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Los días de celo de Changbin ya habían finalizado, y por primera vez se sintió satisfecho en uno de sus celos. Mejor dicho, fue el mejor de todos.

No tuvo ningún contacto sexual con un alfa, pero no lo necesitaba, solo necesitaba el aroma de su Channie para poder estar más tranquilo.

- ¿Ya estás mejor, cachorro? - Dijo el omega viendo a su hijo tallando sus ojos con sus puños.

- Sí, papá, ya estoy mucho mejor, el dulce aroma de Channie me ayudó demasiado - Dijo el omega viendo a sus padres con sus ojos adormilados.

- Pequeño, ¿No te duele el cuerpo o algo? - Dijo su padre alfa sirviendo el desayuno.

Bin sabía a lo que se refería su appa, en sus tres días de celo no había usado el consolador, de hecho ni le interesó, solamente con el aroma de Bangchan por toda su habitación estaba más que contento y satisfecho.

- No, appa, no utilicé el consolador, como le dije a papá, con solo el aroma de Chan, me bastó para estar calmado esos tres largos días de celo - Dijo tomando asiento junto a sus padres.

Éstos se miraron cómplices, su pequeño cachorro estaba enamorado de ese alfa que no necesitó del placer para calmar su calor.

No, él solo necesitó del dulce aroma de su alfa para estar tranquilo, ambos serían una pareja hermosa.

Minho se encargó de servir el desayuno para su familia, después de tres largos días sin ver a su cachorro estaban más que contentos.

Binnie era la alegría del hogar, y no sólo eso, también era la alegría del corazón de cierto alfa amante del rosa.

Christopher ya estaba parado al frente de la casa de Changbin, un ramo de flores en su mano y un pequeño collar, el cual compró con sus ahorros.

A Chan no le molestaba gastar su dinero, sabía que todo ese dinero gastado era por un bien, un bien que sí estaba dando frutos.

Apenas vio el mensaje de Changbin dándole los buenos días, diciéndole que ya estaba bien y que ya podía venir a verlo, saltó de su cama, se puso la ropa más rosada que tenía y fue a la casa de su omega.

Bangchan estaba dispuesto a pedir perdón, por no ser un buen alfa y pasar el celo de su omega junto a él, sentía que su cabecita daba y daba demasiadas vueltas. Quería que nada malo pasara entre él y su omega.

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Bin bajó ya arreglado para abrirle la puerta a su alfa, estaba tan emocionado por verlo. Pero lo que vió le partió el corazón.

En tan solo un minuto, Bangchan partió en llanto, tenía miedo que Bin ahora lo rechazara por no haberlo ayudado con su calor.

Chan se sentía que ya no merecía ser llamado alfa, aunque claro, nadie se lo decía.

- Cha-Channie, ¿q-qu-qué te está pasando? - Dijo tartamudeando al ver al alfa llorar.

- Perdóname, pequeño, perdóname por ser tan mal e inútil alfa, no pude estar para tí en tu celo, no estuve para cuidarte y atenderte como te lo merecías - Dijo Bangchan abrazando al omega, aún con los detalles en su manos.

- Channie... - Dijo Bin, sintiendo como el gran alfa lo estaba abrazando y derramando sus lágrimas en su nuca.

- Lo siento, entenderé que ya no quieres que yo siga con el cortejo, pero quiero que sepas que y-yo t-te amo - Dijo Bangchan, sin parar de llorar.

Changbin no quería que Bangchan dejara de cortejarlo, amaba los detalles y mimos del rubio, ¿Por qué aquel tonto alfa estaba así?

- Channie, mi amor, cálmate, no voy a rechazar tu cortejo - Dijo Bin, separándose lentamente de Chan.

- P-pero, te dejé solo, solo con todos esos malditos pedazos de tela y no pude venir yo personalmente a ayudarte - Dijo Bangchan, limpiando sus lágrimas con la manga de su abrigo.

- Principito, tranquilo, yo en ningún momento me sentí solo, al contrario, me sentí el omega más afortunado, mi alfa se preocupó por mí y me mandó sus ropas con su dulce aroma impregnado en ellas - Dijo Changbin, tomando una de las mejillas rojas y abultadas de Chan.

- Pero de igual manera, no pude pensar y dormir tranquilo todos estos días pensando en que ya no me amarás - Dijo haciendo un puchero mientras alguna que otra lágrima se escapaba de sus ojos.

- Cariño, está todo bien, tú me ayudaste a pasar mi celo de la mejor manera posible, ningún consolador o supresor me ayudó más que tú dulce aroma - Changbin se acercó y le dió un beso en los labios.

Bangchan quedó impresionado, a pesar de que ambos se demostraban amor, eran simples abrazos y besos en las mejillas o en la frente, nunca se habían besado aún en los labios.

Pero no le importó, ahora más que nada necesitaba que el omega calmara su dolor.

Y Changbin lo supo, supo que debía tranquilizar a ese dulce alfa que tenía enfrente de él.

Ambos correspondían el beso lentamente, un beso lleno de amor y ternura, un beso con el cual ambos sabían que ya era hora de dar el siguiente paso.

Y aunque claro, era un poco torpe su beso, puesto que era el primero en toda su vida, si en los labios hablamos.

- Mi amor, te traje estos regalos y quisiera invitarte a una cita - Dijo Bangchan, sonrojado y jugando con sus deditos.

- Gracias, mi amor, voy a dejar esto adentro y ya salgo para que ambos podamos ir a nuestra cita - Changbin recibió los regalos y fue adentro de su casa.

Supo que en la cajita había un collar, así que lo sacó y se quedó viendo enamorado aquella joya, un corazón con las iniciales de ambos grabadas en el centro.

No dudó en colocarlo en su cuello y salir con él.

Los corazones volaban a su alrededor cuando ambos estaban juntos.

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Amé éste capítulo tan tierno 😍

°•✦𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂✦•° 《ℂ𝕙𝕒𝕟ℂ𝕙𝕒𝕟𝕘》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora