Sonríe para mí

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Levantarme temprano es lo más jodido que existe en el mundo, estos últimos días aunque pienso mucho antes de dormir consigo que las horas de sueño se cumplan correctamente sin pesadillas ni nada, al principio me sentí un poco culpable por no recordar pero me he dado cuenta que no está mal, de hecho es muy bueno que pueda ir superando poco a poco todo lo ocurrido, no puedo frenar mi vida para siempre y ya han pasado dos años, si de algo estoy segura es que ella no hubiese querido que perdiera mi vida completa por ahogarme en el dolor, Noah me enseñó que no se olvida, siempre se va a llevar dentro pero que se vuelve llevadero, hoy en especial me acordaba de ella y no con dolor si no con nostalgia, siempre ha estado conmigo y era como el muro que separaba todo lo malo de mí, cuando se fue todo se me vino enzima, la visita de mis tíos me hace acordar que ella siempre me defendía y me sacaba de esas situaciones, pero ahora aunque no la tenía a ella, lo tenía a él

- Aly, Noah bajen a desayunar- el grito de mamá hace que me incorpore en la cama y me levante para arreglarme

Con un suspiro bajo los escalones y me paro en la punta de la escalera, el panorama me hace sonreír, mis padres y Noah hablaban animados mientras servían el desayuno, para mis padres al principio fue más complicado incluso que para mí pero ya hoy en día dos años después han superado el dolor y aunque sé que la siguen extrañando se permiten querer y sentirse bien sin sentir culpa

Con una sonrisa me acerco a la mesa y saludo

-Y a tí que mosco te picó - pregunta mi madre al verme sonreír

-Estoy feliz

-Me alegra mucho que vuelvas a sonreír-dice mi papá dándome un abrazo

- Ojalá lo hicieras más seguido- la voz de Noah me hace girarme a él y dedicarle una sonrisa suave

Nos pusimos a hablar de temas diferentes, la escuela, el trabajo, los sueños, los gustos, y mil cosas más sin importancia, ver lo bien que se sentía el ambiente me daba un sensación muy agradable, me hace sentirme en familia como hacía mucho no me sentía

-Recuerda que hoy vienen a cenar tus tíos- dice mi padre dirigiéndose a mí

-Uff me acabas de quitar el buen humor- resoplo

-Aly por favor- dice a modo de regaño

-Noah, podemos ir al parque?- pregunto dejando el tema anterior de lado

-Si, claro

Yo asentí convencida y dejé la mesa para subir a mí cuarto a prepararme

Ambos salimos de casa hacía el parque que queda cerca de casa

-Por que querías salir? - pregunta Noah pasando su brazo por encima de mí

- No quiero empezar a discutir con mi papá por las visitas

- No se llevan bien- observa

-No, mi prima fue la que les dijo a mis padres que mi hermana tenía novio, también me aventó a la piscina y luego dijo que me había tirado aproposito, mi hermana y mi madre se pelearon bien feo pero mi padre como siempre ajeno a todo, es muy despistado

- Ya veo

- Mi hermana siempre era la que le plantaba frente a mí prima por mí

- Ahora yo seré quién te defienda - dice y me da un beso

El resto del camino fue hablando de cosas sin sentido y bromas realmente pesadas, cuando llegamos al parque compramos dos helados y nos sentamos en una banca, hablamos un rato de cómo era vivir en el orfanato y de que Charlotica se había quedado triste por qué no habíamos ido hoy, me pongo a hablar y él me ensucia la cara de helado, sorprendida por el acto abro los ojos y ensucio su cara también

- Con que a esas vamos- dice y cuando veo si intención me levanto corriendo de la banca

- No, no - chillo corriendo como niña por todo el parque

Cómo era de esperarse él logra alcanzarme, me toma por la cintura y me llena la nariz de helado, yo suelto una carcajada que incluso a mí me sorprende, hacía mucho no escuchaba mi propia risa, el quita el helado de mi nariz con su boca y luego me besa, como supuse sus labios saben a helado de almendras y se liga el sabor con el chocolate de mis labios, una sensación fría ataca mis labios cuando nos separamos

- Te quiero- dice casi en un susurro

- Nunca me habías dicho eso- digo mirando sus ojos

- Siempre hay una primera vez para todo

- Pues te cuento un secreto- digo susurrando en su oído - Yo también te quiero

Nos volvemos a juntar en un beso dulce que hace que sienta mis dedos sientan como hormigas

- Creo que debemos irnos ya a la casa o se pondrán a buscarnos o reportarnos como desaparecido- dice dándome la mano

- Tienes razón- digo pasando su brazo por mi cuello, desde aquí puedo ver sus anillos algo que lo caracteriza y lo hace ver muy bien- Me encanta cómo se te ven los anillos

- A mí me encanta que a tí te encante- sonrió ante sus palabras y me pongo de puntillas para darle un corto beso

Caminamos juntos hasta llegar a la entrada de la calle de nuestra casa, por precaución, entramos a la casa y vi lo peor del día

Las visitas

- Hola -chilla mi prima acercándose directamente a Noah

Oh no, con él no te vas a meter mocosa odiosa