El viajero del tiempo.

**Capítulo 3: Ecos del Pasado**

El cielo se teñía de rojo y naranja mientras Liam regresaba a su alojamiento en la ciudad. Había pasado el día explorando y descubriendo detalles sobre la máquina del tiempo, y el cansancio se comenzaba a apoderar de él. Sin embargo, la emoción de los hallazgos recientes lo mantenía despierto. El manuscrito y los símbolos tallados en la torre habían revelado un código que, aunque complicado, parecía estar relacionado con las coordenadas temporales.

Liam llegó a su habitación en una posada modesta cerca del mercado. El lugar era sencillo, pero ofrecía el refugio que necesitaba para organizar sus pensamientos. Se sentó en la mesa y extendió el cuaderno con las notas y los símbolos. A medida que la noche avanzaba, se concentró en descifrar el código. La máquina había sido claramente diseñada para ser precisa, pero el peligro residía en la posibilidad de cometer errores.

Mientras trabajaba, un ruido en la calle llamó su atención. Miró por la ventana y vio a un grupo de personas reunidas en una esquina, hablando en voz baja. Aunque la situación parecía tranquila, algo en la manera en que se comportaban le hizo sentir inquietud. Decidió que era mejor no involucrarse y centrarse en su misión.

El siguiente día, Liam se dirigió a la biblioteca para continuar su investigación. La biblioteca estaba aún más llena de lo que había estado el día anterior, y el ambiente parecía cargado de un aire de anticipación. Preguntó al bibliotecario por más documentos relacionados con la máquina del tiempo y el inventor, pero esta vez el bibliotecario parecía más reservado.

—He estado revisando los documentos antiguos —dijo el bibliotecario—. Hay algo que tal vez deberías saber. Hay rumores de que la máquina del tiempo no sólo permite viajar a través de los años, sino que también puede alterar el destino de aquellos que la usan. Las historias hablan de personas que intentaron cambiar eventos históricos y terminaron en situaciones desastrosas.

Liam frunció el ceño. No había considerado que sus acciones pudieran tener un impacto tan amplio. El tiempo, después de todo, era un entramado complejo de causas y efectos, y cualquier cambio podría tener repercusiones inesperadas.

—¿Sabes algo más sobre el inventor? —preguntó Liam.

El bibliotecario se inclinó hacia adelante, su voz baja y grave. —El inventor, según los registros, tenía una visión del tiempo muy diferente a la nuestra. Creía que el tiempo era un río que podía ser moldeado y dirigido, pero que cualquier intervención podría crear corrientes imprevistas. En sus escritos, advertía sobre el "Paradoja del Creador", una teoría que sugiere que el intento de cambiar el pasado puede resultar en la creación de un nuevo presente que es peor que el original.

Las palabras del bibliotecario resonaron en la mente de Liam mientras salía de la biblioteca. La posibilidad de que sus acciones pudieran empeorar las cosas lo preocupaba. Debía proceder con extrema precaución.

Decidió que necesitaba más información sobre el inventor y su teoría para evitar posibles paradojas. El manuscrito que había encontrado en la torre mencionaba una serie de documentos ocultos en un lugar llamado el "Refugio del Inventor", una casa oculta en los alrededores de la ciudad donde se decía que el inventor había trabajado en secreto.

Con la información obtenida del manuscrito, Liam comenzó su búsqueda del Refugio del Inventor. La ubicación estaba descrita con vaguedades, pero las pistas lo llevaron a un barrio antiguo, en las afueras de la ciudad, donde las calles estaban llenas de casas desmoronadas y jardines descuidados. La atmósfera era sombría, como si el tiempo mismo se hubiera detenido en ese lugar.

Finalmente, encontró una pequeña casa oculta entre la maleza y las ruinas. La casa parecía abandonada, pero las marcas en la puerta coincidían con los símbolos que había visto en el manuscrito. Con cuidado, abrió la puerta, que chirrió al moverse.

El interior de la casa estaba lleno de polvo y telarañas, pero también de objetos que parecían ser parte del trabajo del inventor: planos, engranajes y herramientas. Liam empezó a revisar los documentos y encontró una serie de cuadernos de notas. Al hojear las páginas, encontró registros detallados sobre experimentos y teorías.

Uno de los cuadernos contenía una advertencia crucial: "La Paradoja del Creador es real. Cada intento de cambiar el pasado crea una nueva realidad que se interseca con la original. Para evitar la destrucción del tejido del tiempo, uno debe entender y aceptar el curso natural de los eventos. El riesgo de alterar el destino es alto, y los efectos pueden ser irreversibles."

Liam sintió un peso en el pecho al leer esto. Sus intenciones de regresar a su tiempo y resolver la situación se volvían cada vez más complicadas. Los riesgos eran mayores de lo que había anticipado, y ahora entendía que sus acciones podrían tener consecuencias mucho más graves de lo que había imaginado.

Mientras revisaba los documentos, escuchó un ruido proveniente de la entrada. Alguien había entrado en la casa. Su corazón se aceleró, y rápidamente escondió los cuadernos en una caja oculta detrás de una estantería. Se movió con sigilo hacia la puerta, tratando de averiguar quién estaba allí.

De repente, un hombre apareció en la entrada. Era joven, con una expresión de determinación en su rostro. No llevaba ninguna identificación que lo hiciera parecer un simple transeúnte.

—¿Quién eres? —preguntó el hombre—. ¿Qué estás haciendo aquí?

Liam se preparó para responder, su mente corriendo a mil por hora mientras pensaba en cómo explicar su presencia sin levantar sospechas. La situación se volvía cada vez más peligrosa, y las respuestas que buscaba parecían alejarse más con cada paso que daba.

—Busco información sobre el inventor —dijo Liam, tratando de sonar convincente—. He oído hablar de sus trabajos y quiero entender más sobre su teoría y la máquina.

El joven lo miró con desconfianza, pero también con interés. —¿De verdad crees que podrás entender lo que ha dejado atrás? Las cosas no son lo que parecen. El tiempo es frágil, y el inventor no era el único que lo entendía. Hay otros que también buscan su conocimiento, y no todos tienen intenciones buenas.

Liam sintió un escalofrío al escuchar esto. ¿Quién era este hombre y qué sabía sobre la máquina? Sus palabras indicaban que había más en juego de lo que él había pensado. El juego del tiempo no solo era complicado, sino también peligroso.

—Debemos hablar más sobre esto —dijo el joven—. Pero no aquí. Vamos a un lugar más seguro donde podamos discutir sin ser interrumpidos.

Liam dudó, pero sabía que debía tomar riesgos si quería avanzar en su búsqueda. Seguía sin entender completamente lo que estaba ocurriendo, pero estaba dispuesto a descubrir la verdad. Se dirigió hacia el joven, preparándose para enfrentarse a los desafíos que el tiempo y el destino le tenían preparados.