•°★Capítulo II★°•

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                    “La llave del alma”

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Unos días más tarde, cuando el tiempo mejora y el sol vuelve a ponerse en lo alto del cielo, el ruso, que estaba tranquilamente tomándose un café en su habitación, se decanta por abrir la ventana para iluminar la habitación con luz natural y que entre el sol para calentar un poco el ambiente y para que la temperatura dentro de la casa se vuelva más cálida.

En la ventana de la casa de al lado, estaba la figura de alguien observando desde la persiana y tapado levemente por las cortinas, sin embargo, la persiana estaba ligeramente abierta y se podía ver claramente que en la mano de esa misteriosa y desconocida persona, estaba la ushanka que el azabache había perdido entre la niebla unos días atrás. Además, aunque no se pudiera ver muy bien, la persona que estaba detrás de la persiana y de las cortinas, estaba observando muy fijamente a Fyodor, o por lo menos, esa era la sensación que tenía el propio Fyodor.

El pelinegro, por su parte, no dejó pasar este detalle y se dió cuenta de la ushanka y de como esa figura, esa persona, le estaba observando fijamente. Eso le inquietó bastante, pero prefirió dejar pasar el tema—por ahora—y se apartó de la ventana yendo nuevamente hacia su cama para continuar con su trabajo en el ordenador.
Mientras trabajaba en su nueva novela, pensó en lo que haría después y decidió que luego pasaría por la casa de su vecino para preguntar sobre que había sido eso de hace un rato en la ventana, porque para él, eso que había pasado era extraño, bastante, porque, que él sepa, nadie en su sano juicio estaría observando de forma tan obvia y fija a su vecino... Por lo menos él nunca haría algo así xd, pero si es cierto que todo este tema le daba grima y algo de miedo. Primero alguien le persigue casi siempre que sale a la calle, ¿y ahora su vecino se le queda mirando mientras se esconde tras las cortinas y la persiana...?

Tras unas cuantas horas más tarde, el cielo queda bañado de colores y tonos amarillentos, anaranjados y rosados, indicando el atardecer, pues dentro de un rato llegaría el ocaso y, de seguido, la noche. Fyodor al final consiguió despejar completamente la mente y centrarse en su novela, y ahora, que han pasado varias horas desde que pensó en ir a visitar a su vecino, se le hab agotado todas las ideas que tenía anotadas en un pequeño cuadernillo, una libreta para este tipo de ocurrencias o ideas para su novela. Ahora, que ya han pasado unas cuantas horas, ya se ha quedado sin ideas pues a usado todo lo que tenía apuntado en la libreta, y, como aparte de eso, dentro de pronto se hará de noche, decide pasarse por la casa de su vecino para preguntar—de forma indirecta, obviamente—sobre lo que había ocurrido antes en la ventana.

Se abriga un poco, sale de su casa y va hacia la casa de su vecino de al lado, el de la izquierda, y se para justo en frente de ella. La casa “Número 7”, un número por delante de la suya, la ocho. Después de observar durante un corto rato las afueras y los alrededores de la casa, da un paso hacia delante y llama al timbre de la puerta con algo de incertidumbre y nerviosismo por saber lo que le espera.

A los segundos de estar esperando, la puerta se abre levemente de forma lenta, pero, antes de que se abra demasiado, da tope con un pestillo de cadena que había en la puerta y por el pequeño espacio que se crea entre el marco de la y puerta y de la misma puerta, se asoma por ahí un ojo azul cian, ¿ese típico azul cian que hindunda el cielo cada mañana?, pues ese mismo azul, de ese azul cian te estoy hablando.

–¿Diga?—Responde una voz melodiosa y dulcemente familiar, no obstante, dicha voz se escuchaba ligeramente emocionada por la visita del ruso.

–Hola, soy el vecino de la casa de al lado, y quería preguntarle si usted había visto, o estaba en posesión de una ushanka, un tipo de gorro, es que entre la niebla y el viento se me perdió el otro día... Y quería saber si usted sabía algo de dicho objeto...—Dice el pelinegro hablando con algo de timidez e incomodidad porque la presencia de su vecino le inquietaba, y también le ponía un poco nervioso.

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⏰ Última actualización: Aug 23 ⏰

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