Capitulo 1

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Un nuevo verano llegó al pequeño pueblo de Gravity Falls, Oregon. Las calles se llenaban de tranquilidad y alegría, pues era la época del año en la que sus habitantes disfrutaban de convivir y celebrar juntos. En la estación de autobuses, la familia Pines esperaba ansiosamente a los dos niños más queridos por el pueblo: Dipper y Mabel Pines, quienes pasarían nuevamente el verano con sus tíos.

El autobús finalmente llegó, y los dos jóvenes, ahora de 13 años, bajaron ansiosos, corriendo hacia sus tíos Stan y Ford. Los tíos los recibieron con los brazos abiertos, llenos de alegría por volver a ver a sus sobrinos. También estaban presentes Soos y su pareja Melody, quienes llevaban en brazos a su bebé recién nacido. La familia entera acogió a Dipper y Mabel con cariño, felices de estar todos juntos de nuevo en Gravity Falls.

El viaje a la Cabaña del Misterio fue un recorrido lleno de risas y bromas. Dipper y Mabel no dejaban de hacer preguntas, emocionados por las historias que sabían que sus tíos tenían para contar.

"¡Tíos, cuéntenos! ¿Cómo fueron sus viajes por el mar?" preguntó Mabel, con los ojos brillando de entusiasmo.

"¡Increíble, calabaza!" exclamó Stan, animado. "Luchar contra monstruos marinos y ver sirenas fue lo más asombroso que hemos vivido. Hubieras visto cómo esos tentáculos casi nos atrapan, pero este viejo lobo de mar supo cómo salir del apuro."

"¡Claro, eso si no mencionas cómo tuve que salvarte de ser arrastrado por las sirenas, Stan!" añadió Ford, riendo mientras recordaba la aventura.

Mabel soltó una risita y Dipper, quien estaba cargando al bebé de Soos y Melody, sonrió mientras miraba al pequeño. "Soos, Melody, tienen un niño muy hermoso," dijo, observando cómo el bebé agitaba sus manitas en el aire.

"Gracias, Dipper," respondió Melody con una sonrisa cálida, mirando a su hijo con amor. "Es una bendición tenerlo con nosotros."

Mientras continuaban su viaje, el paisaje familiar de Gravity Falls pasaba frente a ellos. La nostalgia invadió a los niños, quienes recordaban cada rincón del lugar, desde los misterios sin resolver hasta los momentos más simples de pura diversión.

"¿Qué misterios nos esperan este verano?" preguntó Dipper, más para sí mismo que para los demás, pero Stan lo escuchó y le guiñó un ojo.

"Siempre hay algo extraño en Gravity Falls, niño. No te preocupes, los misterios nos encontrarán a nosotros."

La Cabaña del Misterio apareció en el horizonte, tal y como la recordaban, llena de encanto y ese aire enigmático que siempre la había caracterizado. Mientras el grupo llegaba a la entrada, una leve brisa levantó las hojas del suelo, como si la propia naturaleza estuviera dándoles la bienvenida a una nueva temporada de aventuras.

"Este verano será uno para recordar," dijo Ford en voz baja, casi como un presentimiento.

Al bajar del auto, Stan notó una carta en la puerta de la Cabaña del Misterio. Extrañado, la tomó entre sus manos y, al ver a quién estaba dirigida, una amplia sonrisa se dibujó en su rostro.

"¿Stanley, de quién es?" preguntó Ford mientras bajaba las maletas de los niños, sin notar aún la reacción de su hermano.

"¡Fallin y Laios también vienen a pasar el verano con nosotros!" exclamó Stan, visiblemente emocionado. Soos, que estaba ayudando con las maletas, sonrió animadamente al escuchar la noticia, claramente familiarizado con esos nombres.

Sin embargo, los demás, incluidos Dipper y Mabel, se miraron confundidos. Nadie parecía saber quiénes eran Fallin y Laios, excepto Ford, cuyo rostro se había vuelto pálido al escuchar esos nombres. Su mirada se nubló por un instante, y un leve temblor recorrió su cuerpo.

Los otros PinesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora