°•✦𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂✦•° 《ℂ𝕙𝕒𝕟ℂ𝕙𝕒𝕟𝕘》

°•✦III✦•°

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Los meses habían pasado, y con ello, el dulce omega, Seo Changbin; estaba entrando en celo, estaba encerrado en su habitación temblando y diciendo una y otra vez que necesita el aroma de aquel dulce alfa.

- Cariño, tranquilo, espera unos momentos más y todo va a estar bien - Dijo Felix intentando calmar a su hijo que estaba temblando y lubricando a lo loco.

- Pa...lo necesito, necesito a Christopher cerca - Dijo el omega viendo todo el desastre que había causado previamente.

Changbin había asegurado que tenía una chaqueta de Christopher en alguna parte, sacó toda su ropa del closet buscándola, lubricante por todos lados y sus cosas desorganizadas.

Sumando a eso, pensó que tal vez aquella prenda estaba en el cuarto de lavanderia, por lo que también habia ido a ese cuarto a buscar la chaqueta.

Pero nada, tal vez ya se la había dado a Chris y no se había dado cuenta.

Changbin estaba tan desesperado por tener al alfa cerca de él, queria sentir su aroma para poder tranquilizarse.

Por la desesperación de su cachorro, Minho y Felix, decidieron llamar a Christopher para que trajera bastante ropa de él.

Tuvieron que explicarle que Changbin estaba en celo, Christopher rápidamente dijo que ya iba en camino.

Chris no quería que su omega estuviera mal, sabía que si no tenia algo del alfa con el que estaba, el omega podía enfermar o estresarse mucho. Algo que a Christopher hizo suspirar enamorado, Changbin necesitaba de su aroma.

- Pa, por favor papá, ayúdame - Decía Changbin, con lágrimas en sus ojitos.

Sentía su interior arder demasiado, en sus celos anteriores nunca había sentido eso, no hasta que Christopher inició el cortejo.

- Tranquilo, cachorro, papá y yo ya tenemos algo en mente, solo estamos esperando que eso llegué rápido - Dijo el omega acariciando la cabellera de su cachorro.

- Pa, por favor, siento mi cuerpo arder demasiado, ya tomé un supresor, pero no hizo efecto, papá, ayúdame - El omega lloraba mientras grandes chorros de lubricante bajaban por sus piernas. Felix solo miró triste a su pequeño hijo, sabía que Changbin necesitaba a Christopher en este momento, aunque aún no eran oficialmente pareja, ambos habían creado un vínculo demasiado fuerte y lleno de amor.

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Christopher ya había llegado, estaba preocupado por su pequeño omega, que haria todo lo que fuera por él.

- Señor, aquí está la ropa que ustedes me pidieron - Dijo Christopher, con dos bolsas en sus manos.

- Gracias, Chris, dámelas, le diré a Changbin que le mandaste esto - Dijo Minho, tomando las bolsas.

- ¿No puedo pasar a verlo? - Preguntó el jóven alfa viendo al alfa mayor.

- Chan, una vez que Changbin te vea no va a dejarte ir, y posiblemente ambos terminen haciendo algo que no van a querer - Dijo el alfa rascando su nuca.

- Está bien, señor Seo, gracias, espero que cuando Binnie se mejore pueda sacarlo a una cita - Dijo el alfa sonriendo.

- Y estoy más que seguro que a mi pequeño le gustará salir contigo cuando esté mucho mejor - Dijo el alfa tocando el hombro del joven alfa.

- Bien, nos vemos, señor Seo, espero que mi lindo conejito se recupere pronto - Christopher hizo una reverencia y se dirigió al auto de sus padres.

Christopher sabía manejar, por lo que varias veces llevaba a Changbin, a citas románticas por varios lugares hermosos de la ciudad.

Encendió el auto y partía rumbo a su hogar, tenía el corazón en la boca, estaba realmente preocupado por su omega, no quería que se sintiera rechazado ya que prefirió llevarle su ropa que a él mismo.

Por su parte, Minho llamó a su omega para que le diera la ropa de Christopher, a Changbin, no quería acercarse a su cachorro en celo.

- Listo, cariño, aquí están las ropas de Chan, dáselas a Binnie, para que se sienta mucho mejor - Dijo Minho, entregándole las bolsas a Felix.

- Está bien, enciende el auto, debemos dejar a Bin, para que esté un rato solo - Dijo el omega, tocando el hombro de su alfa.

- Está bien, por favor dales las advertencias a Binnie sobre lo que puede hacer - Dijo el pelinegro viendo preocupado a su omega.

- Tranquilo, Binnie sabe lo que tiene que hacer, si él quiere hacerlo lo hará, y si no quiere entonces no hará nada - Dijo el omega dándole una mirada comprensiva al alfa.

Si de algo estaban seguros, el joven omega si quería o no utilizar las ropas de Christopher para su placer, podía hacerlo.

Y si no queria, simplemente construiría un nido con la ropa de este y estaría ahí por bastante tiempo.

Minho y Felix, eran conscientes que su pequeño cachorro ya tenía y sentía más cosas con aquel alfa, incluso ya necesitaba de su aroma para poder calmarse un poco.

Lix subió al segundo piso, se adentró al cuarto de su cachorro en celo y ahí lo vió, apenas entró con aquellas bolsas vió como su cachorro comenzaba a olfatear el aire.

Bin sintió el dulce aroma del alfa que tanto amaba, cerca, lo logró localizar en esas bolsas.

Sintió como su calor disminuía un poco, el dulce aroma de Chan, logró calmar a Changbin.

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