue que cuando nos paramos en los barandales cerca de la pista para buscar a Nils, el chico se quedó mirándome como sin intentara recordar mi cara, luego simplemente se montó en la moto y continuó la carrera

Ahora me encontraba en un salón lleno de adolescentes hormonales gritando, pues estábamos en un supuesto debate pero se convirtió en un gallinero, todos hablaban a la vez menos yo que me limitaba a ver el panorama con una mueca, un sonido glorioso suena y me pregunto cómo se escuchó el timbre por encima de esta bola de gritones, yo salí rápido del aula y me encontré con Noah esperándome en el pasillo, más de una se quedó mirándolo y no las culpo por alguna razón que desconozco Noah está buenísimo, es guapo y tiene un cuerpo marcado pero no en exageración, no tiene ningún tatuaje a la vista pero los anillos en sus dedos le dan un toque masculino que es algo resaltante en él, también siempre lleva su pelo azul regado por su cabeza, y lo más importante la sonrisa que adorna sus labios todo el tiempo es capaz de enamorar a cualquiera

— Se ve que te encantan las clases—comenta al ver mi cara de fastidio

—Si, me encantan—digo volteando los ojos

—Te tengo que contar algo— me dice con una sonrisa

—Que pasa?—pregunto metiendo una de mis manos en los bolsillos de su abrigo

—Ayer Charlotica fue a una consulta y la doctora les informó que estaba bastante controlada lo que quiere decir que ella está mejorando, aunque no se quite la enfermedad por lo menos se controla

—Me alegro mucho por ella— digo realmente contenta

—Aún así no es suficiente para que sea adoptada pero los milagros existen, mira yo que pensé que el año que viene iba a salir de ahí sin tener familia

— Pero llegué yo como destello de luz a tu vida

—O como rayo para matarme —yo lo miro ofendida y saco mis manos de los bolsillos y las cruzo a modo de berrinche

Él se inclina y me da un beso en el cachete y luego toma mi cara entre sus manos y deja un corto beso en los labios, mis ojos se abren y él sonríe feliz como si no tuviéramos drama en la vida

En la cafetería se pone a hablarme de no se que de sus clases y yo me quedo perdida mirando sus ojos los cuales siempre brillaban, admiro lo valiente que ha sido todo este tiempo, a pesar de perder a sus padres y de quedarse solo en un lugar desconocido siendo tan pequeño él nunca ha perdido las ganas de vivir y seguir, yo en cambio me perdí en un mar de dolor, perdí las ganas de vivir, la sonrisa y la esperanza, pero Noah llegó para cambiar todo eso, ahora sonrió aunque sea solo con él, tengo ganas de vivir y seguir por qué lo tengo a él y lo más importante me devolvió la esperanza, quizás no recupere a mí hermana con esto pero le podré hacer justicia cuando encontremos a quien les hizo daño

Cuando por fin se acabaron las horribles clases, Noah y yo cogimos el bus y nos fuimos, la casa estaba en silencio, no fue difícil descubrir que mi padre no estaba y que mi madre estaba en la cocina

—Hol... —no termino la frase—Que te pasa madre?— pregunto al ver su horrible cara, estaba sería y sus ojos rojos, unas ojeras oscuras y su cabello desordenado

—Ayer tuve una larga noche en el hospital, llegó una niña herida de bala y tuvimos que intervenir, luego ocurrió algunos percances con la madre de la chica y pues el dilema que se armó fue grande y no tuve tiempo de dormir

—No regresaste anoche?— pregunto curiosa

—Si, de hecho fui a tu cuarto pero estabas hecho una bolita dormida y decidí no acercarme para no despertarte

—Si, dormí toda la noche— digo sabiendo perfectamente que no estaba en mi cuarto

La conversación muere ahí y subo a mí cuarto, estoy aburrida de las clases por lo tanto dejaré las tareas para después, me cambio de ropa a algo más cómodo y me puse a leer en mi escritorio

Mi puerta se abre rápido y luego se cierra con suavidad, Noah aparece con su celular vibrando y me muestra el nombre en la pantalla "Nils", le hago un gesto para que responda y este lo hace y pone altavoz

—Noah, tengo noticias

Sonríe para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora